lunes, 28 de febrero de 2011

YO TENGO UNA RELIQUIA DE LUIS GUANELLA

Benedicto XVI canonizará al "Apóstol de la caridad"
Ciudad del Vaticano, 28 Feb. 11 (AICA)

Beato Luis Guanella

El domingo 23 de octubre de este año, Jornada Mundial de las Misiones, el papa Benedicto XVI canonizará en la Plaza de San Pedro a tres beatos, uno de los cuales es el sacerdote italiano don Luis Guanella, conocido como el “Apóstol de la caridad”. Así fue resuelto en el consistorio ordinario público que, con la presidencia del Santo Padre y la participación de 47 cardenales, se celebró en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico Vaticano en febrero último.

Don Luis Guanella
Fue el noveno de los 13 hijos de Lorenzo y María Bianchi. Nació el 19 de diciembre de 1842 en Fraciscio, en los Alpes italianos. Fue bautizado al día siguiente. A los 12 años Luis quiso ingresar al seminario. Su padre no tenía la seguridad de poder costear sus estudios. Gracias a su tío, Luis obtuvo una beca y pudo culminar la secundaria en 1859.

Fue ordenado sacerdote el 26 de mayo de 1866. Su primer servicio fue ayudar en la pastoral a un anciano párroco. Su dedicación al bien de las almas y su sentido de responsabilidad se hicieron tan fuertes que empezó a hacer penitencias a favor a las personas que el Señor le había encomendado. El anciano párroco notó que la salud del padre Luis empezaba a declinar y se las prohibió.

Para Don Guanella la dignidad del ser humano fue siempre prioridad, especialmente la de aquellos que eran considerados inútiles por la sociedad como los pobres y discapacitados.

Comenzó varias casas especiales para su atención y fue así que fundó las congregaciones de los Siervos de la Caridad y de las Hijas de Santa María de la Providencia.

Era un convencido de que no bastaba que sus sacerdotes y religiosas confiaran en la ayuda de Dios, sino que debían también poner de su parte. Al ser preguntado sobre el sustento de sus muchas obras de bien, contestó: "El Siervo de la Caridad debe acostarse cada noche tan cansado por el trabajo, como si lo hubieran molido a palos".

Ideó una imagen de la Virgen María para sus fieles trabajadores y la llamó Nuestra Señora del Trabajo y en su honor erigió un hermoso templo.

Fue amigo del papa San Pío X. Ayudó a las víctimas de los terremotos en Italia de 1905 y 1915, el año de su muerte. Al empezar la primera Guerra mundial, participó en la asistencia a los heridos y por su notable actuación recibió una medalla de oro que le otorgó la Cámara de Diputados.

Con las "Estaciones Católicas", impulsó el retorno al catolicismo de algunas regiones de Suiza, promovió la devoción a la Virgen de Lourdes, lideró una peregrinación italiana al Congreso Eucarístico de Londres y viajó a los Estados Unidos en 1912 para saber más de la situación de los inmigrantes italianos. Envió a sus religiosas y sacerdotes para prestarles asistencia, que se extendió luego a los discapacitados.
Falleció el 24 de octubre de 1915 y fue beatificado por el papa Pablo VI el 25 de octubre de 1964.
En la Argentina
Los dos institutos fundados por Don Luis Guanella tienen presencia en la Argentina. Los Siervos de la Caridad, que llegaron al Río de la Plata en 1925, cuentan con nueve casas en diversas provincias del país, y las Hijas de Santa María de la Providencia, que llegaron en 1983, cuentan con tres comunidades.+

domingo, 27 de febrero de 2011

Grupos civiles de EEUU defienden a bebé condenado a muerte en Canadá

WASHINGTON D.C., 25 Feb. 11 / 07:36 pm (ACI/EWTN Noticias)

La Terri Schiavo Life and Hope Network y la Christian Defense Coalition se unieron a la lucha de Moe y Sana Maraachli para salvar a su bebé Joseph, que padece de una grave enfermedad neurodegenerativa, de una muerte por asfixia luego que una corte canadiense ordenara a los médicos que lo atienden a retirar el tubo que necesita para respirar.

Joseph Maraachli tiene 13 meses de edad y este lunes 28 de febrero podría enfrentar una muerte violenta si los médicos acatan la orden judicial. Sus padres han pedido a los médicos que practiquen una traqueotomía al bebé para llevárselo a casa y darle la oportunidad de luchar por su vida en lugar de que muera por asfixia.

Ante la negativa de los médicos, los Maraachli buscan que un hospital en Estados Unidos reciba a su hijo para intentar una recuperación milagrosa.

Para Suzanne Vitadamo, vocera de la Terri Schiavo Life and Hope Network, es inaceptable que las autoridades canadienses "decidan algo que terminará con la vida de Joseph y se nieguen a aceptar los deseos de sus padres".

"Todo paciente, sin importar sue dad, tiene el derecho de recibir atención médica adecuada y digna. Es alarmante que una vez más el gobierno usurpe los derechos que Dios concede a los padres para que amen y cuiden de su hijo en casa, especialmente cuando agoniza".

Vitadamo agregó que "ningún hospital tiene el derecho de acabar con la vida de un niño. Es derecho de los padres llevárselo a casa y cuidar de él si así lo desean. ¿Cómo es que los padres pueden perder su opción en un tema tan delicado?"

Esta red fue creada para proteger los derechos de personas con discapacidades cognitivas por los familiares de Terri Schiavo, una joven mujer de Florida que murió el 31 de marzo de 2005, unos 14 días después que por una orden judicial los médicos le retiraran los tubos que la alimentaban e hidrataban contra el deseo de sus padres que deseaban atenderla en casa.

Al mismo tiempo, Patrick J. Mahoney, director de la Christian Defense Coalition, viajó a Canadá para apoyar a la familia de Joseph, conseguir asistencia legal y un hospital en Estados Unidos que pueda atender al bebé.

"Estamos aquí para ofrecerles todo el apoyo de la comunidad de creyentes de Estados Unidos que está junto a ellos. Es trágico que las cortes y el hospital no permitan que el bebé Joseph pase los que pueden ser sus últimos días en los brazos de su amorosa familia en casa", afirmó.

