lunes, 30 de septiembre de 2013

Cumple 50 años la 'Pacem in terris', el grito por la paz de Juan XXIII q...


En el marco del 50 aniversario de la Encíclica Pacem in Terris, del Beato Angelo Roncalli, el Pontificio Consejo Justicia y Paz presentó – este jueves en la Oficina de Prensa de la Santa Sede - tres Jornadas que no quieren ser una mera conmemoración del documento, sino promover una reflexión sobre el presente y la actualidad de los contenidos de la Encíclica.
Presentando esta iniciativa, el Cardenal Peter Turkson, presidente del dicasterio, puso de relieve que al mismo tiempo, se quiere comprobar la traducción a la práctica de sus enseñanzas fundamentales en el contexto de los derechos humanos, del bien común, del bien común global y de la política, ámbitos en los que se juega la coexistencia pacífica entre los pueblos y entre las naciones. De hecho, para lograr la paz, el Papa Juan XXIII, más que presentar teorías sobre la paz o la guerra, apela, más bien, al propio hombre y su dignidad. Las Jornadas tendrán lugar del 2 al 4 de octubre.

27 de abril, canonización de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II



Hace unos minutos se ha anunciado la fecha de la ceremonia de canonización de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II. Publicamos algunas anécdotas, textos y oraciones para la devoción a los dos futuros santos.

Oración para pedir la intercesión de Juan XXIII
Opus Dei -
Infinitas gracias doy a Dios, porque desde siempre te eligió para tan altos misterios, y te adornó con las virtudes de la caridad, pobreza, humildad y obediencia.

Te pido nos alcances la paz para todos los pueblos, la unidad de las iglesias, la caridad para todos los hombres.

Tú, el Papa Bueno, ayúdanos a vivir como verdaderos hijos de Dios, como fieles discípulos de Jesús y apóstoles de su palabra. Te pido de manera especial, por todas las familias para que sean santuario de vida y amor, bendícelas y líbralas de todo mal.

Intercede por todos nosotros en unión de nuestra Madre Santísima María. Amén.

Oración para pedir la intercesión de Juan Pablo II
Opus Dei -
Oh Trinidad Santa,

Te damos gracias por haber concedido a la Iglesia al Papa Juan Pablo II y porque en él has reflejado la ternura de Tu paternidad, la gloria de la cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de amor.

Él, confiando totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María, nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor, indicándonos la santidad, alto grado de la vida cristiana ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo.

Concédenos, por su intercesión, y si es Tu voluntad, el favor que imploramos, con la esperanza de que sea pronto incluido en el número de tus santos.

Amén.

 * * *

Anécdotas de Juan XXIII

· Cuando lanzaron el primer cohete a la luna con su alunizaje en ella, publicaron los periódicos la noticia con gran impacto y espectaculares titulares sensacionalistas. El papa Juan XXIII se limitó a comentarlo con sus íntimos moviendo lentamente la cabeza mientras exclamaba varias veces: - “Hay tanto que hacer en la tierra, ¡hay tanto que hacer!”
Opus Dei -
· Contaba un obispo francés que, al final de la primera sesión del concilio, un día habló con Juan XXIII sobre el discurso de apertura, y el Papa le decía: “La verdad es que en el discurso de apertura que dirigí a los obispos al empezar el concilio, no había visto tantas cosas como luego, estudiándolo, encontraban los obispos. Sin embargo, ahora, cuando lo releo, también yo las encuentro... Se ve que el Espíritu Santo es más listo que todos nosotros”.
· Regresaba un día al Vaticano con su secretario después de haber visitado un asilo de ancianos y de haberles obsequiado algunos regalos. Al pasar por delante de una casa, el secretario, señalándola, le dijo: “Santidad, en esta casa vive el profesor Lolli, redactor de L´Osservatore Romano. Tiene a su mujer muy enferma. ¿No podría enviarle una bendición?”El papa le contestó: “Es difícil mandar una bendición por el aire, don Loris. ¿No es mejor llevársela personalmente?”Y sin avisar, como tantas veces hacía, estaba llamando a la puerta del redactor del diario para llevarle la bendición en persona...

· Al principio de su pontificado, Juan XXIII tuvo que posar para los fotógrafos, para que éstos hicieran las fotografías oficiales del nuevo Papa. En una ocasión, inmediatamente después de posar ante las cámaras, recibió en audiencia a monseñor Fulton Sheen, que era un obispo muy conocido en Estados Unidos porque predicaba en televisión. Al saludarle, Juan XXIII le manifestó con toda sencillez: "Mire, Dios nuestro Señor supo ya muy bien desde hace setenta y siete años que yo había de ser Papa. ¿No pudo haberme hecho más fotogénico?"
· Cuentan que en su primera noche como Pontífice pidió al cardenal Nasalli que se quedara a cenar con él. Pero el purpurado le dijo que era costumbre que los Papas comieran solos, a lo que el recién elegido respondió: "¡Tampoco de Papa van a dejarme hacer lo que me de la gana!". El cardenal, accediendo a la petición preguntó: "¡Santidad!, ¿puedo traer champán?". Juan XXIII respondió: "¡Sí, por favor, pero no me llame Santidad, que cada vez que así lo hace me parece que me está tomando el pelo!".
Anécdotas de Juan Pablo II

Opus Dei -
· En su última celebración del Corpus Domini que presidió en 2004, el Papa ya no podía andar, de forma que hubo que fijar su silla a la plataforma del vehículo dispuesto para la procesión. Delante de él, sobre el reclinatorio, se exhibía el ostensorio con el Santísimo Sacramento. Poco después de la partida, Juan Pablo II se dirigió a uno de los maestros de ceremonias y le preguntó si podía arrodillarse. Con delicadeza, éste le explicó que era demasiado arriesgado, dado que el recorrido era bastante accidentado y eso menguaba la estabilidad del vehículo. Pasados unos minutos el Papa repitió:
- "Querría arrodillarme".Le respondieron que esperase a que el firme fuese mejor. Unos instantes después dijo:
- "Ahí está Jesús, ¡por favor!"Los dos maestros de ceremonias lo ayudaron a arrodillarse en el reclinatorio. Como no lograba sostenerse con las piernas, el Papa intentó sujetarse aferrándose al borde de aquel, pero, casi de inmediato, tuvieron que sentarlo de nuevo en la silla.

· Cuenta el Cardenal Coppa, sobre un viaje del Papa a República Checa en el año 1995, cuando ya comenzaba a usar bastón a causa de su salud:
“La primera noche de aquel viaje, luego de volver de la cena con los obispos, bajó a la capilla ante el Santísimo. Las hermanas habían preparado para él un gran reclinatorio, pero prefirió rezar en uno de las bancas habituales. Yo lo acompañaba, esperándolo afuera de la capilla... La noche siguiente tuve que responder a una llamada urgente y no pude acompañarlo a la capilla. Llegué luego, cuando ya estaba arrodillado. Antes de entrar escuché como una música distinta, y cuando abrí silenciosamente la puerta, escuché como, arrodillado en la banca, cantaba ante el tabernáculo. Nunca he olvidado ese delicado canto, que era como un coloquio de amor con Cristo...”
· Un día, Monseñor Álvaro del Portillo, Prelado del Opus Dei, esperaba para ser recibido en audiencia por Juan Pablo. Al oírle llegar, notó que lo hacía arrastrando los pies. El Prelado le comentó: ”¡Que cansado está, Santidad!”. A lo que el Papa replicó de inmediato:”Si a estas horas de la noche el Papa no estuviera cansado sería porque hoy no habría cumplido con su deber”.

· En 1994, la revista TIME nombró a Juan Pablo II “Hombre del año”. Su portavoz le mostró la portada y el Papa le dio la vuelta. Su asesor se la mostró de nuevo y el Papa de nuevo la giró. “Santidad, ¿no le gusta la revista?”, le preguntó. “Quizá –dijo- es que me gusta demasiado”.
· En 2001 el Papa realizó un histórico viaje a Grecia, donde pudo reunirse con los obispos ortodoxos. En uno de los encuentros con el Arzobispo de Atenas, Su Beatitud Christodoulos, Juan Pablo les comentó que tenía una gran ilusión de rezar el Padre Nuestro con él en griego, y él también lo quiso y lo rezaron juntos en voz alta. Este gesto importante -hacía diez siglos que no sucedía algo así- no fue improvisado: el Papa, antes del viaje, había recitado durante varios días el Padre Nuestro en griego, para aprenderlo.

* * *

El “Decálogo de la serenidad” de Juan XXIII
Opus Dei -
1. Sólo por hoy, trataré de vivir exclusivamente al día, sin querer resolver el problema de mi vida de una vez.

2. Sólo por hoy, tendré el máximo cuidado de mi aspecto; trataré de ser cortés; de no criticar a nadie ni pretender disciplinar a nadie, sino a mí mismo.

3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.

4. Sólo por hoy, me adaptaré a las circunstancias, sin querer que las circunstancias se adapten a mis deseos.

5. Sólo por hoy, dedicaré treinta minutos de mi tiempo a una buena lectura recordando que así como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, la buena lectura es necesaria para mi mente y espíritu.

6. Sólo por hoy, haré una buena acción a favor de alguien que solamente yo sabré.

7. Sólo por hoy, haré dos acciones positivas que no sean de mi agrado y procuraré que nadie se entere.

8. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.

9. Sólo por hoy, haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré íntegramente, pero lo redactaré. Y me cuidaré de dos calamidades, la prisa y la indecisión.

10. Sólo por hoy, no tendré temores, no tendré miedo a gozar de lo que es bello y de creer en la bondad. Puedo hacer durante un día lo que me descorazonaría si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida.

