viernes, 7 de octubre de 2011

Ser religiosa es "tabú" también en familias cristianas, dice autor de libro de testimonios

MADRID, 07 Oct. 11 / 02:25 pm (ACI/Europa Press)

El autor de "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?" (Libros Libres), Jesús García, ha asegurado que una mujer puede ser arquitecto, abogada, médico, o lo que sea, pero ser monja es "tabú", incluso en las familias de entorno cristiano, pues, según ha explicado, "no hay ni una sola chica que diga que va a ser monja a la que le digan qué buena monja vas a ser, qué alegría, ese es tu futuro".

En este sentido, García ha apuntado, en una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la presentación este jueves en Madrid de su obra, que existe un rechazo hacia la decisión de las mujeres que eligen ser monjas de clausura, mientras otras que "se desnudan moralmente" en sus trabajos son "aplaudidas por todos".

Esta actitud, según ha indicado, puede deberse a que se trata de una "contradicción" porque la mujer que se dedica a una vocación religiosa "está negando la posibilidad de tener descendencia y eso es incomprensible para todos".

Por ello, ha animado a las personas cercanas a una monja a introducir "el componente de fe" para entender su decisión y a que, en caso de no entenderla, al menos "la respeten".

"La sociedad ha madurado mucho en cuanto a la determinación de la mujer, su independencia, la mujer puede incluso abortar y sin embargo nos rasgamos las vestiduras cuando nuestra hija o la hija del vecino dice que se mete a monja", ha remarcado.

De hecho, García ha afirmado que las chicas que él ha conocido en las entrevistas son monjas "mayores de edad, adultas que lo han hecho en libertad".

"No son unas locas, no son tontas, algo habrá pasado, interésate por ver qué es lo que ha pasado. Ellas tienen una respuesta", ha insistido.

Precisamente, ha destacado que se aventuró a escribir este libro de entrevistas porque la vida religiosa femenina es algo "muy desconocido" dentro de la Iglesia frente a los hombres que tienen una visibilidad "muchísimo mayor" y porque, según ha asegurado, sus vidas tienen "algo que merece la pena ser contado" porque puede aportar amor.

"Una monja se hace monja por amor, un amor brutal. Cada una es un testimonio de amor descomunal. Sin ese amor no tendría sentido lo que hacen. Es el amor de Dios que arrolla con todo, destroza todos sus planes de futuro, tener una familia, una carrera y sin embargo las hace muy felices", ha añadido.

Así, ha destacado que lo que más le ha llamado la atención de ellas ha sido "su alegría desbordante y felicidad". "Para mí, una monja auténtica es un testimonio de que Dios existe porque fuera de la existencia de Dios esto no se entendería, no podrían ser alegres, estarían frustradas", ha apostillado.

Sor Teresita, récord de clausura

Jesús García ya ha vendido 10 mil ejemplares de este libro que se hizo famoso en verano por incluir el testimonio de la monja española que tiene el récord mundial de clausura, Sor Teresita, del Monasterio de Buena Fuente del Sistal (Guadalajara), y tras el encuentro de la religiosa con el Papa Benedicto XVI durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Madrid, el autor se reunió con ella para conocer sus impresiones y agradecerle que le entregara al Pontífice un ejemplar del libro.

En esta ocasión, según ha comentado García, Sor Teresita le pidió perdón porque antes de encontrarse con el Pontífice estaba "muy nerviosa" y creía que el autor le había metido en "un lío".

"Me decía: Jesusito perdóname porque he pensado mal de ti por el lío en que me habías metido, pero ahora estoy muy feliz, muy contenta y ha sido un regalo para mí", ha recordado.

Unas semanas más tarde, el 16 de septiembre la religiosa cumplía 104 años y el equipo de la editorial fue a celebrarlo con ella. Según ha indicado García, Sor Teresita les contó, mientras los ojos le brillaban, que el encuentro con el Papa había sido para ella "un regalo de la Virgen al final de su vida".

Por ello, García ha asegurado que de esta historia ha extraído la enseñanza de que "incluso teniendo 104 años, habiendo visto ya todo lo que puedes ver en una vida, puedes tener ilusiones todavía y además muy grandes".

García ha asegurado que en los conventos se ha encontrado con mujeres que, como todas, tienen "una sensibilidad y una afectividad especial", con "sus defectos y virtudes" que, a su juicio, no necesitan darse a conocer mientras que el mundo "sí necesita conocerlas".

Precisamente, se ha mostrado "convencido" de que lo que hacen es "muy necesario" y de que "el mundo está siendo sostenido por la oración de las religiosas de clausura".

Además, ha subrayado que no comparte "en absoluto" que exista una crisis de vocaciones y ha señalado que hay que fijarse no tanto en la "cantidad" de vocaciones sino en la "calidad" de las mismas y, en este sentido, ha afirmado que las que hay son "muy auténticas" ya que están "contrastadas con una vida, un noviazgo, unos estudios, con un discernimiento mucho mayor de lo que se podía hacer antes" y porque, mientras "en otros tiempos, existían una serie de privilegios para la Iglesia, el mundo de hoy no te ofrece nada por ser monja". Además, ha remarcado que, aunque a día de hoy hay "menos monjas que hace 30 años", hay más novicias que entonces.

En esta línea, ha comentado que la JMJ siempre ha sido "un empujón" a las vocaciones porque la Iglesia ofrece "una visibilidad que en otros momentos del año o de la historia no tiene".

Finalmente, ha destacado que la "gran satisfacción" que ha experimentado con este libro es la ayuda que, según ha indicado, está prestando a padres y familiares de monjas que no habían entendido que su hija se marchara a un convento en la flor de su vida, y que, a través de las entrevistas, han descubierto que lo que le ha pasado a su hija "era verdad, ni un capricho ni una comida de cabeza, sino una experiencia de amor real".

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