Mahoney explicó que "es la familia la que debería tomar la decisión final sobre la mejor manera de proceder con este hermoso niño. Las cortes y el hospital han despreciado por complete los deseos de la familia y están atropellando los derechos de los padres".

"Animamos a todos a seguir en continua oración por el bebé Joseph y la familia y para que éste no sea el futuro de la atención sanitaria", agregó.

sábado, 26 de febrero de 2011

Norma Jean: «Reconozco la verdad contenida en la Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotalis de Juan Pablo II»

(Luis F. Pérez/InfoCatólica)
Norma Jean Coon ha publicado en su web una carta de renuncia al diaconado que supuestamente recibió en julio del 2007 de manos de una falsa obispa germano-sudafricana, Patricia Fresen, que pertenece a un grupo que se denomina Mujeres sacerdotisas católicas romanas, algunas de las cuales han sido excomulgadas por participar en simulacros de ordenaciones de mujeres.

La propia Norma Jean reconoce haber incurrido en la pena de excomunión por haber aceptado tomar parte de una ceremonia de recepción del sacramento del orden en el grado del diaconado. Ahora asegura que sólo ha actuado como diaconisa de ese grupo en dos ocasiones y reconoce que se dio cuenta pronto de su error al querer estudiar para ordenarse como presbítera.

La conversa asegura que reconoce la verdad contenida en la Carta Apostólica Ordinatio Sacerdotalis de Juan Pablo II y acepta la autoridad del Santo Padre sobre todo en la cuestión de la ordenación sacerdotal reservada a los varones.

Jean renuncia públicamente a toda relación con el grupo que la “ordenó” y pide disculpas a todos aquellos que puedan haber sido escandalizados por su proceder.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Mensaje del Papa para la Cuaresma 2011: Cuaresma, tiempo bautismal

CIUDAD DEL VATICANO, martes 22 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Cuaresma de este año, que ha sido hecho público hoy en rueda de prensa por el cardenal Robet Sarah, presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”.

“Con Cristo sois sepultados en el Bautismo, con él también habéis resucitado” (cf. Col 2, 12)


Queridos hermanos y hermanas:

La Cuaresma, que nos lleva a la celebración de la Santa Pascua, es para la Iglesia un tiempo litúrgico muy valioso e importante, con vistas al cual me alegra dirigiros unas palabras específicas para que lo vivamos con el debido compromiso. La Comunidad eclesial, asidua en la oración y en la caridad operosa, mientras mira hacia el encuentro definitivo con su Esposo en la Pascua eterna, intensifica su camino de purificación en el espíritu, para obtener con más abundancia del Misterio de la redención la vida nueva en Cristo Señor (cf. Prefacio I de Cuaresma).

1. Esta misma vida ya se nos transmitió el día del Bautismo, cuando «al participar de la muerte y resurrección de Cristo» comenzó para nosotros «la aventura gozosa y entusiasmante del discípulo» (Homilía en la fiesta del Bautismo del Señor, 10 de enero de 2010). San Pablo, en sus Cartas, insiste repetidamente en la comunión singular con el Hijo de Dios que se realiza en este lavacro. El hecho de que en la mayoría de los casos el Bautismo se reciba en la infancia pone de relieve que se trata de un don de Dios: nadie merece la vida eterna con sus fuerzas. La misericordia de Dios, que borra el pecado y permite vivir en la propia existencia «los mismos sentimientos que Cristo Jesús» (Flp 2, 5) se comunica al hombre gratuitamente.

El Apóstol de los gentiles, en la Carta a los Filipenses, expresa el sentido de la transformación que tiene lugar al participar en la muerte y resurrección de Cristo, indicando su meta: que yo pueda «conocerle a él, el poder de su resurrección y la comunión en sus padecimientos hasta hacerme semejante a él en su muerte, tratando de llegar a la resurrección de entre los muertos» (Flp 3, 10-11). El Bautismo, por tanto, no es un rito del pasado sino el encuentro con Cristo que conforma toda la existencia del bautizado, le da la vida divina y lo llama a una conversión sincera, iniciada y sostenida por la Gracia, que lo lleve a alcanzar la talla adulta de Cristo.

Un nexo particular vincula al Bautismo con la Cuaresma como momento favorable para experimentar la Gracia que salva. Los Padres del Concilio Vaticano II exhortaron a todos los Pastores de la Iglesia a utilizar «con mayor abundancia los elementos bautismales propios de la liturgia cuaresmal» (Sacrosanctum Concilium, 109). En efecto, desde siempre, la Iglesia asocia la Vigilia Pascual a la celebración del Bautismo: en este Sacramento se realiza el gran misterio por el cual el hombre muere al pecado, participa de la vida nueva en Jesucristo Resucitado y recibe el mismo espíritu de Dios que resucitó a Jesús de entre los muertos (cf.Rm 8, 11). Este don gratuito debe ser reavivado en cada uno de nosotros y la Cuaresma nos ofrece un recorrido análogo al catecumenado, que para los cristianos de la Iglesia antigua, así como para los catecúmenos de hoy, es una escuela insustituible de fe y de vida cristiana: viven realmente el Bautismo como un acto decisivo para toda su existencia.

2. Para emprender seriamente el camino hacia la Pascua y prepararnos a celebrar la Resurrección del Señor —la fiesta más gozosa y solemne de todo el Año litúrgico—, ¿qué puede haber de más adecuado que dejarnos guiar por la Palabra de Dios? Por esto la Iglesia, en los textos evangélicos de los domingos de Cuaresma, nos guía a un encuentro especialmente intenso con el Señor, haciéndonos recorrer las etapas del camino de la iniciación cristiana: para los catecúmenos, en la perspectiva de recibir el Sacramento del renacimiento, y para quien está bautizado, con vistas a nuevos y decisivos pasos en el seguimiento de Cristo y en la entrega más plena a él.