Oración de Juan Pablo II al Espíritu Santo

Espíritu Santo, dulce huésped del alma, muéstranos el sentido profundo del gran Jubileo y prepara nuestro espíritu para celebrarlo con la fe, en la esperanza que no defrauda, en la caridad que no espera recompensa.

Espíritu de verdad, que conoces las profundidades de Dios, memoria y profecía de la Iglesia, dirige la Humanidad para que reconozca en Jesús de Nazaret el Señor de la gloria, el Salvador del mundo, la culminación de la Historia.
Opus Dei -
Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu creador, misterioso artífice del Reino, guía la Iglesia con la fuerza de tus santos dones para cruzar con valentía el umbral del nuevo milenio y llevar a las generaciones venideras la luz de la Palabra que salva.

Espíritu de santidad, aliento divino que mueve el universo, ven y renueva la faz de la tierra. Suscita en los cristianos el deseo de la plena unidad, para ser verdaderamente en el mundo signo e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad del género humano.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu de comunión, alma y sostén de la Iglesia, haz que la riqueza de los carismas y ministerios contribuya a la unidad del Cuerpo de Cristo, y que los laicos, los consagrados y los ministros ordenados colaboren juntos en la edificación del único Reino de Dios.

Espíritu de consuelo, fuente inagotable de gozo y de paz, suscita solidaridad para con los necesitados, da a los enfermos el aliento necesario, infunde confianza y esperanza en los que sufren, acrecienta en todos el compromiso por un mundo mejor.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

Espíritu de sabiduría, que iluminas la mente y el corazón, orienta el camino de la ciencia y la técnica al servicio de la vida, de la justicia y de la paz. Haz fecundo el diálogo con los miembros de otras religiones. y que las diversas culturas se abran a los valores del Evangelio.

Espíritu de vida, por el cual el Verbo se hizo carne en el seno de la Virgen, mujer del silencio y de la escucha, haznos dóciles a las muestras de tu amor y siempre dispuestos a acoger los signos de los tiempos que Tú pones en el curso de la Historia.

Ven, Espíritu de amor y de paz.

A Ti, Espíritu de amor, junto con el Padre omnipotente y el Hijo unigénito, alabanza, honor y gloria por los siglos de los siglos.

Amén.

sábado, 28 de septiembre de 2013

El Papa a los catequistas: "El catequista no puede estar encerrado, debe...


Discurso del Papa Francisco
Queridos catequistas, ¡buenas tardes!

Me alegra que en el Año de la fe se lleve a cabo para ustedes este encuentro: la catequesis es una columna para la educación de la fe, y ¡se necesitan buenos catequistas! Gracias por este servicio a la Iglesia y en la Iglesia. También a veces puede ser difícil, se trabaja tanto, se empeña y no se ven los resultados deseados, ¡educar en la fe es bello! Es quizás la mejor herencia que podemos dar: ¡la fe! Educar en la fe, para que esta crezca. Ayudar a los niños, a los muchachos, a los jóvenes, a los adultos a conocer y a amar cada vez más al Señor, es una de las aventuras educativas más bellas, ¡se construye la Iglesia! ¡“Ser” catequistas! No trabajar como catequistas, ¡eh! ¡Eso no sirve! Yo trabajo como catequista porque me gusta enseñar… pero tú no eres catequista, ¡no sirve! ¡No serás fecundo! ¡No serás fecunda! Catequista es una vocación: “ser catequista”, esa es la vocación; no trabajar como catequista. Entiendan bien, no he dicho “hacer” el catequista, sino “serlo”, porque envuelve la vida. Se guía al encuentro con Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Recuerden aquello que Benedicto XVI nos ha dicho: “la Iglesia no crece por proselitismo. Crece por atracción”. Y eso que atrae es el testimonio. Ser catequista significa dar testimonio de la fe; ser coherente con la propia vida. Y esto no es fácil. ¡No es fácil! Nosotros ayudamos, nosotros guiamos hacia el encuentro con Jesús con las palabras y con la vida, con el testimonio. Me gusta recordar aquello que San Francisco de Asís decía a sus frailes: “prediquen siempre el Evangelio y si fuese necesario también con las palabras”. Pero antes el testimonio: que la gente vea en sus vidas el Evangelio, pueda leer el Evangelio. Y “ser” catequistas requiere amor, amor a Cristo cada vez más fuerte, amor a su pueblo santo. Y este amor no se compra en las tiendas; no se compra ni siquiera aquí en Roma. ¡Este amor viene de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! ¡Es un regalo de Cristo! Y si viene de Cristo parte de Cristo y nosotros debemos volver a partir desde Cristo, de este amor que no da. Para un catequista, para ustedes, también para mí, porque también yo soy catequista ¿qué cosa significa este volver a partir de Cristo? ¿Qué cosa significa?

1.- Ante todo hablare de tres cosas: uno, dos, tres, como hacían los viejos jesuitas… ¡uno, dos y tres! Antes que nada volver a partir desde Cristo significa tener familiaridad con Él. Tener esta familiaridad con Jesús. Jesús lo recomienda con insistencia a los discípulos en la Última Cena, cuando se disponen a vivir con Él el don más alto de amor, el sacrificio de la Cruz. Jesús utiliza la imagen de la vid y de los sarmientos y dice: permanezcan en mi amor, permanezcan unidos a mí, como el sarmiento está unido a la vid. Si estamos unidos a Él podemos dar fruto, y ésta es la familiaridad con Cristo. ¡Permanecer en Jesús! Es un permanecer apegado a Él, dentro de Él, con Él, hablando con Él: pero, permanecer en Jesús.

La primera cosa, para un discípulo, es estar con el Maestro, escucharlo, aprender de Él. Y esto vale siempre, ¡es un camino que dura toda la vida, eh! Recuerdo, tantas veces en la diócesis, en la otra diócesis que tenía antes, de haber visto al final de los cursos en el seminario catequístico, a los catequistas que salían: “!tengo el título de catequista!”. Eso no sirve, no tienes nada: ¡has hecho un camino pequeñito, eh! ¿Quién te ayudará? ¡Esto vale siempre! No es un título, es una actitud: ¡estar con Él y dura toda la vida! Es un estar en presencia del Señor, dejarse mirar por Él. Yo les pregunto: “¿cómo están ustedes en presencia del Señor?” Cuando vas al Señor, miras el Tabernáculo, ¿qué cosa haces? Sin palabras… “Pero yo digo, digo, pienso, medito, siento…” ¡Muy bien! ¿Pero tú te dejas mirar por el Señor? ¡Dejarse mirar por el Señor! El nos mira y esta es una forma de rezar. ¿Te dejas mirar por el Señor? “pero ¿cómo se hace?”. Mira el Tabernáculo y déjate mirar… ¡Es simple! “Es un poco aburrido, me duermo…”. ¡Duérmete! ¡Duérmete! Él te mirará lo mismo. Él te mirará lo mismo. ¡Pero estate seguro que Él te mira! Y esto es más importante que el título de catequista: es parte del ser catequista. Esto enardece el corazón, tiene encendido el fuego de la amistad con el Señor, te hace sentir que Él te mira verdaderamente, te es cercano y te quiere. En una de las salidas que he hecho, aquí en Roma, en una misa, se me acerco un señor, relativamente joven, y me dijo: “Padre, un gusto conocerlo. ¡Pero yo no creo en nada! ¡No tengo el don de la fe!”. Entendía que era un don… “¡No tengo el don de la fe! ¿Usted qué cosa me dice?”. “¡No te desconsueles. Él te quiere. Déjate mirar por Él! Nada más”. Y esto se los digo a ustedes. ¡Déjense mirar por el Señor! Entiendo que para ustedes no es tan fácil: especialmente para quien está casado y tiene hijos, es difícil encontrar un largo tiempo de calma. Pero, gracias a Dios, no es necesario, no es necesario que todos lo hagan de la misma manera, en la Iglesia hay variedad de vocaciones y variedad de formas espirituales; lo importante es encontrar la manera adecuada para estar con el Señor; y esto se puede, es posible en todo estado de vida. En este momento cada uno puede preguntarse: ¿cómo vivo yo este “estar” con Jesús? Esta es una pregunta que les dejo: “¿cómo vivo yo este estar con Jesús? ¿Este permanecer en Jesús?” ¿Tengo momentos en los que permanezco en su presencia, en silencio, me dejo mirar por Él? ¿Dejo que su fuego enardezca mi corazón? Si en nuestro corazón no existe el calor de Dios, de su amor, de su ternura, ¿cómo podemos nosotros, pobres pecadores, enardecer el corazón de los demás? ¡Piensen en esto, eh!

