miércoles, 26 de noviembre de 2008

Un argentino, primer obispo Misionero de la Consolata


Padre José Luis Gerardo Ponce de León, argentino, porteño, Misionero de la Consolata
Buenos Aires, 25 Nov. 08 (AICA): ElUn argentino, primer obispo Misionero de la Consolata Santo Padre Benedicto XVI nombró obispo titular de Maturba y Vicario Apostólico de Ingwavuma (Sud África) al padre José Luis Gerardo Ponce de León, argentino, Misionero de la Consolata, de 47 años, actual Secretario General y Procurador General del Instituto Misiones Consolata en Roma.Mons. José Luis Ponce de León, I.M.C. Nació el 8 de mayo (solemnidad de Nuestra Señora de Luján, patrona de la Argentina) de 1961 en Buenos Aires. Cursó sus estudios superiores con los Misioneros de la Consolata en Buenos Aires y en Roma, y completó los cursos de Teología en la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá (Colombia). Emitió sus primeros votos religiosos el 9 de enero de 1983 y la profesión solemne el 28 de diciembre de 1985. Fue ordenado sacerdote el 2 de agosto de 1986 en la parroquia de Nuestra Señora de Pompeya, de los misioneeros de la Consolata, en Merlo, provincia de Buenos Aires. Después de su ordenación sacerdotal desempeñó las siguientes tareas entre los años 1986-1993: director de la Animación Misionera y Vocacional; director de la revista "Misiones Consolata" en la Argentina; formador en el Seminario Filosófico; consejero provincial y vicesuperior provincial de la Argentina, durante tres años. Destinado a Sud África para el servicio pastoral en la diócesis de Dundee (1994-1998), trabajó en las parroquias de Damesfontein/Mpuluzi, Piet Retief y Madadeni. Entre 1999 y 2004 fue superior provincial de los Misioneros de la Consolata de Sud África; adoptó la ciudadanía sudafricana pero conservando la argentina. En el 2005 asumió la parroquia de Daveytown (Johannesburgo); el mismo año participó del Capítulo General de los Misioneros de la Consolata que se realizó en San Pablo (Brasil). En 2006, luego del Capítulo General, fue nombrado Secretario General de su Congregación en Roma y Procurador General ante la Santa Sede.Vicariato Apostólico de Ingwavuma El Vicariato Apostólico de Ingwavuma, en Sudáfrica, tiene una superficie de 12.309 km2, con una población de 618.000 habitantes, de los cuales poco más de 24.000 son católicos. Un Vicariato Apostólico es una circunscripción eclesiástica, regida por un vicario apostólico, establecida en lugares de misión, donde no está todavía plenamente organizada la jerarquía eclesiástica. Del Vicario Apostólico, que gobierna en nombre del Sumo Pontífice el territorio asignado, dependen todas las misiones, es decir, todas las estaciones misioneras que desarrollan su actividad en dicho territorio. El Vicario Apostólico es, por lo general, un obispo titular.Segundo obispo argentino misioneroMonseñor José Luis Ponce de León es el segundo sacerdote argentino misionero a quien el Papa eleva a la dignidad episcopal. El otro es un salesiano, monseñor Jesús Tirso Blanco, de 51 años, obispo de Lwena, Angola.+
AICA - Toda la información puede ser reproducida parcial o totalmente, citando la fuente

lunes, 24 de noviembre de 2008

Pastoral de la Drogadependencia en Internet

Buenos Aires, 24.Nov. 08 (AICA)