El primer domingo del itinerario cuaresmal subraya nuestra condición de hombre en esta tierra. La batalla victoriosa contra las tentaciones, que da inicio a la misión de Jesús, es una invitación a tomar conciencia de la propia fragilidad para acoger la Gracia que libera del pecado e infunde nueva fuerza en Cristo, camino, verdad y vida (cf. Ordo Initiationis Christianae Adultorum, n. 25). Es una llamada decidida a recordar que la fe cristiana implica, siguiendo el ejemplo de Jesús y en unión con él, una lucha «contra los Dominadores de este mundo tenebroso» (Ef 6, 12), en el cual el diablo actúa y no se cansa, tampoco hoy, de tentar al hombre que quiere acercarse al Señor: Cristo sale victorioso, para abrir también nuestro corazón a la esperanza y guiarnos a vencer las seducciones del mal.

El Evangelio de la Transfiguración del Señor pone delante de nuestros ojos la gloria de Cristo, que anticipa la resurrección y que anuncia la divinización del hombre. La comunidad cristiana toma conciencia de que es llevada, como los Apóstoles Pedro, Santiago y Juan «aparte, a un monte alto» (Mt 17, 1), para acoger nuevamente en Cristo, como hijos en el Hijo, el don de la gracia de Dios: «Este es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle» (v. 5). Es la invitación a alejarse del ruido de la vida diaria para sumergirse en la presencia de Dios: él quiere transmitirnos, cada día, una palabra que penetra en las profundidades de nuestro espíritu, donde discierne el bien y el mal (cf. Hb 4, 12) y fortalece la voluntad de seguir al Señor.

La petición de Jesús a la samaritana: «Dame de beber» (Jn 4, 7), que se lee en la liturgia del tercer domingo, expresa la pasión de Dios por todo hombre y quiere suscitar en nuestro corazón el deseo del don del «agua que brota para vida eterna» (v. 14): es el don del Espíritu Santo, que hace de los cristianos «adoradores verdaderos» capaces de orar al Padre «en espíritu y en verdad» (v. 23). ¡Sólo esta agua puede apagar nuestra sed de bien, de verdad y de belleza! Sólo esta agua, que nos da el Hijo, irriga los desiertos del alma inquieta e insatisfecha, «hasta que descanse en Dios», según las célebres palabras de san Agustín.

El domingo del ciego de nacimiento presenta a Cristo como luz del mundo. El Evangelio nos interpela a cada uno de nosotros: «¿Tú crees en el Hijo del hombre?». «Creo, Señor» (Jn 9, 35.38), afirma con alegría el ciego de nacimiento, dando voz a todo creyente. El milagro de la curación es el signo de que Cristo, junto con la vista, quiere abrir nuestra mirada interior, para que nuestra fe sea cada vez más profunda y podamos reconocer en él a nuestro único Salvador. Él ilumina todas las oscuridades de la vida y lleva al hombre a vivir como «hijo de la luz».

Cuando, en el quinto domingo, se proclama la resurrección de Lázaro, nos encontramos frente al misterio último de nuestra existencia: «Yo soy la resurrección y la vida... ¿Crees esto?» (Jn 11, 25-26). Para la comunidad cristiana es el momento de volver a poner con sinceridad, junto con Marta, toda la esperanza en Jesús de Nazaret: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo» (v. 27). La comunión con Cristo en esta vida nos prepara a cruzar la frontera de la muerte, para vivir sin fin en él. La fe en la resurrección de los muertos y la esperanza en la vida eterna abren nuestra mirada al sentido último de nuestra existencia: Dios ha creado al hombre para la resurrección y para la vida, y esta verdad da la dimensión auténtica y definitiva a la historia de los hombres, a su existencia personal y a su vida social, a la cultura, a la política, a la economía. Privado de la luz de la fe todo el universo acaba encerrado dentro de un sepulcro sin futuro, sin esperanza.

El recorrido cuaresmal encuentra su cumplimiento en el Triduo Pascual, en particular en la Gran Vigilia de la Noche Santa: al renovar las promesas bautismales, reafirmamos que Cristo es el Señor de nuestra vida, la vida que Dios nos comunicó cuando renacimos «del agua y del Espíritu Santo», y confirmamos de nuevo nuestro firme compromiso de corresponder a la acción de la Gracia para ser sus discípulos.

3. Nuestro sumergirnos en la muerte y resurrección de Cristo mediante el sacramento del Bautismo, nos impulsa cada día a liberar nuestro corazón del peso de las cosas materiales, de un vínculo egoísta con la «tierra», que nos empobrece y nos impide estar disponibles y abiertos a Dios y al prójimo. En Cristo, Dios se ha revelado como Amor (cf. 1 Jn 4, 7-10). La Cruz de Cristo, la «palabra de la Cruz» manifiesta el poder salvífico de Dios (cf. 1 Co 1, 18), que se da para levantar al hombre y traerle la salvación: amor en su forma más radical (cf. Enc. Deus caritas est, 12). Mediante las prácticas tradicionales del ayuno, la limosna y la oración, expresiones del compromiso de conversión, la Cuaresma educa a vivir de modo cada vez más radical el amor de Cristo. El ayuno, que puede tener distintas motivaciones, adquiere para el cristiano un significado profundamente religioso: haciendo más pobre nuestra mesa aprendemos a superar el egoísmo para vivir en la lógica del don y del amor; soportando la privación de alguna cosa —y no sólo de lo superfluo— aprendemos a apartar la mirada de nuestro «yo», para descubrir a Alguien a nuestro lado y reconocer a Dios en los rostros de tantos de nuestros hermanos. Para el cristiano el ayuno no tiene nada de intimista, sino que abre mayormente a Dios y a las necesidades de los hombres, y hace que el amor a Dios sea también amor al prójimo (cf. Mc 12, 31).

En nuestro camino también nos encontramos ante la tentación del tener, de la avidez de dinero, que insidia el primado de Dios en nuestra vida. El afán de poseer provoca violencia, prevaricación y muerte; por esto la Iglesia, especialmente en el tiempo cuaresmal, recuerda la práctica de la limosna, es decir, la capacidad de compartir. La idolatría de los bienes, en cambio, no sólo aleja del otro, sino que despoja al hombre, lo hace infeliz, lo engaña, lo defrauda sin realizar lo que promete, porque sitúa las cosas materiales en el lugar de Dios, única fuente de la vida. ¿Cómo comprender la bondad paterna de Dios si el corazón está lleno de uno mismo y de los propios proyectos, con los cuales nos hacemos ilusiones de que podemos asegurar el futuro? La tentación es pensar, como el rico de la parábola: «Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años... Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma"» (Lc 12, 19-20). La práctica de la limosna nos recuerda el primado de Dios y la atención hacia los demás, para redescubrir a nuestro Padre bueno y recibir su misericordia.