2. El segundo elemento es éste. Segundo: volver a partir de Cristo significa imitarlo en el salir de sí mismo e ir al encuentro del otro. Ésta es una experiencia hermosa, y un poco paradójica. ¿Por qué? Porque nos coloca al centro de la propia vida ¡Cristo se descentraliza! Mientras más te unes a Jesús y Él se vuelve el centro de tu vida, más Él te hace salir de ti mismo, te descentraliza y te abre a los otros. Este es el verdadero dinamismo de amor, ¡éste es el movimiento de Dios mismo! Dios es el centro, pero es siempre don de sí mismo, relación, vid que se comunica… Así nos transformamos si permanecemos unidos a Cristo, Él nos hace entrar en este dinamismo del amor. Pero siempre es don de si, relación, vida que se comunica. Así también nosotros no convertimos, si permanecemos unidos a Cristo, Él nos hace entrar en este dinamismo del amor. Donde hay verdadera vida en Cristo, hay apertura hacia el otro, hay salida de sí para ir al encuentro del otro en el nombre de Cristo. Y este es el trabajo del catequista: salir continuamente de sí por amor, para testimoniar a Jesús y hablar de Jesús, predicar a Jesús. Pero esto es importante porque lo hace el Señor: es precisamente el Señor que nos empuja a salir. El corazón del catequista vive siempre este movimiento de “sístole - diástole”: unión con Jesús - encuentro con el otro. Son las dos cosas: yo me uno a Jesús y salgo al encuentro con los demás. Si falta uno de estos dos movimientos el corazón no late más, no puede vivir. Recibe como don el kerigma, y a su vez lo ofrece como don. Esta palabrita: don. El catequista es consciente que ha recibido un don, el don de la fe, y lo da como don a los otros. Y esto es hermoso… y por esto no se saca un porcentaje, ¿eh? ¡Todo lo que recibe lo, da! ¡Esto no es un negocio! ¡No es un negocio! Es don puro: don recibido y don transmitido. Y el catequista está allí, en este cruce de dones. Es así en la naturaleza misma del kerigma: es un don que genera misión, que empuja siempre más allá de nosotros mismos. San Pablo decía: «El amor de Cristo nos empuja», pero aquel “nos empuja” se puede traducir también “nos posee”. Y así: el amor te atrae y te envía, te toma y te dona a los demás. En esta tensión se mueve el corazón del cristiano, en particular el corazón del catequista. Preguntémonos todos: ¿es así que late mi corazón de catequista: unión con Jesús y encuentro con el otro? ¿Con este movimiento de “sístole y diástole”? Se alimenta en la relación con Él, pero ¿para llevarlo a los demás y no para retenerlo? Les digo una cosa: no entiendo como un catequista pueda quedarse quieto, sin este movimiento. ¡No entiendo!

3. Y el tercer elemento -tres- se encuentra siempre en esta línea: volver a partir de Cristo significa no tener miedo de ir con Él a las periferias. Aquí me viene a la mente la historia de Jonás, una figura verdaderamente interesante, especialmente en nuestros tiempos de cambios y de incertidumbres. Jonás es un hombre pío, con una vida tranquila y ordenada, esto lo lleva a tener sus esquemas bien claros y a juzgar todo y a todos con estos esquemas, de manera rígida. Tiene todo claro, la verdad es esta… ¡Es rígido!
Por eso cuando el Señor lo llama y le dice ir a predicar a Nínive, la gran ciudad pagana, Jonás se siente capaz. “¡Ir allá! ¡Pero si yo tengo toda la verdad aquí! No se siente capaz… Nínive está fuera de sus esquemas, está en la periferia de su mundo. Y entonces escapa, huye, se va a España, se embarca en una nave que va por esos lados. ¡Vuelvan a leer el Libro de Jonás! Es breve, pero es una parábola muy instructiva, especialmente para nosotros que estamos en la Iglesia.

¿Qué cosa nos enseña? Nos enseña a no tener miedo de salir de nuestros esquemas para seguir a Dios, porque Dios va siempre más allá. Pero ¿saben una cosa? ¡Dios no tiene miedo! ¿Sabían esto ustedes? ¡No tiene miedo! ¡Esta siempre más allá de nuestros esquemas! Dios no tiene miedo de las periferias. Por eso, si ustedes van a las periferias lo encontraran allí. Dios es siempre fiel, es creativo. Pero por favor, no se entiende un catequista que no sea creativo. Y la creatividad es como la columna del ser catequista. Dios es creativo, no es cerrado, y por esto jamás es rígido, ¡Dios no es rígido! Nos acoge, nos viene al encuentro, nos comprende. Para ser fieles, para ser creativos, es necesario saber cambiar. Saber cambiar. ¿Y por qué debo cambiar? Es para adecuarme a las circunstancias en las que debo anunciar el Evangelio. Para permanecer con Dios en necesario saber salir, no tener miedo de salir. Si un catequista se deja llevar por el miedo, es un cobarde; si un catequista se está ahí tranquilo termina por ser una estatua de museo: ¡y tenemos tantas eh! ¡Tenemos tantas!¡Por favor, ninguna estatua de museo! Si un catequista es rígido se vuelve acartonado y estéril. Les pregunto: ¿alguno de ustedes quiere ser cobarde, estatua de museo o estéril? ¿Alguno lo quiere? (catequistas ¡No!) ¿No? ¿seguro? ¡Bien! Pero lo que les diré ahora lo he dicho tantas veces. Pero me viene del corazón decirlo. Cuando nosotros cristianos estamos cerrados en nuestro grupo, en nuestro movimiento, en nuestra parroquia, en nuestro ambiente, permanecemos cerrados y nos pasa lo que le pasa a todo aquel que es cerrado: cuando una habitación está cerrada empieza el olor de humedad… y si una persona está encerrada en ese cuarto , ¡se enferma! Cuando un cristiano esta cerrado en su grupo, en su parroquia, en su movimiento está cerrado, se enferma. Si un cristiano sale por las calles en las periferias, puede pasarle aquello que sucede a cualquier persona que va por la calle: un accidente… Tantas veces hemos visto accidentes… pero les digo: ¡prefiero mil veces una iglesia accidentada y no una iglesia enferma! ¡Una iglesia, un catequista que tenga el valor de arriesgar para salir y no un catequista que sabe todo, pero cerrado siempre y enfermo. Y a veces enfermo de la cabeza…

Pero ¡atención! Jesús no dice: vayan, arréglenselas. ¡No! ¡No dice eso! Jesús dice: ¡vayan, estoy con ustedes! Ésta es nuestra belleza y nuestra fuerza: si nosotros vamos, si nosotros salimos a llevar su Evangelio con amor, con verdadero espíritu apostólico, con parresia, Él camina con nosotros, nos precede, nos “primerea”. ¡El Señor siempre nos primerea! Ya han aprendido el sentido de esta palabra. ¡Y esto lo dice la Biblia eh! No lo digo yo. La Biblia dice, el Señor dice en la Biblia: “yo soy como la flor del almendro”. ¿Por qué? Porque es la primera flor que florece en la primavera. Él es siempre “primero”. ¡Él es primero! Esto es fundamental para nosotros: ¡Dios siempre nos precede! Cuando pensamos ir lejos, en una periferia extrema, y quizás tenemos un poco de temor, en realidad Él ya está allá: Jesús nos espera en el corazón de aquel hermano, en su carne herida, en su vida oprimida, en su alma sin fe. Pero ustedes saben, una de las periferias que me hace tanto mal, que siento dolor -lo vi en la diócesis que tenía antes-, es aquella de los niños que no saben hacerse la señal de la cruz. En Buenos Aires hay tantos niños que no saben hacerse el signo de la cruz. Esta es una periferia ¡eh! Se necesita ir ahí. Y Jesús está allí, te espera para ayudar a ese niño a hacerse el signo de la cruz. Él nos precede siempre.
Queridos catequistas, los tres puntos terminaron… ¡siempre volver a partir de Cristo! Les digo gracias por aquello que hacen, pero sobre todo porque están en la Iglesia, en el Pueblo de Dios en camino. Permanezcamos con Cristo, permanecer en Cristo, busquemos cada vez más de ser una cosa sola con Él; sigámoslo, imitémoslo en su movimiento de amor, en su ir al encuentro del hombre; y salgamos, abramos las puertas, tengamos la audacia de trazar nuevas vías para el anuncio del Evangelio. Que el Señor los bendiga y la Virgen los acompañe. ¡Gracias!





viernes, 27 de septiembre de 2013

Una conversión "a ciegas"



Ricardo tiene 46 años y es invidente a causa de una enfermedad en la retina. Durante varios años estuvo alejado de la Iglesia: "Me dedicaba a trabajar, divertirme y escuchar música". Hasta que conoció a la que hoy es su mujer. A fuerza de acompañarla a Misa todos los domingos a regañadientes, se fue convirtiendo con las palabras que decía el sacerdote en las homilías. Luego conoció el Opus Dei a través de un amigo. Nos cuenta qué ha cambiado en su vida al acercarse a Dios.


jueves, 26 de septiembre de 2013

“El Catequista testigo de fe” El congreso internacional en el Vaticano

Alrededor de dos mil catequistas se están dando cita a partir de este 26 de septiembre en el Vaticano para celebrar el Congreso Internacional que se enmarca en el Año de la Fe con la peregrinación a la Tumba de Pedro, bajo el lema “El Catequista testigo de fe”. La agenda prevé este 27 de septiembre, por la tarde, una audiencia con el Santo Padre Francisco, la visita a la Tumba de Pedro el día 28, y el 29 por la mañana la participación en la Santa Misa presidida por el Obispo de Roma en la Plaza de San Pedro para celebrar el día del Catequista.

El Congreso Internacional de catequistas ofrece una reflexión sobre la primera parte del Catecismo de la Iglesia Católica, de cuya publicación estamos celebrando el vigésimo aniversario de su publicación. En el encuentro participan los presidentes de las comisiones de las conferencias episcopales que se ocupan de la catequesis, evangelización y temáticas afines; responsables de las oficinas de catequesis nacionales, y participantes que desempeñan un servicio análogo en las escuelas y diversas realidades formativas.


El discurso de bienvenida a los participantes en el Congreso Internacional de Catequistas ha sido pronunciado por Mons. Octavio Ruiz Arenas, Secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. Mientras el Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisichella, aborda el tema de la catequesis en el contexto de la Nueva Evangelización.

Entre los conferencistas de diversas nacionalidades destacamos la participación del padre Manuel José Jiménez Rodríguez, Capellán de la Universidad Nacional de Colombia y Asesor del Departamento de Catequesis de la Conferencia Episcopal y Mons. Javier Salinas Viñal, obispo de Mallorca y Miembro del Consejo Internacional para la Catequesis.

'Fe ciencia, fe razón": mons. Sánchez Sorondo inaugura Congreso en Valencia
“Razones para creer, razones para esperar” es el título del congreso que se celebra en Valencia, España, desde el 25 al 27 de septiembre y que aborda los temas de “Fe-ciencia, Fe-razón”. El encuentro fue inaugurado por el canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales y secretario de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino, el obispo argentino monseñor Marcelo Sánchez Sorondo. Quien además de presentar el evento, impartió la ponencia “Una nueva Metafísica en el siglo XXI: Julián Marías”.