Página web de Red de Vida
La Comisión Nacional de Pastoral de la Drogadependencia, dependiente de la Conferencia Episcopal Argentina creó la página web: http://www.reddevida.org/, que contiene toda la información referida a sus actividades. “Tendamos un puente a la vida desde el Evangelio” puede leerse en el logo de este organismo episcopal cuya misión es poner en marcha el Programa Nacional de Acción Pastoral sobre Drogadependencia, que recibió el amplio aval de los obispos, como necesidad de enfrentar el creciente flagelo de la droga. Como primera meta se propone la creación de una pastoral sobre drogadependencia en cada diócesis, en estrecho contacto con las pastorales de Juventud, Penitenciaria, de la Mujer, de la Familia, Niñez y Adolescencia, de la Salud, la Junta Regional de Educación Católica (JUREC) y Catequesis. Una vez cumplida la organización y la puesta en marcha de las pastorales diocesanas, la segunda meta será la constitución de una Red preventivo-asistencial. El sitio está conformado por varias secciones, entre ellas: “Institucional”, “Espacio Informativo”, “Espacio Formativo” y “Espacio de Encuentro”. En la sección “Espacio Informativo” pueden encontrarse las últimas “Novedades” referidas al tema, como por ejemplo, un informe de la Secretaría de Programación para la Prevención de La Drogadicción y la lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) titulado “Marihuana más tóxica” en el que advierte que “la marihuana que se vende y consume en la actualidad en la Argentina es más tóxica, adictiva y peligrosa que antes, por modificaciones genéticas realizadas por los narcotraficantes”, calificando de “mito” la opinión general de que se trata de una “droga blanda” y denunciando que “es una mentira que se está instalando". La página se completa con documentos de formación, direcciones útiles, informes de las reuniones y encuentros que se van desarrollando en el país en el ámbito de esta pastoral específica de la Iglesia, y espacios para comunicarse con la Comisión. Para mayor información: reddevida.org@gmail.com.+

jueves, 20 de noviembre de 2008

EL PAPA PROFUNDIZA LA MISION DE LOS LAICOS

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 17 de noviembre de 2008 (ZENIT.org).- Publicamos a continuación el discurso pronunciado por Benedicto XVI al recibir el pasado sábado en audiencia a los participantes en la XXIII asamblea plenaria del Consejo Pontificio para los Laicos, con el tema "Veinte años de la Christifideles laici: memoria, desarrollo, nuevos desafíos y tareas".

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Señores cardenales
venerados hermanos en el episcopado y en el sacerdocio,
queridos hermanos y hermanas
Estoy contento de encontraros hoy, a vosotros Miembros y Consultores del Consejo Pontificio para los Laicos, reunidos en asamblea plenaria. Saludo al cardenal Stanisław Rylko y a monseñor Josef Clemens, presidente y secretario del dicasterio, y junto a ellos a los demás prelados presentes. Doy una especial bienvenida a los fieles laicos procedentes de las diferentes experiencias apostólicas y los diversos contextos sociales y culturales. El tema elegido para vuestra Asamblea - "Veinte años de la
Christifideles laici: memoria, desarrollo, nuevos desafíos y tareas" - nos introduce directamente en el servicio que vuestro dicasterio está llamado a ofrecer a la Iglesia para el bien de los fieles laicos en todo el mundo.