En todo el período cuaresmal, la Iglesia nos ofrece con particular abundancia la Palabra de Dios. Meditándola e interiorizándola para vivirla diariamente, aprendemos una forma preciosa e insustituible de oración, porque la escucha atenta de Dios, que sigue hablando a nuestro corazón, alimenta el camino de fe que iniciamos en el día del Bautismo. La oración nos permite también adquirir una nueva concepción del tiempo: de hecho, sin la perspectiva de la eternidad y de la trascendencia, simplemente marca nuestros pasos hacia un horizonte que no tiene futuro. En la oración encontramos, en cambio, tiempo para Dios, para conocer que «sus palabras no pasarán» (cf. Mc 13, 31), para entrar en la íntima comunión con él que «nadie podrá quitarnos» (cf. Jn 16, 22) y que nos abre a la esperanza que no falla, a la vida eterna.

En síntesis, el itinerario cuaresmal, en el cual se nos invita a contemplar el Misterio de la cruz, es «hacerme semejante a él en su muerte» (Flp 3, 10), para llevar a cabo una conversión profunda de nuestra vida: dejarnos transformar por la acción del Espíritu Santo, como san Pablo en el camino de Damasco; orientar con decisión nuestra existencia según la voluntad de Dios; liberarnos de nuestro egoísmo, superando el instinto de dominio sobre los demás y abriéndonos a la caridad de Cristo. El período cuaresmal es el momento favorable para reconocer nuestra debilidad, acoger, con una sincera revisión de vida, la Gracia renovadora del Sacramento de la Penitencia y caminar con decisión hacia Cristo.

Queridos hermanos y hermanas, mediante el encuentro personal con nuestro Redentor y mediante el ayuno, la limosna y la oración, el camino de conversión hacia la Pascua nos lleva a redescubrir nuestro Bautismo. Renovemos en esta Cuaresma la acogida de la Gracia que Dios nos dio en ese momento, para que ilumine y guíe todas nuestras acciones. Lo que el Sacramento significa y realiza estamos llamados a vivirlo cada día siguiendo a Cristo de modo cada vez más generoso y auténtico. Encomendamos nuestro itinerario a la Virgen María, que engendró al Verbo de Dios en la fe y en la carne, para sumergirnos como ella en la muerte y resurrección de su Hijo Jesús y obtener la vida eterna.

Vaticano, 4 de noviembre de 2010

BENEDICTUS PP XVI

martes, 22 de febrero de 2011

Fallece Bernard Nathanson, apostol de la vida


(Lifenews/InfoCatólica) El video que muestra a un bebé nonato huyendo durante un aborto, y su continuación titulada “El Eclipse de la Razón”, que explica en detalle los diferentes procedimientos de aborto, consagró a Nathanson como un héroe pro-vida y un auténtico converso que abriría el camino para otros como Norma McCorvey y Abby Johnson.

Lila Rose, la periodista que dirige Live Action y graba los videos secretos que muestran las felonías del negocio del aborto (como el encubrimiento de la trata sexual) dijo a LifeNews.com este lunes por la tarde que el movimiento pro-vida ha perdido uno de sus más grandes portavoces: “Hoy nuestro movimiento lamenta el fallecimiento de uno de los más grandes portavoces de la vida. El Dr. Nathanson es un testimonio de la Gracia de Dios, que puede transformar cualquier corazón en un faro de amor y verdad”.

“En su memoria, cuando se intensifica la lucha en el Congreso en estas próximas dos semanas, vamos a trabajar incansablemente para apoyar los esfuerzos valientes del Dr. Nathanson para desvelar el mal y proteger a los inocentes. Nuestros pensamientos y oraciones están con él y su familia “, dijo Rose.

Converso al catolicismo
Aunque su cambio de parecer sobre el aborto no tuvo que ver con ningún tipo de razón de orden religiosa, Bernard Nathanson acabó por convertirse al catolicismo. De ello dio testimonio en España cuando asistió a uno de los congresos "Camino a Roma" que tuvo lugar en la localidad de Ávila.

Nathanson también ganó elogios por su sinceridad al reconocer que el movimiento pro-aborto (dirigido por él como líder del grupo pro-aborto NARAL), se había inventado que un gran número de mujeres habían sido asesinadas y heridas por los abortos ilegales, en su afán por legalizar el aborto.

“Hablamos de 5.000 a 10.000 muertes al año ... Confieso que yo sabía que las cifras eran totalmente falsas .. era una cifra útil, ampliamente aceptada, así que ¿para qué molestarnos en corregirla con datos veraces?”

En 1996, Nathanson escribió su autobiografía, “La mano de Dios”, en la que expuso su transformación de médico abortista y defensor del aborto a ser un pro-vida. Afirmaba, con pesar, que “Yo soy uno de los que ayudaron a traer esta era de barbarie”.

Nathanson también llamó la atención por sus comentarios sobre el tiroteo del infame médico de abortos tardíos, George Tiller, cuando dijo que le sorprendió que nunca se hubiera hecho pro-vida. “Conocí a George hace años, cuando estaba a favor del aborto”, dijo al Washington Times. “Él vino a un curso que yo estaba dando sobre la técnica del aborto en Nueva York en 1970 bajo los auspicios de NARAL. Yo también hice abortos tardíos, hasta que cambié en 1980”.

“Mi cambio a favor de la vida no tuvo nada que ver con la religión”, dijo al periódico. “Tiller era un hombre que iba a la iglesia, lo cual no dice mucho en este país, pero uno se pregunta por qué nunca cambió de opinión en base a la evidencia científica. Ahí es donde yo cambié de opinión, a partir de las fetoscopias y los estudios de ultrasonido”

“Cuando empezamos a dominar la ecografía, se podía estudiar al feto y ver que era un miembro de nuestra especie. Si no lo haces, no eres más que un producto de la ideología política. En 1970 había aproximadamente 1.100 artículos sobre el feto. En 1990, había 22.000. Los datos se acumularon rápidamente y se abrió una ventana en el vientre materno “, decía Nathanson.