En el congreso, organizado por la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir”, como final de las actividades del Año de la Fe, también participan grandes personalidades como Mons. Carlos Osoro obispo de Valencia o el decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia, Juan Miguel Díaz Rodelas.

Se pretende “abordar cómo desde la razón se puede hablar de Dios” y “descubrir cómo la teología católica tiene que ver con las demás ciencias”, según señaló el vicerrector de la Universidad Católica de Valencia, Jose Luis Sánchez, quien ha añadido que el congreso también busca “ayudar a personas creyentes y no creyentes a poder encontrar una metodología de trabajo seria, desde un planteamiento existencial”.

"Hoy sé que Cósimo tiene un objetivo en la vida"



Stefania vive en Florencia (Italia). El nacimiento de un hijo con discapacidad intelectual supuso un reto que aprendió a afrontar con fe y con mucha iniciativa. Ahora, con otros chicos en situación similar, gestiona un restaurante y una web TV.
El nacimiento de un hijo con discapacidad es como un tsunami, es una onda anómala que te arrastra y te destruye. Sin duda, el nacimiento de mi hijo Cósimo me sacudió con violencia, me desorientó por completo, porque todos los puntos de referencia que tenía se esfumaron de improviso: las esperanzas, los sueños..., todo había quedado destruido o, al menos, en situación de grave riesgo.

Cuando nació Cósimo, mi segundo hijo, me sentí impotente y me hice las preguntas que se hacen los padres de niños con discapacidad: "¿Qué hice mal?, ¿qué falta he cometido para merecerme todo esto? Dios, si existes, ¿dónde te has escondido? Menos mal que eres bueno...".

Obviamente, estas situaciones involucran a las personas que tienes alrededor: tu esposo está más desorientado que tú, te das cuenta de que tus parientes —aunque digan otra cosa— se encuentran mal, a disgusto. De pronto, te descubres viviendo una vida que no has escogido, una situación en la que no querías encontrarte jamás.

Tuve la suerte —ahora prefiero llamarla Providencia— de encontrar un neuropsiquiatra que me dio esperanzas, porque me aseguraba que Cósimo tendría una vida bellísima, quizá más difícil, pero digna de ser vivida... Decía que llegaría a ser una gran persona, más sencilla que las demás, pero digna de amor, ¡bastaba quererlo!, ¡bastaba creer!, pero..., creer ¿en qué?
Un día, precisamente mientras buscaba respuesta a estas preguntas, mi esposo me presentó a un sacerdote del Opus Dei. Recuerdo con claridad el momento en que le dije: "Ahora hasta un sacerdote me traes a la casa y, por si no fuera suficiente, es del Opus Dei".

Por entonces mi fe no era gran cosa. Creía, pero como esperando algo a cambio. Creía sin creer, sin Amor. Y, al final, fue el Amor lo que encontré gracias a san Josemaría Escrivá. Gracias a él, comprendí que no existe alegría que no tenga raíces en forma de cruz, que no puedes disfrutar de la vida y ser feliz, si no vives la unidad de vida, si no vives la alegría junto con sus raíces, que tienen forma de cruz.

Llegué a entender que tener fe no significa poseer una anestesia contra el dolor, sino vivir con la certeza de que, también en la hora del dolor, Alguien nos ama; tener fe es sentirse amados, es sentirse hijos. Había descubierto que Cósimo, como yo, era hijo del mismo Padre, de Aquel que nos ama a todos tal y como somos. Hoy bendigo a Dios por haberme dado a Cósimo tal y como es. Hoy sé que Cósimo tiene un objetivo en la vida, soy yo quien debe hacer todo lo posible para estar "para siempre" junto con él. ¡Este es el sentido de mi vida!

Deseaba poder comunicar este gran descubrimiento a muchas personas, pero ¿cómo? El camino ha sido, y sigue siendo, SIPARIO, una asociación en la que, junto con Marco —mi esposo—, busco dar esperanza a otros padres de familia que, como nosotros, tienen hijos con alguna discapacidad intelectual o sensitiva.

El objetivo es darles un "futuro laboral", porque el hombre necesita trabajar, no solo para sostenerse, sino para demostrar que existe y que puede colaborar en el desarrollo de la sociedad. El hecho de haber sido creados ut operaretur —para trabajar— implica que también las personas con discapacidad pueden hacerlo.

Este es el origen de la primera cooperativa social de tipo "B", un restaurante en Florencia, en Via dei Serragli, en el que trabajan, en calidad de socios, nueve jóvenes, y otros tantos lo hacen como socios en terapia. Ya que no todos podían trabajar en el área de la restauración, mi esposo tuvo la genial intuición de experimentar en el campo de la comunicación.

Dos años después de la apertura del restaurante, nació otra cooperativa, SIPARIOTV, una micro web-TV que está en camino de convertirse en una televisión digital: para esto es necesario que las personas descubran a nuestros muchachos, que cuentan con discapacidades, pero también con la habilidad de suscitar interés, de sorprender y de divertir.
Junto a estas dos cooperativas ha nacido una más, llamada "Made in Sipario", un laboratorio artístico-artesanal en donde la creatividad y el color son la fuerza secreta de las artesanías que allí se elaboran. Mi vida es un continuo movimiento, sobre todo desde que existe SIPARIO: cada vez dedico más tiempo a los jóvenes, tanto a quienes hacen voluntariado, como a quienes trabajan allí a diario.

Todo mi día, desde temprano por la mañana hasta tarde por la noche, se encuentra ocupado y dividido entre la familia, el trabajo en casa, el trabajo en la oficina con mi esposo y el trabajo en la asociación o en las cooperativas. Todas las ocupaciones que conforman mi día están unidas por un hilo que las mantiene juntas. Es un hilo que les da su razón de ser: la participación en la santa Misa, un momento de oración y unos minutos de lectura espiritual.
¿Cómo logro hacerlo? En verdad no lo sé. Más bien me pregunto: ¿cómo lograba antes vivir sin hacerlo? La energía no es mía: "Todo lo puedo en Aquel que me da la fuerza". Creo que, sencillamente, busco organizarme para poder estar con los demás. 
Me gusta estar con las personas, me gusta pasar tiempo con "mis muchachos", que es como llamo a los jóvenes de la asociación SIPARIO; creo que soy como la tía de todos. Los quiero muchísimo y les deseo lo mejor, son personas maravillosas, llenas de vida y de alegría, si estás con ellos no te hallarás jamás triste, tal vez cansada, pero jamás triste y ¡mira que no es cosa de poca monta!


Papa Francisco: "Para conocer a Jesús hay que involucrarse, apostar la v...

Para conocer a Jesús es necesario implicarse con Él. Es cuanto subrayó el Papa Francisco esta mañana en su homilía de la misa celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta. El Santo Padre afirmó que a Jesús no se lo puede conocer en “primera clase”, sino en la vida cotidiana de todos los días. De ahí que el Pontífice indicara los tres lenguajes necesarios para conocer a Jesús, a saber: el de la mente, el del corazón y el de la acción”. ¿Quién es éste, de dónde viene? El Papa Francisco desarrolló su homilía matutina partiendo de la pregunta que Herodes se plantea sobre Jesús. Un interrogante, dijo, que en realidad se plantean todos los que encuentran a Jesús. Y afirmó que es una pregunta “que se puede hacer por curiosidad” o se “puede hacer por seguridad”. A la vez que observó que leyendo el Evangelio vemos que “algunos comienzan a tener miedo de este hombre, porque los puede llevar a un conflicto político con los romanos”. “¿Quién es éste que causa tantos problemas?”. Porque, verdaderamente, dijo el Papa, “Jesús causa problemas”: “No se puede conocer a Jesús sin tener problemas. Y yo oso decir: ‘Pero si tú quieres tener un problema, ve por el camino de conocer a Jesús. No uno, ¡tantos tendrás!’. ¡Pero es el camino para conocer a Jesús! ¡No se puede conocer a Jesús en primera clase! A Jesús se lo conoce en lo cotidiano de todos los días. No se puede conocer a Jesús en la tranquilidad, ni siquiera en la biblioteca… ¡Conocer a Jesús!”. Francisco añadió que ciertamente “se puede conocer a Jesús en el Catecismo”, porque “el Catecismo nos enseña tantas cosas sobre Jesús”. Y añadió que “debemos estudiarlo, debemos aprenderlo”. De este modo “conocemos al Hijo de Dios, que ha venido para salvarnos; comprendemos toda la belleza de la historia de la Salvación, del amor del Padre, estudiando el Catecismo”. Y sin embargo, preguntó el Papa, ¿cuántos han leído el Catecismo de la Iglesia Católica desde que ha sido publicado hace más de veinte años? “Sí, se debe conocer a Jesús en el Catecismo. Pero no es suficiente conocerlo con la mente: es un paso. Pero a Jesús es necesario conocerlo en el diálogo con Él, hablando con Él, en la oración, de rodillas. Si tú no rezas, si tú no hablas con Jesús, no lo conoces. Tú sabes cosas de Jesús, pero no vas con el conocimiento que te da el corazón en la oración. Conocer a Jesús con la mente, el estudio del Catecismo; conocer a Jesús con el corazón, en la oración, en el diálogo con Él. Esto nos ayuda bastante, pero tampoco es suficiente... Hay un tercer camino para conocer a Jesús: es el seguimiento. Ir con Él, caminar con Él”. Es necesario “andar, recorrer sus caminos, ¡caminando”. Es necesario, afirmó el Papa, “conocer a Jesús con el lenguaje de la acción”. He aquí entonces que se puede conocer verdaderamente a Jesús con estos “tres lenguajes, de la mente, del corazón y de la acción”. Por tanto, si “yo conozco a Jesús así – dijo Francisco al concluir – me implico con Él”: “No se puede conocer a Jesús sin implicarse con Él, sin jugarse la vida por Él. Cuando tanta gente – también nosotros – se hace esta pregunta: ‘¿Pero quién es éste?’, la Palabra de Dios nos responde: ‘¿Tú quieres conocer quién es éste? Lee lo que la Iglesia te dice de Él, habla con Él en la oración y camina por su camino con Él. De este modo tú conocerás quién es este hombre’. ¡Éste es el camino! ¡Cada uno debe hacer su elección!”.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Audiencia: La Iglesia es una aunque alberga a personas de todas las cult...