La exhortación apostólica
Christifideles laici, considerada como la magna charta del laicado católico en nuestro tiempo, es el fruto maduro de las reflexiones y el intercambio de experiencias y propuestas de la VII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en el mes de octubre de 1987 sobre el tema "Vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo". Se trata de una revisión orgánica de las enseñanzas del Concilio Vaticano II acerca de los laicos - su dignidad de bautizados, la vocación a la santidad, la pertenencia a la comunión eclesial, la participación en la edificación de las comunidades cristianas y en la misión de la Iglesia, el testimonio en todos los ambientes sociales y la tarea al servicio de la persona para su crecimiento integral y para el bien común de la sociedad-, temas presentes sobre todo en las constituciones Lumen gentium y Gaudium et spes, como también en el decreto Apostolicam actuositatem.
A la vez que retoma las enseñanzas del Concilio, la Christifideles laici orienta el discernimiento, la profundización y la orientación del compromiso laical en la Iglesia, frente a los cambios sociales de estos años. Se ha desarrollado en muchas Iglesias particulares la participación de los laicos gracias a los consejos pastorales, diocesanos y parroquiales, que se ha revelado muy positiva en cuanto es animada por un auténtico sensus Ecclesiae. La viva conciencia de la dimensión carismática de la Iglesia ha llevado a apreciar y valorar tanto los carismas más sencillos que la Providencia de Dios dispensa a las personas, como a aquellos que aportan gran fecundidad espiritual, educativa y misionera. No por casualidad, el Documento reconoce y anima la "nueva época asociativa de los fieles laicos", signo de la "riqueza y la versatilidad de los recursos que el Espíritu alimenta en el tejido eclesial" (n. 29), indicando los "criterios de eclesialidad" que son necesarios, por una parte, para el discernimiento de los pastores, y por otra, para el crecimiento de la vida de las asociaciones de fieles, de los movimientos eclesiales y de las nuevas comunidades. A propósito de esto quiero agradecer al Consejo Pontificio para los Laicos, de forma muy especial, por el trabajo llevado a cabo durante las pasadas décadas al acoger, acompañar, discernir, reconocer y animar a estas realidades eclesiales, favoreciendo la profundización en su identidad católica, ayudándoles a insertarse más plenamente en la gran tradición y en el tejido vivo de la Iglesia, y secundando su desarrollo misionero.
Hablar del laicado católico significa referirse a innumerables personas bautizadas, comprometidas en múltiples y variadas situaciones para crecer como discípulos y testigos del Señor y redescubrir y experimentar la belleza de la verdad y la alegría de ser cristianos. La actual condición cultural y social hace aún más urgente esta acción apostólica para compartir a manos llenas el tesoro de gracia y de santidad, de caridad, doctrina, cultura y obras, de la que está compuesta el flujo de la tradición católica. Las nuevas generaciones no sólo son destinatarias preferenciales de este transmitir y compartir, sino también sujetos que esperan en su propio corazón propuestas de verdad y de felicidad para poder dar testimonio cristiano de ellas, como ya sucede de modo admirable. He sido, yo mismo, nuevamente testigo en Sydney, en la reciente Jornada Mundial de la Juventud. Y por ello animo al Consejo Pontificio para los Laicos a continuar con la obra de esta peregrinación global providencial de los jóvenes en nombre de Cristo, y a trabajar en la promoción, en todas partes, de una auténtica educación y pastoral juvenil.
Conozco también vuestro empeño en cuestiones de especial relevancia, como la de la dignidad y participación de las mujeres en la vida de la Iglesia y de la sociedad. He tenido ya ocasión de apreciar el Congreso promovido por vosotros a los veinte años de la promulgación de la Carta Apostólica Mulieris dignitatem, sobre el tema "Mujer y hombre, el humanum en su integridad". El hombre y la mujer, iguales en dignidad, están llamados a enriquecerse mutuamente en comunión y colaboración, no sólo en el matrimonio y en la familia, sino también en la sociedad en todas sus dimensiones. A las mujeres cristianas se les pide conciencia y valor para afrontar tareas exigentes, para las cuales sin embargo no les falta el apoyo de una fuerte propensión a la santidad, una especial agudeza en el discernimiento de las corrientes culturales de nuestro tiempo, y la particular pasión en el cuidado de lo humano que le caracterizan. Nunca se dirá suficiente sobre cuánto la Iglesia reconoce, aprecia y valora la participación de las mujeres en su misión al servicio de la difusión del Evangelio.