Al dar la noticia sobre su muerte, Stephen Vincent, del National Catholic Register, aseguró que “su testimonio en favor de la vida no podría ser fácilmente descartado como propaganda unilateral. Nathanson ya había tenido un gran prestigio entre los partidarios del aborto como co-fundador de la Asociación Nacional para la Revocación de las Leyes Aborto (ahora llamada NARAL ProChoice América), y como creador de lo que llamó el centro de mayor actividad abortista del país. Nathanson y sus colegas idearon una clínica ambulatoria independiente en la que el aborto y la recuperación no duraban más de tres horas. “

Joan Andrews Bell, una activista pro-vida, dijo al periódico: “Él será recordado como un gran defensor de los bebés. Quienes le conocíamos bien sabíamos que sentía un dolor profundo por lo que había hecho en su época de abortista. Recuerdo que ayunaba a menudo como penitencia y reparación por ello”.

lunes, 21 de febrero de 2011

El papa Benedicto XVI exhortó a vencer el mal con el bien

Ciudad del Vaticano, 21 Feb. 11 (AICA)
El papa Benedicto XVI dedicó su alocución del Ángelus dominical en la plaza de San Pedro a las lecturas bíblicas que en estos domingos hablan de la voluntad de Dios para que los hombres sean partícipes de su propia vida. “Ustedes serán santos porque yo, el Señor, su Dios, soy Santo”; “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Son palabras y preceptos que se leen en el Libro del Levítico, indicó el Papa. “Si escuchamos después a Jesús, en el cual Dios asumió un cuerpo mortal para hacerse próximo a cada hombre y revelar su amor infinito por nosotros, encontramos esta misma llamada y el mismo audaz objetivo.

“De hecho -indicó el Pontífice- el Señor dice: "Sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el Cielo”. “¿Pero quién puede ser perfecto?”, se preguntó el Santo Padre. “Nuestra perfección es vivir con humildad como hijos de Dios, cumpliendo concretamente su voluntad”. San Cipriano escribía que “a la paternidad de Dios debe corresponder un comportamiento de hijos de Dios, para que Dios sea glorificado y alabado con la buena conducta del hombre”. Y “¿De qué manera podemos imitar a Jesús?”. Él dice: “Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo”.

Quien recibe al Señor en su propia vida y lo ama con todo el corazón es capaz de un nuevo inicio. Consigue cumplir la voluntad de Dios al realizar una nueva forma de existencia animada por el amor y destinada a la eternidad.

A estas palabras Benedicto XVI añadió las del Apóstol Pablo: “¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?”. “Si somos conscientes de esta realidad y la plasmamos en nuestra vida -afirmó el Pontífice- entonces nuestro testimonio será claro, elocuente y eficaz”. El Papa citó a este respecto a Juan Clímaco, que decía: “Cuando el ser humano, por entero, se mezcla con el amor de Dios, entonces el esplendor de su alma se refleja también en su aspecto exterior”.

El Santo Padre antes de la oración del Ángelus recordó que el martes 22 de febrero celebramos la fiesta de la Cátedra de San Pedro apóstol. A él, primero entre los Apóstoles, Cristo confió la tarea de Maestro y de Pastor para la guía espiritual del Pueblo de Dios, para que éste pueda subir hasta el Cielo.

Exhorto, por tanto, a todos los Pastores a asimilar aquel “nuevo estilo de vida” que fue inaugurado por el Señor Jesús y que fue seguido por los Apóstoles. Invoquemos a la Virgen María, Madre de Dios y de la Iglesia, para que nos enseñe a amarnos los unos con los otros y a aceptarnos como hermanos, hijos del Padre celestial.

Saludando en distintas lenguas a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, el Papa, después de la oración mariana, insistió sobre el mismo tema: “Amen a sus enemigos -dijo-. Cuando se sufre por el mal, la persecución, la injusticia, evitemos la venganza y el odio y recemos por los perseguidores. Venzamos el mal con el bien. Confiemos a Dios todas nuestras adversidades para alcanzar la libertad y la paz espiritual”.+

martes, 15 de febrero de 2011

El cardenal Dziwisz entrega al piloto Robert Kubica dos reliquias de Juan Pablo II

(EWTN/InfoCatólica) El coche de Robert Kubica se empotró contra una barrera de seguridad, que entró violentamente en el vehículo y le amputó casi totalmente la mano y el brazo derechos. Se espera que Kubica siga en la unidad de cuidados intensivos dos días más después de que le practicaran una segunda cirugía. La tercera está programada para el miércoles. Esta segunda cirugía sirvió para tratarlo de la mano, el hombro, el brazo y el pie derechos.

Desde el hospital, Kubica, quien compite con el nombre del Papa Juan Pablo II escrito en el casco, pidió al Arzobispo de su ciudad natal, Cracovia, alguna reliquia del Pontífice polaco, que pudiera conservar para acompañarlo en todo este proceso.

El Cardenal Dziwisz entregó a Kubica dos reliquias en un medallón de oro. El canal de televisión polaco precisa que el relicario contiene un pedacito de las vestiduras papales y una gota de su sangre.

El Purpurado expresó además su deseo de que se recupere pronto y le recomendó que se encomiende al Papa que será beatificado el próximo 1 de mayo en Roma. "Espero también que tenga mucha fe de que esto lo va a ayudar", dijo el Cardenal sobre las reliquias.

lunes, 14 de febrero de 2011

Cristianos en las redes sociales

Las nuevas tecnologías, “si se usan con sabiduría, pueden contribuir a satisfacer el deseo de sentido, de verdad y de unidad que sigue siendo la aspiración más profunda del ser humano”. Así lo afirma Benedicto XVI en su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2011 (“Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital”, 6-I-2011).

Como se puso de relieve en la presentación del documento, éste vincula tres cuestiones importantes en la vida actual: la comunicación digital, la propia imagen y la coherencia de vida. En una aproximación primeramente positiva, apoyada en el análisis sociológico correspondiente, el texto refleja las enseñanzas del Papa acerca de la identidad cristiana, edificada sobre la verdad y el amor, y sus consecuencias en el terreno de la comunicación actual globalizada.