En la Audiencia general del miércoles 25 de setiembre, ante la multitud de peregrinos en la soleada plaza del Santuario de San Pedro, el Obispo de Roma continúo con su catequesis sobre la Iglesia. Dijo entre otras cosas, en italiano: “La Iglesia es una sola para todos. No hay una iglesia para los Europeos, una para los Africanos, una para los Americanos, una para los Asiáticos, una para quien vive en Oceanía, es la misma en todas partes. Es como en una familia: se puede estar lejos, esparcidos por el mundo, pero los lazos profundos que unen a todos los miembros permanecen firmes cualquiera sea la distancia. Pienso en la experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. En aquella inmensa multitud de jóvenes sobre las playas de Copacabana, se sentían hablar tantas lenguas, se veían rostros de rasgos muy diversos entre ellos, se encontraban culturas diversas. Y sin embargo había una profunda unidad, se formaba una única Iglesia, estábamos unidos y esto se sentía. Preguntémonos todos: ¿siento esta unidad? O ¿Quizá no me interesa porque estoy encerrado en mi pequeño grupo o en mi mismo?, ¿Soy de aquellos que privatizan la Iglesia para el propio grupo, la propia Nación, los propios amigos? Cuando siento que tantos cristianos en el mundo sufren ¿soy indiferente o es como si sufriese uno de mi familia?, ¿rezamos los unos por los otros? ¡Es importante mirar fuera del propio recinto, sentirse Iglesia, única familia de Dios!”

jesuita Guillermo Ortiz - RV

Texto completo de las palabras del Santo Padre en español:


Queridos hermanos y hermanas
En el Credo profesamos la fe en «la Iglesia, que es una». En efecto, la Iglesia es única y es en sí misma unidad, aunque esté esparcida por todo el mundo y haya muchas diversidades. Lo hemos visto en la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro: tantos rostros, tantas lenguas, tantos lugares de proveniencia, pero una sola Iglesia, como una gran familia, unidos como hermanos en una misma fe y esperanza, en la caridad y en los sacramentos, en el ministerio apostólico instituido por Cristo. ¿Vivimos así, o estamos encerrados en nosotros mismos o en nuestro propio grupo? ¿Nos preocupamos por los demás, aunque estén lejos? ¿Rezamos por ellos? ¿Especialmente por los cristianos que están perseguidos? A veces surgen tensiones y conflictos que hieren la unidad de la Iglesia, pero somos nosotros quienes las provocamos.
Y una de las cosas que más desunen a la Iglesia es el chismerío. Un cristiano no puedes ser ‘chusma’, no puede andar hablando mal de otro. Le conviene primero morderse la lengua y después hablar mal de otro. Por eso hay que fomentar siempre la comunión en todos los ámbitos de la vida para crecer en la unidad que Dios nos da, y también para favorecer el camino ecuménico. Y, como esta unidad no es fruto de acuerdos humanos, sino obra del verdadero artífice, el Espíritu Santo, hemos de pedirla con perseverancia en la oración.
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Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a la comunidad del Colegio Mexicano de Roma, a las peregrinaciones diocesanas de Tarazona, con su Obispo Eusebio Hernández, y de Tortosa, con su Obispo, Enrique Benavent, así como a los demás grupos venidos de España, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México y otros países latinoamericanos.

martes, 24 de septiembre de 2013

Papa Francisco: "El sacramento no es un rito mágico, es un encuentro con...


Él nos espera siempre: esta es la humildad de Dios. Lo dijo el Papa Francisco en la Misa de la mañana en la Casa de Santa Marta. El Papa, inspirándose en el Salmo “Iremos con alegría a la Casa del Señor”, subrayó que el Sacramento no es un rito mágico, sino el encuentro con Jesús que nos acompaña en la vida.

“Iremos con alegría a la Casa del Señor”. El Pontífice reflexionó sobre el Salmo de hoy, recitado luego de la Primera Lectura, deteniéndose en la presencia del Señor en nuestra vida. Una presencia que acompaña. En la historia del Pueblo de Dios, observó el Papa, hay “momentos bellos que dan alegría” y también momentos feos “de dolor, de martirio, de pecado”:

Y ya sea en los momentos feos que en los momentos bellos, una cosa es siempre la misma: ¡el Señor está siempre allí, no abandona jamás a Su pueblo! Porque el Señor, el día del pecado, del primer pecado, tomó una decisión, hizo una elección: hacer Historia con Su pueblo. Y Dios, que no tiene Historia, porque es eterno, ha querido hacer Historia, caminar cercano a Su pueblo. Pero aún más: hacerse uno de nosotros y como uno de nosotros, caminar con nosotros, en Jesús. Y esto nos habla de la humildad de Dios”.

He aquí entonces que la grandeza de Dios, agregó, es precisamente su humildad: “Ha querido caminar con su Pueblo”. Y cuando su Pueblo “se alejaba de Él con el pecado, con la idolatría”, “Él estaba allí” esperando. Y también Jesús, dijo, viene con “esta actitud de humildad”. Quiere “caminar con el Pueblo de Dios, caminar con los pecadores; caminar también con los soberbios”. El Señor, afirmó Francisco, ha hecho tanto “para ayudar a estos corazones soberbios de los fariseos”:

“Humildad. Dios espera siempre. Dios está junto a nosotros, Dios camina con nosotros, es humilde: nos espera siempre. Jesús nos espera siempre. Esta es la humildad de Dios. Y la Iglesia canta con alegría esta humildad de Dios que nos acompaña, como lo hemos hecho con el Salmo. ‘Iremos con alegría a la casa del Señor’: vamos con alegría porque Él nos acompaña, Él está con nosotros. Y el Señor Jesús, también en nuestra vida personal nos acompaña: con los Sacramentos. El Sacramento no es un rito mágico: es un encuentro con Jesucristo, nos encontramos con el Señor. Es Él que está junto a nosotros y el que nos acompaña”.

Jesús se vuelve “compañero de camino”. “También el Espíritu Santo –puntualizó – nos acompaña y nos enseña todo aquello que nosotros no sabemos, en el corazón” y “nos recuerda todo aquello que Jesús nos ha enseñado”. Y así “nos hace sentir la belleza del buen camino”. “Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo – recalcó el Papa Francisco – son compañeros de camino, hacen Historia con nosotros”. Y esto la Iglesia lo celebra “con tanta alegría, también en la Eucaristía” con la “cuarta oración eucarística” donde “se canta aquel amor tan grande de Dios que ha querido ser humilde, que ha querido ser compañero de camino de todos nosotros, que ha querido también Él hacerse Historia con nosotros”.

“Y si Él ha entrado en nuestra Historia, nosotros también entramos un poco en Su Historia, o al menos pidámosle la gracia de dejarnos escribir la Historia por Él: Que Él escriba nuestra Historia. Es segura”.





lunes, 23 de septiembre de 2013

Mantiene a miles de familias y es negociador de rehenes: un sacerdote héroe en el infierno de Homs

En medio de la barbarie y de la guerra aparecen en Siria auténticos héroes anónimos, personas que no temen la muerte si así pueden dar la vida a otros. Mientras los combates continúan, el gran damnificado siguen siendo el pueblo, un pueblo sirio que necesita no sólo ayuda material, sino algo que va más allá…amor, esperanza y reconciliación.


Uno de estos héroes es un joven sacerdote jesuita, el padre Ziad Hilal, que se juega la vida a diario, y ciertamente ha estado muy cerca de ella en varias ocasiones, para llevar el amor al pueblo sirio.

Un heroe en el infierno sirio
Y con este espíritu está realizando una enorme obra evangelizadora, reconciliadora y humanitaria en la ciudad de Homs, devastada y una de las más afectadas en Siria. Mantiene unida a la comunidad cristiana, da de comer a 3.000 familias, da clase a 900 niños, ha creado un centro para niños discapacitados e incluso ha sido negociador de rehenes mediando entre los leales de Asad y los rebeldes para que entregasen con vida a prisioneros de cada bando, entre ellos varios cristianos. Todo ello uniendo a cristianos y a musulmanes sunitas y alauitas, que han experimentado gracias a este sacerdote que es posible un país en el que todos pueden convivir.

Una auténtica vida de aventura. Aunque quizás una de sus iniciativas haya sido la más importante a la hora de ayudar al pueblo de Siria. En junio, este joven sacerdote fue recibido por el Papa Francisco. Hilal pudo relatarle con detalle la verdadera situación de Homs y la misión que realiza allí. “¿Qué puedo hacer por ti?”, preguntó el Papa. “Necesitamos sus oraciones para Siria”, contestó el padre jesuita. A raíz de aquí surgió la iniciativa de Francisco sobre la jornada de oración y ayuno para Siria, y que probablemente haya ayudado sobremanera a evitar, de momento, un ataque internacional contra el país que habría generado aún más muertes y sufrimientos.

Se juega la vida a diario
Este jesuita estudió Filosofía y Teología en París y es doctor en Educación y Teología por la Universidad de San José en Beirut. Ahora vive en la frontera existencial y física. Se juega la vida a diario para atender a su grey. Pasa de un bando a otro para visitar a las familias pese a que han intentado matarle en distintas ocasiones.

