miércoles, 16 de mayo de 2012

En el dulce silencio místico de su monasterio, ahí Laura está encontrando la verdadera felicidad...

Madrid (España), 16 May. 12 (AICA)


Laura Adshead fue novia del actual primer ministro inglés, David Cameron, y hoy es monja contemplativa en un monasterio de clausura en los Estados Unidos. Pero Laura tiene una historia que narra la agencia brasileña Gaudium Press, basada en la información que dio The Daily Mail y difundió la agencia electrónica Religión en Libertad.

Es una de esas historias que no se sabe (¿o sí se sabe?) por qué no circulan o no tienen cabida en los grandes medios informativos. Abrumados muchas veces por las banalidades o las verdaderas sandeces con que las grandes agencias con frecuencia nos invaden, creemos ciertamente que la bella historia de Laura Adshead merece más de un titular y más que un titular. Entremos, pues, respetuosamente en su vida -dice Gaudium Press-, en la historia de la que hoy es la hermana John Mary, una de las 36 religiosas de clausura de un monasterio benedictino en los Estados Unidos.

Laura estudió en un prestigioso instituto inglés, el Colegio de Mujeres de Chelteham. De allí pasó a Oxford, donde conoció a David Cameron, actual primer ministro inglés. Y fueron novios durante más de un año, entre 1990 y 1991. Cameron ya colaboraba entonces en la sede central del Partido de los ‘Tories', el Partido Conservador Británico y Laura era una de las secretarias del por entonces primer ministro Mayor.

La Hermana John Mary
Tras terminar su relación con Cameron, Laura cambió su trabajo en la sede del gobierno por un viaje a Filadelfia, Estados Unidos, donde fue a estudiar en la Escuela de Negocios Wharton. En esa ciudad su destacada capacidad profesional la llevaron a ser directora general de Ogilvy & Mather, la conocida agencia de publicidad, y además casi se convierte en estrella de televisión en una conocida serie.

El Daily Mail, que es el que descubre la historia, no deja de revelar detalles de la otrora ‘glamorosa’ y mundana vida de la rubia exnovia de Cameron. Muchos acontecimientos de la alta sociedad neoyorkina contaban con su presencia. Las páginas sociales de las revistas frecuentemente exhibían su figura. En el exclusivo ‘The Hamptons', en el Long Island neoyorkino, Laura arrendaba periódicamente una lujosa casa veraniega, donde la vida social ciertamente no faltaba. Sin embargo, nada de eso la hacía verdaderamente feliz, al punto de querer buscar la dicha ansiada en el abismo de la adicción, lo que casi la lleva a la tumba.
“Yo pensaba que mi vida iba a progresar normalmente. Que conocería a alguien, me casaría, tendría hijos, pero ese no era el camino que Dios me había marcado”, reconoce. “Siento que he intentado muchas cosas en la vida que se supone que te hacen feliz. Ese viaje me llevó al alcoholismo y la adicción a las drogas”, afirma.

Y he aquí que sí, Dios habló a su alma.
En el año 2008 comenzó un camino que la llevó finalmente a tomar los hábitos de monja.
“Recuerdo haber tenido que decirle a mi madre ‘Voy a entrar a un convento’ y ella me dijo: ‘Sí, puedo ver que este mundo ya no tiene un significado real para ti’. Conocí este lugar y vi que en él había lo que buscaba”, cuenta.

Hoy la Hermana John Mary tiene 44 años. Sigue conservando en su rostro los rasgos que un día atrajeron las miradas de todo un primer ministro. Pero su belleza material y espiritual está enteramente consagrada a Dios. Ya no diseña o gerencia una campaña publicitaria de una gran marca, sino que a veces ordeña vacas, reza mucho, periódicamente lava los trastos, limpia los pisos y otros sacros oficios propios de un recinto monacal. No viste ahora los costosos vestidos propios de su otrora tren de vida, sino que porta con orgullo el modesto, oscuro y humilde traje de monja.

Y allí, no bajo los reflectores de la gran publicidad del mundo, sino en el dulce silencio místico de su monasterio, ahí Laura está encontrando la verdadera felicidad.+

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