Las redes sociales en internet (sobre todo Facebook, con más de 500 millones de usuarios) presentan aspectos positivos y límites. Ante todo son una posibilidad de “diálogo, intercambio, solidaridad y creación de relaciones positivas”. Pero también pueden desembocar en “una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos que suele llevar a la autocomplacencia”.

En consecuencia –subraya el texto–, sobre todo en el caso de los jóvenes, es importante “plantearse no sólo la pregunta sobre la calidad del propio actuar, sino también sobre la autenticidad del propio ser”. Y es que “el anhelo de compartir, de establecer ‘amistades’, implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio ‘perfil’ público”.

Uno comunica lo que es, lo sepa o no, lo quiera o no. “Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales”. De ahí que se apueste “por una comunicación franca y abierta, responsable y respetuosa del otro”. Esto el cristiano lo vive no sólo al comunicar contenidos religiosos-piadosos, sino ante todo al “dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él”.

Por consiguiente se precisa la atención a los aspectos del mensaje cristiano “que puedan contrastar con algunas lógicas típicas de la red”. Primero, la verdad: “El valor de la verdad que deseamos compartir no se basa en la ‘popularidad’ o la cantidad de atención que provoca. Debemos darla a conocer en su integridad, más que intentar hacerla aceptable, quizá desvirtuándola. Debe transformarse en alimento cotidiano y no en atracción de un momento” (todo ello supone el rechazo a una cierta superficialidad y vulgaridad, hoy en boga).

En segundo lugar, el Evangelio pide una respuesta libre y encarnada “en el mundo real y en relación con los rostros concretos de los hermanos y hermanas con quienes compartimos la vida cotidiana” (no debe prestarse más atención y tiempo al ordenador que a las personas mismas).

Concluyendo, se invita a “unirse con confianza y creatividad responsable a la red de relaciones que la era digital ha hecho posible”. Esta red es parte de nuestra vida y cultura, y en ella cabe “la proclamación de la fe, con cercanía y diálogo, respeto y comprensión”. Al mismo tiempo, en la perspectiva cristiana hay que tener presente que “la Verdad, que es Cristo, es en definitiva la respuesta plena y auténtica a ese deseo humano de relación, de comunión y de sentido, que se manifiesta también en la participación masiva en las diversas redes sociales”.

En las redes sociales los cristianos pueden ayudar “a mantener vivas las cuestiones eternas sobre el hombre, que atestiguan su deseo de trascendencia y la nostalgia por formas de vida auténticas, dignas de ser vividas”. La condición para todo ello es comunicarse con integridad y honradez. También en la comunicación se cumple que la coherencia personal de vida con el Evangelio es en sí misma una forma de anuncio que determina la credibilidad del mensaje.

P. Ramiro Pellitero, Universidad de Navarra

miércoles, 9 de febrero de 2011

Aclaración del portavoz de la Santa Sede


(Zenit/InfoCatólica) El programa, Confesión: una Aplicación Católica Romana, fue desarrollado por la compañía Little iApps, y recibió hace pocos días el imprimatur de manos de monseñor Rhodes, obispo de Fort Wayne-Southbend (Estados Unidos).

Ante algunas informaciones que sugerían que se trataba de confesiones “a través” de iPhone, el padre Lombardi aclaró que “es esencial comprender bien que el Sacramento de la Penitencia requiere necesariamente la relación de diálogo personal entre penitente y confesor, así como la absolución por parte del confesor presente”.

“Esto no puede ser sustituido por ninguna aplicación informática”, y por tanto “no se puede hablar de ninguna forma de 'Confesión por iPhone'”, explicó. Pero, añadió, en un mundo en el que muchas personas utilizan soportes informáticos para leer y reflexionar (e incluso textos para rezar), no se puede excluir que alguno reflexione en preparación a la Confesión ayudándose con instrumentos digitales, como se hacía en el pasado con textos y preguntas escritas en papel, que ayudaban a examinar la propia conciencia”.

En este caso, puntualizó, se trataría de un subsidio pastoral digital que “podría ser útil, aun sabiendo que no es en absoluto un sustituto del Sacramento”. Además, finalizó, “siempre que tenga una verdadera utilidad pastoral, y que no se trate de un negocio alimentado por una realidad religiosa y espiritual importante como un Sacramento”.

Según explicó en su momento a Zenit Patrick Leinen, desarrollador y cofundador de Little iApps, este programa, en cuya creación han colaborado Thomas Weinandy, director ejecutivo del Secretariado para la Doctrina y Prácticas Pastorales de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, y Dan Scheidt, de la parroquia católica Reina de la Paz en Mishawaka, Indiana, está diseñado para la preparación de la confesión. La aplicación ofrece el examen de conciencia, una guía paso a paso del sacramento, acto de contrición y otras oraciones.

No es el primer programa de estas características, pues existen también Mea Culpa –Examen de Conciencia para los católicos y iConfess –Manual y guía de la confesión, que fueron creados para el mismo uso en dispositivos como el iPhone, pero sí el primero en recibir el imprimatur de parte de un obispo.

martes, 8 de febrero de 2011

Ucrania asiste a una explosión de vocaciones al sacerdocio en la comunidad grecocatólica

(Zenit/InfoCatólica) El obispo grecocatólico declaró que la mitad de las solicitudes para estudiar en un seminario en algunos lugares de Ucrania occidental han de ser rechazadas por falta de espacio. En algunas áreas, dos de cada tres personas que querrían ser seminaristas no lo logran cuando presentan su solicitud de inscripción.

El obispo de Ucrania señaló que los candidatos a entrar en el seminario tienen que realizar cuatro exámenes que forman parte del proceso de selección. “Agradecemos mucho que haya gente como ustedes que comprenden el importante papel que una vocación sacerdotal puede desempeñar en el mundo de hoy”, dijo el prelado a Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN). “Y de que ustedes pongan este punto de vista en práctica, ofreciendo apoyo material a la formación de nuestras vocaciones”, añadió.