“Pase lo que pase he decidido quedarme porque es la gente, y especialmente los niños, los que importan. Personalmente no me preocupa mi futuro, vivo cada momento tal y como viene. Ciertamente he rozado la muerte en varias ocasiones pero me he acostumbrado a ella. En todo caso, Dios me ha protegido”, cuenta este sacerdote que fue ordenado en 2010 en Damasco.

"Si no ayudo, soy cómplice de la barbarie"
Pese a que un porcentaje alto de la población cristiana de Homs se ha marchado, él estará allí mientras quede algún cristiano. “Si mis feligreses salen, yo salgo. Si se quedan, yo me quedo con ellos”. En su opinión, “si no voy a la ayuda de mi hermano, soy cómplice de la barbarie”.

Mientras tanto, en el infierno de Homs está realizando una obra encomiable que además está reconciliando a cristianos y musulmanes y a los propios musulmanes entre sí. Pese a la carestía y al caos generalizado, este hombre consigue dar de comer a más de 3.000 familias, que buscan no sólo comida sino también ayuda médica y espiritual.

En el barrio donde estaba la casa jesuita no quedaron cristianos por lo que decidió trasladarse a otro en el que sí había. Allí ha creado un gran centro social y gracias a las donaciones que recoge por Europa está salvando a miles de personas, sin importar la religión de los que allí acuden. Además, se juega la vida para llevar ayuda a familias aisladas que hay en poblaciones cercanas a Homs

Los niños, su principal preocupación
Sin embargo, su principal preocupación son los niños, que además suponen el futuro del país. Desde que comenzó la guerra los colegios permanecen cerrados y los pequeños están con sus familias todo el tiempo y en muchas ocasiones son testigos de cosas que un niño no tendría que ver.

Por ello, la parroquia que dirige el padre Hilal abrió una escuela en abril de 2012. Al principio eran 20 niños. Un año y medio más tarde son 800 niños entre 6 y 14 años. Para ello, ha conseguido involucrar a distintos profesores, ahora parados, para enseñar en la escuela. “Es un rayo de luz, una gran fuente de esperanza en este infierno. Si son cristianos, sunitas o alauitas, no hacemos ninguna diferencia”., cuenta el sacerdote.

A parte de esto, este jesuita relata que en el colegio también se alimenta a los niños con leche, sándwiches y fruta. “Tenemos que formar una nueva generación con el fin de disminuir la tensión entre los grupos religiosos”.

La reconciliación entre cristianos y musulmanes
Sin embargo, su labor social tiene unas consecuencias aún más grandes puesto que “hemos podido mostrar que los cristianos y los musulmanes pueden ayudarse unos a otros”. Ejemplo de ello es otra de las numerosas iniciativas de este joven sacerdote, un centro para personas discapacitadas mentales. Actualmente, tiene cabida para 35 personas pese a las dificultades que viven en Siria.

Sobre esta convivencia cuenta una bonita anécdota: “Organizamos recientemente una fiesta para niños con discapacidad. Sus familias estaban allí. Cristianos, alauitas y sunitas. Fue maravilloso. Una madre se puso a llorar: ‘no es tan duro estar juntos. ¿Por qué los políticos nos llevan a la guerra?’”.

Por ello, con su empeño y su ímpetu Hilal ha conseguido que la vida parezca algo más normal en este infierno. Así lo define él: “el resultado es que hoy, en torno a los centros de los jesuitas, la gente ha regresado a sus hogares mientras que el resto de la ciudad de Homs está en ruinas y en gran parte abandonada por sus habitantes”.

Negociador de rehenes
Pero la vida de Ziad Hilal da para mucho más. Si no tuviera bastante con la atención de la comunidad cristiana y los miles de personas necesitadas que tiene en los distintos centros, este sacerdote se ha jugado la vida en varias ocasiones actuando ni más ni menos que como negociador de rehenes en Homs.

La guerra civil entre los rebeldes y los partidarios de Asad ha dejado numerosas víctimas. Ambos bandos han tomado prisioneros y han detenido a personas simplemente por su etnia. Entre ellos están también los cristianos.

Sin importar su propia vida, Hilal ha actuado de mediador para la liberación y el canje de estas personas. En un lado de la habitación, varios líderes rebeldes sunitas, en el otro jefes tribales alauitas y en medio un sacerdote católico, que sólo busca que no haya más muertes. Finalmente, consiguió su objetivo y salvó de una muerte segura a cientos de personas, entre ellos muchos cristianos.

“Yo no tomo partido en este conflicto, estoy a favor de la paz y no me meto en política”. Lo suyo es vivir en la frontera, tal y como predica el Papa Francisco, jesuita como él.

domingo, 22 de septiembre de 2013

El discurso de Ashton Kutcher

Lo que sí dijo el Papa Francisco sobre el aborto y los gays en nueva entrevista

Lo que sí dijo el Papa Francisco sobre el aborto y los gays en nueva entrevista

"Como María, mirémonos como hermanos"

¡Madre, dónanos tu mirada!. Una mirada de ternura, una mirada materna en la que está reflejada la mirada del Padre y del Hijo, una mirada que nos lleva a Dios, un don de Jesucristo en la cruz, que carga sobre sí nuestros sufrimientos, nuestras fatigas, nuestro pecado".

El Papa Francisco celebró esta mañana la Santa Misa en el Santuario de Nuestra Señora de Bonaria, vinculado de modo especial a su ciudad natal de Buenos Aires al que debe su nombre. Fuera de la basílica el Pontífice mantuvo un encuentro con las autoridades civiles, y otro con los enfermos.

Durante la Misa, al término de la Comunión el Papa se dirigió ante la imagen de la Virgen de Bonaria para realizar un acto de consagración a María, ofreciendo un homenaje floral e incensando la estatua mientras se cantaba el himno Madre Santa.

En su homilía, el Sucesor de Pedro dijo:

Texto completo de la homilía del Santo Padre:
Sa paghe ‘e Nostru Segnore siat sempre chin bois Que la Paz de Nuestro Señor esté siempre con ustedes

Hoy se realiza aquel deseo que había anunciado en la Plaza de San Pedro, antes del verano, de poder visitar el Santuario de Nuestra Señora del Bonaria.

Vine para compartir con ustedes, gozo y esperanza, fatigas y compromisos, ideales y aspiraciones de su isla, y para confirmarlos en la fe. También aquí en Cágliari, como en toda Cerdeña, no faltan dificultades, problemas y preocupaciones, y son tantos: pienso, en particular, en la falta de trabajo y en la precariedad del mismo, y por lo tanto en la incertidumbre del futuro. Cerdeña, su bella región, sufre desde hace mucho tiempo, muchas situaciones de pobreza, acentuadas también por su condición insular. Es necesaria la colaboración leal de parte de todos, con el compromiso de los responsables de las instituciones, también de la Iglesia, para asegurar a las personas y familias los derechos fundamentales y hacer crecer una sociedad más fraterna y solidaria. Asegurar el derecho al trabajo, el derecho a llevar el pan a la casa. Pan ganado con el trabajo. Les estoy muy cercano, los recuerdo en la oración y los aliento a perseverar en el testimonio de los valores, humanos y cristianos, tan profundamente arraigados en la fe y en la historia de este territorio y de su población. “Mantengan siempre encendida la luz de la esperanza”.

He venido en medio de ustedes para ponerme con ustedes a los pies de la Virgen que nos da a su Hijo. Se bien que María, Nuestra Madre, está en sus corazones, como testimonia este Santuario, donde muchas generaciones de sardos han subido – ¡y continuarán subiendo! – para invocar la protección de la Virgen de “Bonaria”, Patrona Máxima de la isla. Aquí ustedes traen las alegrías y sufrimientos de esta tierra, de sus familias, y también de aquellos hijos que viven lejos, que muchas veces partieron con gran dolor y nostalgia para buscar un trabajo y un futuro para ellos y para sus seres queridos. Hoy, todos nosotros aquí reunidos, queremos agradecer a María, porque nos está siempre cercana, queremos renovarle a ella nuestra confianza y nuestro amor.

La Primera Lectura que hemos escuchado nos muestra a María en oración en el Cenáculo, junto a los Apóstoles, en espera de la efusión del Espíritu Santo (Cfr. Hc 1, 12-14). María reza, reza junto a la Comunidad de los Discípulos y nos enseña a tener plena confianza en Dios, en su misericordia. ¡La potencia de la Oración! No nos cansemos de llamar a la puerta de Dios. ¡Llevemos al corazón de Dios a través de María, toda nuestra vida, cada día!

En cambio, en el Evangelio, acogemos sobre todo la última mirada de Jesús hacia su Madre. Desde la cruz, Jesús mira a su Madre y a ella le confía el Apóstol Juan, diciendo: “Éste es tu Hijo”. En Juan estamos todos, también nosotros, y la mirada de Amor de Jesús nos confía a la custodia materna de la Madre. María habrá recordado otra mirada de Amor, cuando era una jovencita: la mirada de Dios Padre, que había mirado su humildad, su pequeñez. María nos enseña que Dios no nos abandona, puede hacer grandes cosas también con nuestra debilidad. ¡Tengamos confianza en Él! Llamemos a la puerta de su corazón.

