jueves, 9 de febrero de 2012

LA PEQUEÑA FE...




Hoy he traducido algunos párrafos de un blog canadiense, escrito por una madre soltera evangélica, Myah Walker, que quedó embarazada de un bebé a quien los doctores diagnosticaron anencefalia, recomendando el aborto. Le dijeron que la niña moriría inmediatamente después de nacer, ya que nunca podría vivir separada de su madre. A pesar de tenerlo todo en contra, Myah decidió no acabar con la vida de su hija.


Continuó con el embarazo y, sorprendentemente, su hija nació viva y recibió el nombre de Faith Hope (Fe Esperanza).

Les pongo el comienzo y el final de su historia, ya que la pequeña Faith murió la semana pasada, cuando tenía tres meses de edad.



Sorprendentemente, podía respirar, reaccionar ante su entorno, balbucear en lenguaje de bebé, sonreír… Su madre muestra en sus palabras el gran amor que ha tenido a su hija, su forma de ver estas cosas con los ojos de Dios y su esperanza de que un día volverán a encontrarse en el cielo. Para mí, estos párrafos son un ejemplo de que Dios ve las cosas de otra forma, de que la pequeña Faith es infinitamente preciosa a sus ojos, igual que yo o cualquier otra persona.

Por desgracia, también me ha servido esta historia para ser más consciente de los extremos a los que llega la depravación humana. Hay unas cuantas páginas en Internet dedicadas exclusivamente a insultar a esta madre y a su hija, a decir las cosas más horribles que puedan imaginar sobre Faith, exigiendo que no se deje nacer a niños así y quejándose del gasto que pueda suponer para los servicios sanitarios públicos. Otro elemento horrendo de la historia es que el padre de la niña es un pastor evangélico casado que dejó embarazada a Myah y luego la abandonó. Sin embargo, todo esto es una muestra más de que la misericordia de Dios es más fuerte que nuestros pecados, por grandes que sean.


El título del blog de Myah es una frase de San Pablo: “Caminamos en la fe (faith) y no en la visión".

Gracias por estar aquí y por su recuerdo y oraciones…

Me llamo Myah. Tengo 23 años y soy madre soltera de una niñita muy especial.

Cuando estaba embarazada de 19 semanas, me dijeron que mi bebé no tenía cerebro. Esta enfermedad se conoce como “anencefalia”. Me dijeron que mi bebé sólo estaba viva porque estaba unida a mí, pero que no podría sobrevivir por sí misma. El doctor me dijo que podía continuar el embarazo sin riesgos, pero que mi bebé moriría poco después de nacer. O también podía decidir interrumpir el embarazo en ese momento, induciendo el parto a las 20 semanas y dejando que mi bebé muriera sin llegar a verla ni a tenerla en mis brazos (no quiero saber lo que hacen con los bebés en esos casos). Supongo que para algunas personas sería una decisión difícil, pero no lo fue para mí. No tuve que pensarlo ni un segundo. Sabía que no se ganaba nada con interrumpir el embarazo y mi hija era ya la persona a la que más quería en el mundo. Incluso si permanecía inconsciente, como me habían dicho los médicos, y sólo vivía unos segundos o minutos, incluso si nacía muerta, merecía la pena. Así que comenzamos nuestra odisea…

Hoy, mientras escribo esto, Faith tiene 10 semanas de edad (+1 día) y está muy bien. Es totalmente consciente y responde como cualquier bebé “normal”. Es muy sensible al tacto (especialmente cuando algo está frío) y no hay duda de que puede oír. Sonríe, hace ruiditos cuando está contenta, llora y es una niña luchadora. Sabe lo que le gusta y lo que no le gusta y te lo hace saber. Tiene su pequeña personalidad propia que nos encanta. Nos ha asombrado su desarrollo… desde el primer día sonreía y decía cosas de bebé ("bu", “he", “bua"… monísima). Desde que nació podía levantar la cabeza y, cuando se sentó, cuando sólo tenía 5 días, nos dejó boquiabiertos :)

Como Faith claramente estaba consciente y le iba muy bien, le hicieron un TAC para confirmar el diagnóstico. Un neurocirujano y radiólogo revisó las imágenes y estuvo de acuerdo en que, increíblemente Faith sí que tiene anencefalia. No saben como explicar que Faith esté viva y respirando, y mucho menos que además actúe de forma consciente. Hay cosas que los médicos no pueden explicar ;)

Espero que, al compartir nuestra historia, podamos dar cierta luz a esta enfermedad llamada anencefalia, Pero sobre todo espero que a través de la vida de Faith, puedan ver la gracia de Dios. Pueden creerme… hay más esperanza y alegría aguardándoles de lo que podrían imaginar. ¡Lo sé por experiencia! Pueden leer todos los libros y revistas médicas que quieran, pero esto es la vida REAL. Y esto es el amor real. Quiero a mi hija como Dios la ha hecho. Es un regalo y un milagro y siempre lo será.

Myah (la mamá de Faith)
……………………..
Los mejores 93 días de mi vida…

…los pasé con mi hija. Faith se fue hoy al cielo. Pasamos toda la mañana y parte de la tarde abrazadas en mi cama. Le dije que la quería muchas veces. La tenía en mis brazos cuando murió. Fue alrededor de la 4:40 de la tarde. Acababa de cambiarle el pañal y decidí cogerla y envolverla en una manta. Sonrió muy dulcemente y siguió haciéndolo durante varios segundos… me pareció que estaba muy mona.


Esperé a que volviera a respirar, pero no lo hizo. Me miró, abriendo sus preciosos ojos, y me di cuenta de lo que estaba pasando.


Le dije que fuera con Jesús. Le dije que la quería y que todo estaba bien, que nos encontraríamos en el cielo. La abracé y lloré sobre ella. Toqué su pecho y ya no había latidos del corazón. Pero seguía estando guapísima. E incluso ahora, sigue estándolo… la tengo en brazos y parece feliz y en paz. Dios es bueno.

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