Permitidme, queridos amigos, una última reflexión sobre la índole secular característica de los fieles laicos. El mundo, en el entramado de la vida familiar, laboral, social, es el lugar teológico, el ámbito y medio de realización de su vocación y misión (cfr Christifideles laici, 15-17). Cada ambiente, circunstancia, y actividad en el que se espera que pueda resplandecer la unidad entre la fe y la vida está confiado a la responsabilidad de los fieles laicos, movidos por el deseo de comunicar el don del encuentro con Cristo y la certeza de la dignidad de la persona humana. ¡A éstos les corresponde hacerse cargo del testimonio de la caridad, especialmente con los más pobres, los que sufren y los necesitados, así como asumir todo compromiso cristiano orientado a construir condiciones de una paz y justicia cada vez mayores en la convivencia humana, de forma que se abran nuevas fronteras al Evangelio! Pido, por tanto, al Consejo Pontificio para los Laicos que siga con diligente atención pastoral la formación, el testimonio, y la colaboración de los fieles laicos en las situaciones más diversas en las que están en juego la auténtica calidad humana de la vida en la sociedad. Particularmente, confirmo la necesidad y la urgencia de la formación evangélica y del acompañamiento pastoral de una nueva generación de católicos comprometidos en la política, que sean coherentes con la fe profesada, que tengan rigor moral, capacidad de juicio cultural, competencia profesional y pasión de servicio hacia el bien común.
El trabajo en la gran viña del Señor tiene necesidad de christifideles laici que, como la Santísima Virgen María, digan y vivan el "fiat" al diseño de Dios en sus vidas. Con esta perspectiva, os agradezco por la preciosa aportación a tan noble causa y de corazón os imparto a vosotros y a vuetsros seres queridos la Bendición Apostólica.




viernes, 14 de noviembre de 2008

FALLECIO EL IMPULSOR DE LOS FOCOLARES EN LA ARGENTINA

O'Higgins (Buenos Aires), 11 Nov. 08 (AICA)
A las 22.15 de ayer, lunes 10 de noviembre, falleció el presbítero Victorio Sabbione, primer difusor, junto con Lía Brunet, de la vida y espiritualidad del Movimiento de los Focolares en la Argentina. Abogado y luego también sacerdote, por su amplia cultura y experiencia fue punto de referencia para innumerables personas que en la actividad civil y en el ámbito religioso encontraron en él inspiración y apoyo en su esfuerzo por construir una sociedad cada vez más fraterna. Sus restos son velados en la capilla de la Mariápolis Lía en O’Higgins (provincia de Buenos Aires) y descansarán en el cementerio de ese lugar. El sepelio será mañana a las 15. Más información: mariapolis@mariapolis.org.ar y baires@focolares.org.ar.



jueves, 13 de noviembre de 2008

El Card. Bergoglio reelecto presidente del Episcopado argentino

Pilar (Buenos Aires), 12 Nov. 08 (AICA)

La nueva Comisión Ejecutiva del Episcopado argentino



El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, fue reelecto este martes presidente de la Conferencia Episcopal Argentina para el trienio 2008-2011. La Comisión Ejecutiva estará integrada, además, por los arzobispos Luis Héctor Villalba, de Tucumán, reelecto como vicepresidente primero; y José María Arancedo, de Santa Fe de la Vera Cruz, como vicepresidente segundo. Este último cargo fue ocupado en el período 2005-2008 por monseñor Agustín Roberto Radrizzani, arzobispo de Mercedes-Luján. Secretario general fue elegido monseñor Enrique Eguía Seguí, obispo auxiliar de Buenos Aires. La elección del primado argentino se realiza en el marco de la 96ª Asamblea Plenaria, que se desarrolla desde este lunes y hasta el sábado en la casa de ejercicios El Cenáculo – La Montonera, de Pilar, provincia de Buenos Aires.



Las presidencias de comisiones quedaron de este modo: Fe y Cultura, monseñor Guillermo Rodríguez-Melgarejo, de San Martín; Catequesis y Pastoral Bíblica, monseñor Luis Guillermo Eichhorn, de Morón; Ministerios, monseñor Carlos María Franzini, de Rafaela; Vida Consagrada, monseñor Virginio Domingo Bressanelli, dehoniano, de Comodoro Rivadavia; Liturgia, monseñor Mario Antonio Cargnello, de Salta; Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, de San Isidro; Educación Católica, monseñor Héctor Aguer, de La Plata; Apostolado de los Laicos y Pastoral Familiar, monseñor Juan Rubén Martínez, de Posadas; Comunicación Social, monseñor Agustín Roberto Radrizzani, de Mercedes-Luján; y del Consejo de Asuntos Económicos, monseñor Joaquín Mariano Sucunza, obispo auxiliar y vicario general de Buenos Aires.+