Y el tercer pensamiento: hoy he venido en medio de ustedes, es más, hemos venido todos juntos para encontrar la mirada de María, porque allí está el reflejo de la mirada del Padre que la hace Madre de Dios, y la mirada del Hijo desde la cruz, que la hace Madre nuestra. Y con aquella mirada hoy María nos mira. Tenemos necesidad de su mirada de ternura, de su mirada materna que nos conoce mejor que cualquier otro, de su mirada llena de compasión y de cuidado. María, hoy queremos decirte: ¡Madre, danos tu mirada! Tu mirada nos lleva a Dios, tu mirada es un don del Padre bueno, que nos espera en cada encrucijada de nuestro camino. Es un don de Jesucristo en la cruz, que carga sobre sí nuestros sufrimientos, nuestras fatigas, nuestros pecados. Y para encontrar este Padre, lleno de amor, hoy le decimos: ¡Madre, danos tu mirada! Lo decimos todos juntos: ¡Madre, danos tu mirada!

En el camino, muchas veces difícil, no estamos solos, somos tantos, somos un pueblo, y la mirada de la Virgen, nos ayuda a mirarnos entre nosotros de modo fraterno. ¡Mirémonos de un modo más fraterno! María nos enseña a tener esa mirada que busca acoger, acompañar, proteger. ¡Aprendamos a mirarnos, los unos a los otros, bajo la mirada materna de María! Hay personas que instintivamente no tenemos en cuenta, y que sin embargo tienen más necesidad: Los más abandonados, los enfermos, aquellos que no tienen de qué vivir, aquellos que no conocen a Jesús, los jóvenes que están en dificultad, que no tienen trabajo. No tengamos miedo de salir y mirar a nuestros hermanos y hermanas con la mirada de la Virgen. Ella nos invita a ser verdaderos hermanos. Y no permitamos que alguna cosa o alguno se interponga entre nosotros y la mirada de la Virgen. ¡Madre, danos tu mirada! ¡Que ninguno nos esconda tu mirada! Nuestro corazón de hijos sepa defenderla de tantas palabras que prometen ilusiones; de aquellos que tienen una mirada ávida de vida fácil, de promesas que no se pueden cumplir. Que no nos roben la mirada de María, que está llena de ternura. Que nos da fuerza, que nos hace solidarios entre nosotros. Digamos todos: ¡Madre, danos tu mirada!

Nostra Segnora ‘e Bonaria bos acumpanzet sempre in sa vida. ¡Madre, danos tu mirada! Que Nuestra Señora de Bonaria los acompañe siempre en sus vidas.





sábado, 21 de septiembre de 2013

El 21 de septiembre de 1953, cuando tenía casi 17 años, Jorge Mario Bergoglio vio con claridad que debía ser sacerdote. Fue en una Iglesia del barrio de Flores, en Buenos Aires. Sesenta años después celebra el aniversario en Roma, al timón de la Iglesia católica.




El Papa celebra el 60 aniversario de su vocación sacerdotal


El 21 de septiembre de 1953, cuando tenía casi 17 años, Jorge Mario Bergoglio vio con claridad que debía ser sacerdote. Fue en una Iglesia del barrio de Flores, en Buenos Aires. Sesenta años después celebra el aniversario en Roma, al timón de la Iglesia católica.

viernes, 20 de septiembre de 2013

PEREGRINACION JUVENIL DEL NEA A ITATI 2013


“De la mano de María, somos testigos de la fe”, será el lema de la XXXIV Peregrinación Juvenil Noreste Argentino (NEA) a la basílica de Itatí que se realizará este fin de semana y se espera sea multitudinaria, con la participación de jóvenes de las diócesis de Corrientes, Resistencia, Formosa, Goya, Oberá, Posadas, Puerto Iguazú, Reconquista, San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña y Santo Tomé.

Se estima participarán más de 100.000 peregrinos de las 10 diócesis que integran la región.

El operativo de tránsito y seguridad se instrumentará en el corredor que utilizará la peregrinación, a partir de mañana, desde la Rotonda de la Virgen de Itatí, en la capital correntina, hasta el acceso a la localidad mariana.

Habrá controles policiales móviles y fijos, a fin de advertir a los conductores en las rutas provinciales 5, 6, 20 y 89, que utilicen vías alternativas, además de restringirse la circulación de camiones.

La Policía de la Provincia de Corrientes tendrá a su cargo la instrumentación del dispositivo de seguridad, que también contará con la colaboración de Gendarmería Nacional, Policía Federal, Prefectura y otros organismos provinciales. El Ministerio de Salud Pública aportará ambulancias y profesionales médicos en lugares estratégicos.

El domingo, a las 9, se celebrará la misa de clausura, que será presidida por el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, y concelebrada por los obispos de la región. En ese marco, como es ya tradicional, los jóvenes pronunciarán su manifiesto, en el que señalarán sus inquietudes, necesidades, preocupaciones y compromisos.

El lema elegido
Respecto al lema elegido, el presbítero Diego González, uno de los organizadores de esta manifestación piadosa, explicó: “Trata sobre el año de la Fe y también que estamos en sintonía con lo que fue la Jornada Mundial de la Juventud. Hace meses que en todas las parroquias de Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones está disponible el material de espiritualidad preparado por nuestro equipo de formación”.

El sacerdote aseguró que no importa la cantidad de peregrinos que concurran, sino la profundidad espiritual con la que vivan la jornada: “Nos interesa que vayan preparados; no centramos la mirada en eso como tampoco es importante quién llega primero o segundo sino quién hace el sacrifico y la entrega de ir a la peregrinación”.+

jueves, 19 de septiembre de 2013

Anton, nuevo monje de Monserrat, era científico: «Sentí que el mundo sin Dios no tiene sentido»

El pasado día 11 fue una joranda importante para el hermano Anton Gordillo porque después de seis años de vivir e integrarse en la comunidad benedictina del Monasterio de Montserrat profesó y se convirtió en monje para siempre. Hacía dos años, desde que hizo su profesión el abogado gerundense Bernat Julio, que ningún monje no profesaba en Montserrat. El hermano Anton, doctor en ingeniería industrial por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), ex investigador del Centro Catalán del Plástico y ex profesor del área de la ciencia de materiales en las escuelas de ingeniería de Terrassa, de la UPC, tiene 48 años. Coordina la comunicación audiovisual del monasterio y es el responsable de las emisiones en directo de Montserrat Radio y TV. Su vida iba por un camino cuando, de repente, un viaje en América Latina le cambió la vida.

- ¿Qué le pasó a un profesor universitario, un científico, que, de repente, se quiso dedicar a la vida contemplativa y la oración?
- Yo vengo de una familia creyente, es verdad...pero mi vida estaba en la universidad. No había pensado nunca, yo, en la vida religiosa. Pero en 2004 un viaje de trabajo en Venezuela, donde estuve un par de meses, lo cambió todo.

- ¿Qué pasó?
 - Tres cosas. En primer lugar me impactó mucho la pobreza, una pobreza extrema, unos barrios de chabolas muy degradados en Caracas, donde la gente vivía en condiciones muy difíciles. En segundo lugar, me dejó pasmado la gran violencia que había en ese país, con muertos cada día... Lo viví en primera persona y me afectó mucho. Pero, en tercer lugar, y no menos importante, es el impacto de la naturaleza, la exuberancia de la naturaleza, la belleza de la naturaleza...

- ¿Y?- Y sentí que el mundo sin Dios no tiene sentido. La reflexión sobre lo absurdo de un mundo sin Dios me hizo ver que lo que yo necesitaba era entregarme a Dios de manera total. Dos años después de aquel viaje a Venezuela vine a Montserrat.

- Se habría podido hacer misionero, si quería cambiar las cosas...
- Sí, claro... Hay muchas maneras de intentar cambiar las cosas, pero yo soy un teórico, un científico. Siempre he pensado que puedo entregarme mejor a Dios desde la oración. Esta es, para mí, la mejor manera de intentar cambiar el corazón de los hombres.

- Y eligió Montserrat.
- Quería hacerme monje pero continuó en Cataluña. Los catalanes somos de una manera, nuestro talante pesa y Montserrat va a mi manera de ser. En segundo lugar, quería una comunidad grande. En tercer lugar, me cautivó el nivel cultural e intelectual de Montserrat...

- ¿Y debe de haber sido muy feliz que finalmente se queda para siempre?
- Soy muy feliz.

- ¿No le pesa todo aquello a lo que tiene que renunciar?
- He hecho una elección. Siempre que eliges algo renuncias a otros. Estoy convencido de que lo que he elegido es mi camino.

- ¿Cómo es la vida de monje?
- La vida de monje tiene tres grandes pilares: la oración, el trabajo y la vida comunitaria. No es una vida monótona, pese a lo que se pueda pensar desde fuera.

- ¿Y menos para usted, que es el responsable de la televisión y la radio de Montserrat?
- Aquí, en Montserrat, hay monjes que dan clase en la universidad, pero son la vertiente más humanista. Yo no continué dando clases... pero, en cambio, me encargo de todo el tema técnico de los medios de comunicación. Tengo bastante trabajo, sí. Ah, y además estoy estudiando teología: el estudio es muy importante aquí.

- ¿Hacía dos años que no profesaba ninguna monje. Faltan vocaciones?
- Faltan cristianos comprometidos. La falta de monjes es una consecuencia lógica.

- ¿Hay una crisis de valores?
- El mundo y la manera de entenderlo han cambiado, pero no hay crisis de valores: nunca como ahora había habido tanta gente voluntaria por causas justas y solidarias... y eso también es una manera de acercarse a Dios.

El Papa llama a rezar unidos el 21 de septiembre, Jornada Internacional ...



18 de septiembre, 2013. (Romereports.com) El Papa Francisco volvió a pedir a todos los católicos que recen por la paz el día 21 de septiembre, un día en que las Naciones Unidas celebran la Jornada Internacional de la Paz y en el que el Consejo Ecuménico de las Iglesias invita a todos a rezar por la paz.  


 
El Papa pidió a los católicos que también participen. Francisco recordó de forma especial a la población de Siria que sufre las consecuencias de la guerra. 

