sábado, 23 de agosto de 2008

LA PRIMERA ALMIRANTA ES LA VIRGEN

Antes de celebrar la misa por el Día de la Patrona de la Marina, el almirante Jorge Godoy, junto con la plana mayor de la fuerza, se acercaron a la imagen de la Virgen del altar de la catedral castrense para darle los honores del cargo y entregarle la distinción.
La nave central de la catedral Stella Maris estaba desbordante de uniformes navales. El 18 de agosto de 1937, el presidente de facto Agustín P. Justo designó a la Virgen Stella Maris patrona de la Marina. Desde entonces se celebra la misa ad hoc. Esta vez hubo una sorpresa. “Vistos los servicios prestados a la institución por Nuestra Señora Stella Maris y en uso de las facultades reglamentarias, el jefe del Estado Mayor de la Armada le otorga la condecoración Gran Cruz al Mérito Naval Laureada”, leyó el edecán del almirante Jorge Godoy; coronó la distinción designándola almiranta y haciéndole entrega de los atributos del mando. Un murmullo contenido rebotó en los inmensos vitrales del templo de Retiro....... compenetrados en su papel, Godoy, su segundo Benito Rótolo y el jefe de Personal Enrique Salvador Olmedo, junto a un representante del prefecto nacional y a un ignoto funcionario del Ministerio de Planificación se acercaron a la imagen de la Virgen. A los pies de la estatua de unos 80 centímetros colocaron el diploma, la medalla, el infaltable sable de almiranta y una caja con correajes y demás ornamentos del cargo terrenal. Los impecables uniformes azules de gala de los marinos y el caqui del prefecto retornaron a los bancos para que Mons.Pedro Candia, a cargo del acéfalo obispado castrense, empezara a oficiar la misa.
Stella Maris había quedado cargada de honores a la derecha del altar.





Plegaria a Stella Maris


Oh María,estrella esplendorosa de los mares,que derramas el fulgor inagotable de tu graciasobre la inmensa soledad marinaque dominas el viento y el oleajey señales su ruta al navegante,protégenos piadosaen las tempestades del alma y en los embates del mar.Bendice a la Armada de la Nación Argentina haciéndola fuerte en la paz, valerosa en la guerray generosa en la victoria.Concede que sea siempre la suya misión de amistad y de concordiaen todas las latitudes del mundo.Bendice a quienesdesde las férreas naves y desde el aire custodian sobre el marel honor de nuestra Patriay de nuestra Bandera.Bendice a quienes defienden nuestras costasy a todos los que, por su trabajo,componen la gran familia naval argentina. Bendice a los seres amados del hogar sobre los que imploramostu protección celestial.Danos fortaleza en las ausencias,aliento en la esperanza alivio en los pesares,constancia en la virtud.Valor para los sacrificios que nos exigeel cumplimiento integral de nuestro deber. Oh Madre y Señora Nuestra, Stella Maris,escucha las plegarias de nuestros corazones. Te suplicamos que nos orientes y nos conduzcas al puerto de la bienaventuranza eternaconcediéndonos en la vida y en la muerte la misericordia dulzura de la paz.
Amén.



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