En un país en el que un tercio de la población vive bajo el umbral de la pobreza, AIN apoya a 86 seminaristas diocesanos, y sigue ayudando después de la ordenación sacerdotal proporcionando estipendios de misas a 287 sacerdotes. En un mensaje a los benefactores de la organización humanitaria católica, el obispo afirma:

“Les envío mi más sincero saludo desde Ucrania y les expreso nuestro más cordial agradecimiento por su respuesta a los llamamientos de Ayuda a la Iglesia Necesitada para que ayudaran a nuestra Iglesia a afrontar las múltiples necesidades que han surgido tras un periodo de persecución prolongada”.

“Junto a ustedes, estamos construyendo el Templo de almas humanas, cuya grandeza depende únicamente de la sinceridad de los esfuerzos que cada uno de nosotros haga según su personal capacidad”, añade. Según el obispo Pryryz, los jóvenes se encaminan al sacerdocio porque buscan un desafío. Afirmó: “Les inspira ver a buenos sacerdotes, y que la Iglesia vive el evangelio social”.

El beato Omelian Korch, ejemplo para los jóvenes
“Muchos jóvenes ven los aspectos positivos y negativos. El positivo de cómo la Iglesia sirve a la gente, y el negativo de lo dura que es la vida en las calles y las aldeas”, explica. Citó al sacerdote diocesano beato Omelian Korch, que ayudó a judíos durante la ocupación nazi, como “un gran ejemplo para los jóvenes”. Korch fue asesinado en el campo de concentración de Majdanek, en las afueras de Lublin, Polonia, en 1944.

El obispo Pryryz comenta: “Su familia trató de sacarle de la cárcel pero les escribió diciéndoles que no se preocuparan. Permaneció junto a los judíos y murió con ellos”. “La Iglesia católica da un gran ejemplo de servicio y sufrimiento, tenemos que dar a la gente un grandísimo ejemplo”, añade. El desafío que afrontaron los ucranianos bajo el fascismo y el régimen soviético afectó mucho al país desde los inicios de la segunda guerra mundial.

En su agradecimiento a los benefactores, y reflexionando sobre las dificultades de la restauración de la Iglesia tras la caída del comunismo, monseñor Pryryz les dice que “han permitido a nuestra Iglesia recuperar una presencia normal en la vida pública de nuestro país”, y “han respondido a las necesidades de nuestra Iglesia y del pueblo fiel de Dios”. Y añade el prelado, “nosotros, a cambio, les prometemos hacer todo lo que podamos para promover la esperanza que tenemos en común”.

domingo, 6 de febrero de 2011

El filme que en Centroamérica dobló en éxito a Harry Potter


Santiago de Chile, 4 Feb. 11 (AICA)

En medio de gran expectativa por el éxito que cosecha donde se proyecta, se realizó en la capital chilena el preestreno de la película "La Última Cima" que narra la vida del sacerdote Pablo Domínguez fallecido en 2009 tras un accidente.
El preestreno se llevó a cabo el pasado 23 de diciembre en el teatro del colegio Santa Úrsula de Santiago, y asistieron unas 250 personas entre obispos, sacerdotes, religiosos y laicos.

Según los promotores de la presentación, la organización de comunicaciones Areópago, el filme podría llegar masivamente a las salas de cine comerciales durante la próxima Cuaresma.
"La Última Cima" fue un éxito de taquilla en España donde permaneció 6 meses en cartelera y fue solicitada en más de 100 países. La prensa española se hizo eco de “La Última Cima” con estos titulares: “Un fenómeno boca-oreja, versión siglo XXI” (El País), “Uno de los documentales más vistos de la historia” (La Razón), “Dios rompe la taquilla” (ABC) y “El milagro de La Última Cima. Ver para Creer”, (A3 Noticias).

En los países de Centroamérica fue tal el éxito que superó en el doble de espectadores a Harry Potter.
Pero el éxito continúa. Además de haberse mantenido 6 meses en los cines españoles, La Última Cima recibió los premios: “Documental de Mayor Impacto Social” del Festival Internacional de Cine Social de Castilla La Mancha, y el premio Bravo 2010 en categoría cine.

También se presentó en el FICOD (Foro Internacional de Contenidos Digitales), por su innovación y éxito gracias a su estrategia digital, y presentó su candidatura a los premios Goya 2011.
La Revista de la Academia de Cine dedicó a La Última Cima un artículo a doble página donde se describe todo el fenómeno en España.

Con 82 minutos de duración el filme presenta la historia del sacerdote madrileño Pablo Domínguez, fallecido a los 42 años al descender el monte Moncayo. Las misas de este sacerdote enamorado de Dios solían estar abarrotadas por quienes querían verlo y oírlo.
Monseñor Fernando Chomalí, obispo auxiliar de Santiago, señaló que La Última Cima "nos reconforta el alma y es un verdadero regalo del Niño Dios en esta Navidad y estaremos trabajando fuerte para que esta película llegue lo antes posible a Chile".

Sobre el preestreno, Carolina Requena Durán, directora de Comunicaciones de Areópago, señaló a la agencia ACI Prensa que si el estreno comercial no ocurre en Cuaresma "de todas maneras haremos exhibiciones masivas pagadas en salas o auditorios en Santiago y regiones de Chile".
Carolina Requena dijo también que "cuando nos enteramos de la existencia de la película, dijimos inmediatamente que bien valía la pena porque nos damos cuenta de que dentro de la oferta cinematográfica son necesarias iniciativas como ésta para ahogar el mal con exceso de bien".

Como parte del proyecto también se invitó al director de la película, Juan Manuel Cotelo, al congreso "Católicos y Vida pública" que se realizó en la Universidad Santo Tomás, de Santiago.
La Última Cima ya se vio, además de España, en Panamá, Costa Rica, Ecuador, Guatemala y Nicaragua, y en febrero llegará a El Salvador y Honduras.+

viernes, 4 de febrero de 2011

LLEVAR A DIOS A LAS CALLES


La amistad en la calle

El primer compromiso de la Comunidad es el de ser para quien no tiene techo una presencia cercana y amigable, restituyendo a cada uno la dignidad de persona con los sencillos gestos del respeto y de la amistad. Todos los miembros de la Comunidad participan en esta solidaridad hacia quien vive en la calle a través de la ayuda parcial y episódica de la limosna, de la sonrisa, de la palabra.