PAPA FRANCISCO
“Mi pensamiento se dirige de forma especial a la querida población siria, cuya tragedia humana puede resolverse sólo con el diálogo y la negociación, en el respeto de la justicia y de la dignidad de cada persona, especialmente los más débiles e indefensos”.

La plaza de San Pedro se llenó de peregrinos que acudieron para la Audiencia general. El Papa recorrió durante media hora los pasillos entre la gente e intentó atender a todos personalmente.

-Tiene cuatro meses.
-¿Y cómo se llama?
-Emiliano.

Durante la catequesis el Papa explicó el papel de la Iglesia como madre que protege a sus hijos. Dijo que los mandamientos no hay que verlos como normas negativas: son el ejemplo de cómo la Iglesia ayuda a sus hijos a recorrer el camino de la vida.

PAPA FRANCISCO
“La Iglesia enseña la senda de la vida a través de los mandamientos, que son una invitación a no hacer ídolos materiales, a recordar a Dios, a tener respeto por los padres, a ser honestos, a estar cerca del prójimo…”. 

El Papa ya habló la semana pasada sobre la Iglesia como madre pero explicó que había querido retomar el mismo tema porque esta imagen le gusta mucho.


miércoles, 18 de septiembre de 2013

Monja católica recibirá premio 'Nansen para los Refugiados' de las Nacio...


18 de septiembre, 2013.(Romereports.com) La religiosa Angelique Namaika pasa la mayor parte de su tiempo en regiones remotas del Congo ayudando a mujeres víctimas de los rebeldes de Uganda. Su incansable labor la ha hecho merecedora del premio 'Nansen para los Refugiados' que otorga la ONU.  
HERMANA ANGELIQUE NAMAIKA 
Premio Nansen de Refugiados 2013
“Nunca me voy a rendir. Voy a dedicar siempre mis fuerzas a devolverles la esperanza y la posibilidad de vivir de nuevo”.

Gracias a su centro de Reintegración y Desarrollo, la hermana Angelique ha ayudado a más de 2,000 jóvenes y mujeres que fueron obligadas a abandonar sus hogares para ser víctimas de abusos del llamado “Lord's Resistance Army”. Con su apoyo moral y práctico, intenta que superen sus traumas ya que, tras el abuso, muchas son rechazadas por sus propias familias y comunidades.

HERMANA ANGELIQUE NAMAIKA 
Premio Nansen de Refugiados 2013
“Si puedo ayudar a recomenzar su vida aunque sea a una sola mujer esto ya es un éxito para mí”.

La monja católica de 46 años recogerá el premio el 30 de septiembre en Ginebra, Suiza. Éste incluye además 100.000 dólares para su causa. El 2 de octubre espera encontrarse personalmente con el Papa Francisco en Roma.

Conversión pastoral y valiente de la creatividad

Qué es el cansancio, la fatiga para un sacerdote, para un obispo y también para el obispo de Roma? Así empezó el Papa Francisco este lunes su intervención ante el clero romano, los sacerdotes de su diócesis, que encontró junto al cardenal Vicario, Agostino Vallini, y con los que dialogó en la basílica de san Juan de Letrán.

El Papa confesó que esta interrogación le vino después de leer hace unos días, una carta que había escrito un viejo sacerdote que le hablaba de la fatiga, "la fatiga en el corazón". “Hay, -dijo el Papa, la fatiga del "trabajo" que todos conocemos. Llegamos por la noche, "cansados de trabajar y pasamos ante el Tabernáculo" para saludar al Señor. Siempre, advirtió, es necesario pasar por el tabernáculo.

"Cuando un sacerdote está en contacto con su gente, se cansa. Cuando un sacerdote no está en contacto con su pueblo, se cansa, pero además le cuesta conciliar el sueño y debe tomar una pastilla, ¿no? En cambio, el que está en contacto con la gente, ¡porque la gente realmente tienen tantas necesidades, tantas exigencias! - pero no solamente las necesidades de Dios, no, ¿ese esfuerzo cansa seriamente, ¿eh?, y las pastillas no son necesarias”.

Pero hay un "último esfuerzo", "antes de la puesta del sol de la vida", "un esfuerzo que se produce en un momento en que debería haber el triunfo" y en cambio "viene esta fatiga". Esto, dijo, sucede cuando "el sacerdote se interroga sobre su existencia, y mira hacia atrás" y piensa en las renuncias, los sacrificios, los hijos que no ha tenido y se pregunta si se ha equivocado. Es la "fatiga del corazón" del sacerdote que escribió la carta. El Papa recordó el esfuerzo de tantas figuras de la Biblia, de Moisés a Elías, Jeremías, hasta Juan el Bautista. Este último, dijo, en la "prisión oscura" vivió "la oscuridad de su alma", y envió a sus discípulos a preguntar a Jesús si es verdad que era el Mesías que estaban esperando ¿Qué puede hacer entonces un sacerdote que vive la experiencia de Juan el Bautista?: “rezar", dijo el Papa y luego "buscar la proximidad con los otros sacerdotes" y, especialmente, con los obispos:

"Nosotros, los obispos debemos estar cerca de los sacerdotes, debemos hacer caridad al prójimo, los más próximos son los sacerdotes. Lo más cercanos al obispo son los sacerdotes. [Aplausos] Vale también lo contrario, ¿eh? [Risas, aplausos]: el más cercano de los sacerdotes debe ser el obispo: el más próximo. El obispo dice, los más cercanos son mis sacerdotes. Es hermoso este intercambio, ¿no?"

Luego inició el diálogo con los sacerdotes de la diócesis de Roma. El Papa Francisco dijo que, en el servicio pastoral, no se debe "confundir la creatividad con el hacer algo nuevo." Creatividad, dijo, "es buscar el camino para que el Evangelio sea proclamado," y esto "no es fácil". Creatividad, reiteró el Papa, "no es sólo cambiar las cosas". A este propósito el Obispo de Roma recordó una experiencia cuando era arzobispo de Buenos Aires. Con un sacerdote, que estaba tratando de encontrar la manera de hacer la iglesia más acogedora

"Ah, si pasa tanta gente, tal vez sería bueno que la iglesia estuviera abierta todo el día... ¡Buena idea! También sería bueno que siempre hubiera un confesor disponible, ¿no?... Buena idea! Y así fue".

El Santo Padre señaló que la Iglesia y el Código de derecho canónico dan mucha libertad a los sacerdotes para hacer estas cosas y reiteró, que hay que "buscar momentos de acogida sobre todo cuando los fieles deben ir a la iglesia por una cosa u otra. Y criticó severamente a los que, en una parroquia, están más preocupados de pedir dinero para un certificado que del propio Sacramento. “De esta manera estamos alejando a la gente de la Iglesia. Es necesaria en cambio la acogida cordial".

"Un sacerdote - no de mi diócesis, de otra diócesis - me dijo:"Yo no hago pagar nada, ni siquiera las intenciones de las Misas. Tengo una caja allí y ellos dejan lo que quieren. Pero, Padre: recojo casi el doble de lo que tenía antes! Porque la gente es generosa, y Dios bendice estas cosas”.

El Papa respondió también la pregunta de cómo se definiría ahora, visto que cuando era arzobispo de Buenos Aires amaba definirse un simple sacerdote.

"...Pues yo me siento sacerdote, de verdad. Me siento un sacerdote, un sacerdote, de verdad, obispo... me siento así ¿no? Y doy gracias al Señor por ello. [Aplausos] me daría miedo sentirme un poco 'más importante, claro, eso sí: tengo miedo de eso, ¿porque el diablo es astuto, eh, es inteligente? Pero gracias a Dios esto aún no lo he perdido".

El Papa Francisco habló luego de los sacerdotes misericordiosos. “Para mí el punto clave de un sacerdote enamorado es que tenga la capacidad de volver con la memoria al primer amor”. Una Iglesia que pierde la memoria es una Iglesia electrónica: no tiene vida”. Y hablando de la Iglesia, el Pontífice afirmó que hay ciertamente escándalos pero también tanta “santidad cotidiana”. La santidad de tantas madres, de tantas mujeres y hombres que trabajan cada día por la familia.

"Me atrevo a decir que la Iglesia nunca ha sido tan buena como hoy. La Iglesia no se derrumba: ¡estoy seguro, estoy seguro!"

El Papa volvió al tema de las periferias existenciales, reiterando sus palabras sobre "los conventos vacíos" y sobre la generosidad hacia los más necesitados. Y por último, se centró en la familia, en particular sobre la delicada cuestión de la nulidad de los matrimonios y las nuevas uniones. Un problema que Benedicto XVI "tenía en el corazón." “Un problema grave, añadió el Papa, "Un tema - dijo - que abordará con el grupo de los ocho cardenales que se reúnen los primeros días de octubre en el Vaticano. Y que será discutido también en el próximo Sínodo de los Obispos.
(ER RV)

martes, 17 de septiembre de 2013

Sacramento del orden sacerdotal Cap3


El sacerdocio ministerial y el sacerdocio común de los fieles están ordenados. Teología para todos es un curso de religión para personas mayores de 17 años del Instituto de Formación Teológica por Internet. Presentando tres módulos o seminarios: I. Teología Dogmática, II. Teología Moral y III. Está contenida en la Enciclopedia Católica del s.XXI Para Salvarte, del Padre Jorge Loring, la cual contiene una explicación ágil, actual y práctica del Credo, los Mandamientos y los Sacramentos, fieles al Catecismo de la Iglesia Católica.

Papa Francisco: "La Iglesia es como la viuda valiente que defiende a sus...


El Papa Francisco reflexionó durante la Misa en Casa Santa Marta sobre la figura de la Iglesia como madre viuda que protege y ayuda a sus hijos para llevarlos de nuevo al encuentro con su esposo. El Papa repasó el importante y difícil papel que juegan muchas viudas que aparecen en la Biblia y comparó esas misiones con la tarea que desempeña la Iglesia.