jueves, 6 de noviembre de 2008

VESTIDURAS Y VASOS SAGRADOS DE LA IGLESIA CATOLICA EN LAS CEREMONIAS SAGRADAS

Vestiduras en la iglesia católica romana
El reglamento que rige el uso de vestiduras por los clérigos católicos romanos comienza en las rúbricas generales, preceptos para la orientación de los sacerdotes y la realización de los ritos sagrados que se encuentran sobre todo en el misal, el libro de oraciones de la misa. En general los ropajes eclesiásticos católicos pueden dividirse en tres clases: vestiduras de misa, las que llevan los diversos celebrantes de la misa; vestiduras episcopales, las que llevan los obispos y otros miembros de la clerecía superior, y vestiduras generales.

Vestiduras de misa

La casulla, una prenda en forma de manto sin mangas, larga, es la vestidura externa principal que lleva el sacerdote en la misa. En el cuello del sacerdote, bajo la casulla, va una estrecha banda bordada llamada estola. Tanto la casulla como la estola son de color blanco, rojo, verde, morado o rosa, dependiendo de la estación del calendario de la Iglesia, de la festividad o del acontecimiento que se conmemore. La casulla puede estar adornada además con diversos símbolos litúrgicos. Con frecuencia la estola luce una cruz a cada extremo. El alba es una prenda ceñida de lino blanco, que se lleva bajo la estola y la casulla. Desciende hasta los pies y se ajusta a la cintura con un cordón de lino o cíngulo.

La vestidura exterior que lleva el diácono se llama dalmática, es una prenda ajustada del mismo color y material que la casulla que viste el celebrante.
Durante la década de 1960 era habitual en muchas partes que el sacerdote sustituyera las prendas ya descritas por una casulla-alba. Esta vestidura de una sola pieza y variado diseño es en resumen una larga túnica blanca que se lleva sin cíngulo. Sobre ella se coloca una estola de color, que cambia para indicar cada festividad o estación que se celebra.
Paño humeral: paño de forma rectangular que el presbítero se coloca sobre la espalda tomando con los extremos la custodia en las procesiones con el santísimo y adoraciones.
Capa pluvial: capa que se utiliza en celebraciones especiales.

Vestiduras episcopales
Las vestiduras completas de un obispo cuando está en el altar incluyen, sobre una larga sotana negra o púrpura, el alba, el cíngulo, la estola y la casulla; también puede ponerse la dalmática. Sobre la cabeza lleva la mitra, un sombrero alto en forma de lengua, que termina en una punta doble. En la mano lleva el báculo pastoral. Similar al cayado de pastor, el báculo es ofrecido al obispo en su consagración como símbolo de la autoridad que va a ejercer sobre su rebaño. Alrededor del cuello del obispo va el palio, una banda circular de lana blanca, con ricos bordados y signada con varias cruces.
Entre las vestiduras episcopales menos frecuentes está el roquete, una vestidura de lino ajustada, en cierto modo similar a un alba más corto o sobrepelliz con mangas estrechas. Lo pueden llevar tan sólo obispos y abades, aunque a veces lo vistan algunos canónigos con privilegio especial. La muceta es una capa corta que cubre los hombros, una parte de la vestimenta oficial de un obispo cuando no está oficiando. Se luce sobre el roquete. La esclavina, una prenda de seda o lana sin mangas, y que llega hasta la rodilla, cubre el roquete de cardenales, obispos y otros prelados. La capa magna es el guardapolvo de cuerpo entero prescrito para uso episcopal; tiene cola y una capa sobre los hombros.