La limosna, gesto notable en la vida cristiana, impide cerrar los ojos ante quien es necesitado: por este motivo nos humaniza y nos permite una relación personal, aunque sea breve y esporádica, con quien es pobre. La limosna es el signo más sencillo y menos comprometido de la solidaridad.

La condición de soledad y aislamiento es común a las personas sin techo: algunas veces es tan profunda que algunos, además de haber perdido todo contacto con la familia, mantienen escasísimas relaciones con el mundo que les rodea. Pararse, intercambiar algunas palabras con ellos, nos puede parecer poco en una vida rica de relaciones. En cambio, quien vive en la calle a menudo no tiene ocasión de hablar con nadie si no es para pedir ayuda - y a veces sin respuesta - y nunca es llamado por nadie por su nombre. El nombre representa la persona, su historia. Saludar, acto humano de civilización, presentarse, preguntar el nombre y decir el propio, rompen el desprecio que a menudo rodea a estas personas y son signo de respeto y de reconocimiento de su dignidad. Es la primera ayuda que podemos brindar a estos pobres: restituirles la dignidad de personas y la atención que se merecen, precisamente a causa de las duras condiciones en las que viven.
Todos, cuando tienen alguna dificultad, necesitan que alguien les eche una mano: quien vive en la calle ha acumulado en su vida desilusiones y fracasos y se encuentra diariamente con problemas de difícil solución: problemas de supervivencia, de relación con los demás, de intolerancia del mundo que les rodea. Tener alguien a quien pedir ayuda y que sepa escuchar sin pensar que ya conoce la solución es tan raro como fundamental.

No es cierto que quien vive así ha perdido el deseo de tener una vida normal, pero la enorme cantidad de problemas que deben afrontar y la ausencia de apoyo provocan una resignada desesperación que a menudo se convierte en rechazo. La fidelidad en la amistad y la respetuosa búsqueda de soluciones concretas a los problemas de cada uno permite construir un futuro mejor, incluso en situaciones donde parece imposible un cambio.

El encuentro humano y la cercanía fiel y paciente, signo de la ternura de Dios para sus pequeños, permiten reconstruir relaciones significativas con personas que a causa del aislamiento prolongado no parecen, en un principio, aceptar de buen grado un contacto o una ayuda concreta.
COMUNIDAD SAN EGIDIO:

http://www.santegidio.org/cast/solidarieta/senzadimora/strada_01.htm

jueves, 3 de febrero de 2011

El Papa a los consagrados: vuestro testimonio coherente es necesario hoy

En la Fiesta de la Presentación del Señor y Jornada de la Vida Consagrada

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 2 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- La vida consagrada está llamada a un “testimonio profético”, afirmó hoy el Papa Benedicto XVI, durante las Vísperas celebradas en la Basílica de San Pedro, con motivo de la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, y Jornada de la Vida Consagrada.

El Papa quiso celebrar esta fiesta, instituida por su predecesor Juan Pablo II, con los superiores y superioras mayores presentes en Roma, y con otros representantes de las familias e institutos religiosos.
La Presentación de Jesús en el templo “constituye un icono elocuente de la entrega total de la propia vida para quienes, hombres y mujeres, son llamados a reproducir en la Iglesia y en el mundo”, mediante los consejos evangélicos, “los rasgos característicos de Jesús virgen, pobre y obediente”

Benedicto XVI reconoció que hoy, sobre todo en las sociedades más desarrolladas, se vive “una condición a menudo señalada por un pluralismo radical, por una progresiva marginación de la religión de la esfera pública, por un relativismo que afecta a los valores fundamentales”.
“Esto exige que nuestro testimonio cristiano sea luminoso y coherente y que nuestro esfuerzo educativo sea cada vez más atento y generoso”, observó.

Así, pidió a los consagrados que su acción apostólica “se convierta en una tarea de vida, que acceda, con perseverante pasión, a la Sabiduría como verdad y como belleza”,
“Sabed orientar con la Sabiduría de vuestra vida y con la confianza en las posibilidades inagotables de la educación verdadera, la inteligencia y el corazón de los hombres y de las mujeres de nuestro tiempo hacia la 'vida buena del Evangelio'”, añadió.

El Papa, aludiendo al pasaje del evangelio del día, sobre la Presentación de Jesús en el Templo, quiso proponerles tres “iconos” contenidos en la escena narrada por la Escritura.

El primero “contiene el símbolo fundamental de la luz”, que “los Padres de la Iglesia unieron esta irradiación al camino espiritual”.
“La vida consagrada expresa ese camino, de modo especial, como 'filocalía', amor por la belleza divina, reflejo de la bondad de Dios”, que aunque corresponde a todos los cristianos, “una experiencia singular de la luz que emana del Verbo encarnado la hacen ciertamente los llamados a la vida consagrada”, afirmó.

El segundo icono, explicó, es “la profecía, don del Espíritu Santo”. “La vida consagrada está llamada a ese testimonio profético, ligada a su doble actitud contemplativa y activa”.

“A las consagradas y consagrados se les ha concedido manifestar el primado de Dios, la pasión por el Evangelio practicado como forma de vida y anunciado a los pobres y a los últimos de la tierra”.

El tercero, añadió, “es la escucha asidua de la Palabra”. “escuchad asiduamente la Palabra, porque ¡toda sabiduría de vida nace de la Palabra del Señor!”, pidió el Papa a los presentes.

“Escrutad la Palabra a través de la lectio divina, porque la vida consagrada nace de la escucha de la Palabra de Dios y acoge el Evangelio como su norma de vida. Vivir en la estela de Cristo casto, pobre, obedientes en este sentido una 'exégesis' de la Palabra de Dios”.

Concluyó citando al respecto un pasaje de la Exhortación Postsinodal Verbum Domini: “El Espíritu Santo, en virtud del que ha sido escrita la Biblia, es el mismo que ilumina con luz nueva la Palabra de Dios a los fundadores y fundadoras. De ella ha brotado cada carisma y de ella quiere ser expresión cada regla, dando origen a itinerarios de vida cristiana marcados por la radicalidad evangélica”.