lunes, 14 de octubre de 2013

El Papa Francisco en Santa Marta: "Ojo con la hipocresía, el síndrome de...


14 de octubre, 2013. (Romereports.com) Durante su Misa en Casa Santa Marta, el Papa Francisco habló sobre la hipocresía. Advirtió de la actitud de aquellos que sólo velan  por su salvación y se olvidan de los más necesitados. El Papa llamó a esta actitud el “síndrome de Jonás”.  
PAPA FRANCISCO
“El 'síndrome de Jonás' conduce a la hipocresía, a la suficiencia, a ser cristianos impolutos, perfectos, que dicen “hacemos estas cosas: cumplimos los mandamientos y todo”. Es una gran enfermedad. Y la 'señal de Jonás' es la misericordia de Dios en Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros, por nuestra salvación”.

Francisco también insistió en que las buenas obras no sirven para nada si no responden al amor de Dios.

EXTRACTO DE LA HOMILÍA DEL PAPA
(Fuente: Radio Vaticana)
El ‘síndrome de Jonás’ no tiene celo por la conversión de la gente, busca una santidad -me permito la palabra- una santidad de “lavandería”, toda bonita, impecable, pero sin ese celo de ir a predicar el Señor. Frente a esta generación enferma del ‘síndrome de Jonás’ el Señor promete la señal de Jonás. La otra versión, la de Mateo, dice que Jonás estuvo dentro de la ballena por tres días y tres noches, referencia a Jesús en el sepulcro - a su muerte y resurrección - y aquella es la señal que Jesús promete contra la hipocresía, contra esta actitud de religiosidad perfecta, contra esta actitud de un grupo de fariseos”. 

“La señal de Jonás, la verdadera, es aquella que nos da la confianza de ser salvados por la sangre de Cristo. ¿Cuántos cristianos, cuántos hay, que piensan que serán salvados sólo por lo que hacen, por sus obras? Las obras son necesarias, pero son una consecuencia, una respuesta a aquel amor misericordioso que nos salva. Pero sólo las obras, sin ese amor misericordioso, no sirven . En cambio, el 'síndrome de Jonás’ tiene confianza sólo en su justicia personal, en sus obras”. 

“He aquí que, el 'Síndrome de Jonás' nos lleva a la hipocresía, a aquella autosuficiencia, a ser cristianos limpios, perfectos, ‘porque hacemos estas obras: cumplimos los mandamientos, todo’. Es una gran enfermedad. Es la señal de Jonás, de la misericordia de Dios en Jesucristo, muerto y resucitado por nosotros, por nuestra salvación. En la primera lectura hay dos palabras que se conectan con esto. Pablo dice de sí mismo que es un apóstol, no porque ha estudiado, no: Apóstol por llamado. Y a los cristianos les dice 'Están llamados por Jesucristo’. La señal de Jonás nos llama: seguir al Señor, pecadores, somos todos, con humildad, con docilidad. Hay una llamada, también una opción”. 

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