Vestiduras generales
La vestidura general más importante es la capa pluvial, que suele ser de seda u otro material y tan amplia que llega casi a los pies; la capa pluvial está sujeta por delante por un broche llamado el morse y tiene una capucha semicircular en la espalda. El velo humeral, un paño oblongo, se utiliza con la capa pluvial en ceremonias especiales; se lleva sobre los hombros y los extremos delanteros quedan drapeados sobre la patena, el cáliz o la custodia cuando están en manos del sacerdote. El sobrepelliz es una prenda de lino que llevan todos los clérigos y asistentes al coro, así como los sacerdotes para administrar los sacramentos.
Bajo todas las demás vestiduras se encuentra la sotana, una prenda ajustada que llega hasta los pies. El color varía: negra para un sacerdote, púrpura para un obispo y roja para un cardenal; sólo el Papa lleva sotana blanca. El birrete, que en la antigüedad formaba parte de la indumentaria doméstica o pública del sacerdote es una gorra cuadrada con tres estrías (cuatro en el caso de doctores en teología), que se abren hacia afuera desde el centro de la parte superior. En general hoy está fuera de uso. El solideo es un pequeño casquete redondo en el color correspondiente al rango del usuario, que cuando se lleva en el templo sólo se descubre en los momentos más solemnes de los cultos.

VASOS SAGRADOS Y ACCESORIOS Cáliz: copa en la que se pone el vino que luego será Sangre de Cristo.
Patena: plato en el que se colocan las hostias durante la Misa.
Copón: recipiente destinado a colocar las hostias cuando se utilizan en gran número.
Corporal: lienzo cuadrado que se extiende en el centro del altar y sobre el cual se depositan el cáliz y la patena o el copón.
Purificador: Pequeño paño blanco para limpiar el cáliz, la patena y el copón.
Palia: paño almidonado para tapar el cáliz y la patena.
Ostensorio o custodia: elemento en el cual se pone la hostia consagrada para ser expuesta a la adoración de los fieles.
Viril: Elemento de sostén para la hostia dentro de la custodia.
Mantel.
Manutergio: pequeño paño donde el presbítero se seca las manos luego de lavárselas.
Vinajeras: recipientes para el vino y el agua para la Misa.
Acetre: recipiente para el agua de las bendiciones.
Hisopo: Similar a una bombilla de mate (puede utilizarse una ramita) se utiliza con el acetre donde recibe el agua que será asperjada (salpicada).
Incensario o turíbulo: Recipiente donde se colocan brasas e incienso.
Naveta: recipiente donde se guarda el incienso.
Crismeras: Vasos donde se colocan los santos óleos: de los catecúmenos, de los enfermos (Bautismo y unción de los enfermos) y Santo crisma (perfumado, para Bautismo, Confirmación y Orden Sagrado).

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Misa gregoriana solemne en Sevilla después de más de 40 años

Oficia monseñor Gilles Wach, superior del Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote
SEVILLA, martes, 4 noviembre 2008 (ZENIT.org).- La Asociación Una Voce Sevilla, invita a una misa con canto gregoriano, el próximo 15 de noviembre, en la parroquia de San Bernardo de Sevilla, España, que oficiará monseñor Gilles Wach, superior del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote, sociedad apostólica de Derecho Pontificio.
El celebrante, pronunciará después una conferencia sobre "El nuevo movimiento litúrgico de Benedicto XVI", en el cercano Hotel NH Viapol, de la capital andaluza.
"Se trata de una ocasión especialísima --comunica Una Voce Sevilla a Zenit--, pues hace más de cuarenta años que en la ciudad de Sevilla no se celebra una misa solemne (con diácono y subdiácono) según el Misal de Juan XXIII".
"Con el reciente Motu Proprio 'Summorum Pontificum' de S.S. El Papa Benedicto XVI -añade la nota--, el Santo Padre ha abierto la oportunidad para los fieles de conocer y profundizar en estas bellas formas litúrgicas que representan una enorme riqueza de la Iglesia, y que durante tantos cientos de años han sido camino de santidad para generaciones enteras".
La Asociación Una Voce Sevilla, "que sirve como instrumento al servicio del Santo Padre expresado en el citado motu proprio", añade, organiza junto con el Instituto Cristo Rey Sumo Sacerdote esta solemne celebración, "segura de que redundará en el bien de muchas almas y que favorecerá el conocimiento de la tradición litúrgica de la Iglesia entre muchos fieles".
En la misa, cantará el Coro Virgen de las Nieves de Sanlúcar la Mayor.
Para más información:
http://www.unavocesevilla.info./