viernes, 31 de enero de 2014

Vaticano presenta el Año de los Religiosos

La tentación es el pan nuestro de cada día


Cuando la presencia de Dios entre los hombres viene a menos, “se pierde el sentido del pecado” y de esta manera puede suceder de hacer pagar a otros el precio de nuestra “mediocridad cristiana”. Lo dijo el Papa Francisco en la homilía de la Misa de la mañana en la Casa de Santa Marta. Pidamos a Dios, exhortó el Papa, la gracia que en nosotros no disminuya jamás la presencia “de su Reino”. 

Un pecado grave, como por ejemplo el adulterio, disminuido a un “problema de resolver”. La elección que cumple el rey David, narrada en la primera Lectura de hoy, se convierte en el espejo ante el cual el Papa colocó la conciencia de todo cristiano. David se encapricha de Betsabé, mujer de Urías, un general suyo, se la trajo y envió al marido al frente de batalla, causándole la muerte y de hecho perpetrando un asesinato. Sin embargo, adulterio y homicidio no lo impresionan tanto. “David se encuentra ante un gran pecado, pero él no lo percibe como un pecado”, observó el Pontífice. “No le viene a la mente pedir perdón. Aquello que le viene a la mente es: ‘¿Cómo resuelvo esto?’”:

“A todos nos puede pasar esto. Todos somos pecadores y todos estamos tentados y la tentación es el pan nuestro de cada día. Si alguno de nosotros dijese: ‘Pero yo jamás he tenido tentaciones’, o eres un querubín o eres un poco tonto, ¿no? Se entiende… En la vida es normal la lucha y el diablo no está tranquilo, él quiere su victoria. Pero el problema – el problema más grave en este pasaje – no es tanto la tentación y el pecado contra el noveno mandamiento, sino cómo reacciona David. Y aquí David no habla de pecado, habla de un problema que debe resolver. ¡Esto es una señal! Cuando el Reino de Dios viene a menos, cuando el Reino de Dios disminuye, uno de los signos es que se pierde el sentido del pecado”.

Cada día, rezando el “Padre Nuestro”, pedimos a Dios “Venga Tu Reino…”, lo que – explicó el Santo Padre – quiere decir “crezca Tu Reino”. Cuando en cambio se pierde el sentido del pecado, se pierde también “el sentido del Reino de Dios” y en su lugar – subrayó el Obispo de Roma – surge una “visión antropológica súper potente”, aquella por la cual “yo puedo todo”:

“La potencia del hombre en lugar de la gloria de Dios! Éste es el pan de cada día. Por eso la oración de todos los días a Dios ‘Venga tu Reino, crezca tu Reino’, porque la salvación no vendrá de nuestras picardías, de nuestras astucias, de nuestra inteligencia para hacer negocios. La salvación vendrá de la gracia de Dios y del entrenamiento diario que hacemos de esta gracia en la vida cristiana”.

“El pecado más grande de hoy es que los hombres han perdido el sentido del pecado”. Francisco citó esta célebre frase de Pío XII y después dirigió la mirada a Urías, el hombre inocente mandado a la muerte por culpa de su rey. Urías, dice el Papa, se convierte entonces en el emblema de todas las víctimas de nuestra inconfesable soberbia:

“Les confieso, cuando veo estas injusticias, esta soberbia humana, también cuando veo el peligro de que a mí mismo me suceda esto, el peligro de perder el sentido del pecado, me hace bien pensar en los tantos Urías de la historia, en los tantos Urías que también hoy sufren nuestra mediocridad cristiana, cuando nosotros perdemos el sentido del pecado, cuando nosotros dejamos que el Reino de Dios disminuya… Estos son los mártires de nuestros pecados no reconocidos. Hoy nos hará bien rezar por nosotros, para que el Señor nos dé siempre la gracia de no perder el sentido del pecado, para que el Reino no disminuya en nosotros. También llevar una flor espiritual a la tumba de estos Urías contemporáneos, que pagan la cuenta del banquete de los seguros, de aquellos cristianos que se sienten seguros”. (RC-RV)

San Juan Bosco, La Pelicula Completa en Español: NO PODES DEJAR DE VERLA


SAN JUAN BOSCO

(Becchi, 1815 - Turín, 1888) Santo y sacerdote italiano, también llamado Don Bosco. Su niñez fue dura, pues después de perder a su padre, tuvo que trabajar sin descanso para sacar adelante la hacienda familiar. Se cuenta que aprendió a leer en cuatro semanas; quería estudiar para ser sacerdote, por lo que tenía que hacer todos los días a pie unos diez kilómetros (a veces descalzo, por no gastar zapatos) para ir a estudiar en el liceo de Chieri. Con el fin de pagar sus estudios trabajó en toda clase de oficios.

Ordenado en 1841 y preocupado por la suerte de los niños pobres, particularmente por su imposibilidad de acceso a la educación, a partir de 1842 fundó el Oratorio de San Francisco de Sales. Estableció luego las bases de la Congregación de los sacerdotes de San Francisco de Sales, o salesianos (1851), aprobada en 1860, y de su rama femenina, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Tales instituciones, dedicadas a la enseñanza de los niños pobres (a los que se formaba en diversos oficios y en la vida cristiana), se desarrollaron con rapidez gracias al impulso de uno de los grandes pedagogos del siglo XIX.

La orden salesiana alcanza hoy en día 17.000 centros en 105 países, con 1.300 colegios y 300 parroquias, mientras que el instituto femenino de María Auxiliadora (las Hermanas Salesianas) posee 16.000 centros en 75 países, dedicados a la educación de la juventud pobre. Ya en vida de Don Bosco las instituciones por él fundadas llegaron a reunir más de cien mil niños pobres bajo su protección.

Además de su labor educadora y fundadora, San Juan Bosco publicó más de una cuarentena de libros teológicos y pedagógicos, entre los cuales cabe destacar El joven instruido, del que se llegaron a publicar más de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares sólo en el siglo XIX. El propio santo se encargó también de compilar y editar los llamados Sueños de Don Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo largo de su vida, el primero de ellos a los nueve años de edad.

San Juan Bosco murió la madrugada del 31 de enero de 1888 en Turín. Durante tres días, la ciudad piamontesa desfiló ante su capilla ardiente, a cuyo entierro acudieron más de trescientos mil fieles. Fue beatificado en 1929 y canonizado por el Papa Pío XI en 1934; para su canonización se presentaron 650 milagros obrados por él. Su festividad se conmemora el día de su fallecimiento, el 31 de enero.
SAN JUAN BOSCO

(Becchi, 1815 - Turín, 1888) Santo y sacerdote italiano, también llamado Don Bosco. Su niñez fue dura, pues después de perder a su padre, tuvo que trabajar sin descanso para sacar adelante la hacienda familiar. Se cuenta que aprendió a leer en cuatro semanas; quería estudiar para ser sacerdote, por lo que tenía que hacer todos los días a pie unos diez kilómetros (a veces descalzo, por no gastar zapatos) para ir a estudiar en el liceo de Chieri. Con el fin de pagar sus estudios trabajó en toda clase de oficios.

Ordenado en 1841 y preocupado por la suerte de los niños pobres, particularmente por su imposibilidad de acceso a la educación, a partir de 1842 fundó el Oratorio de San Francisco de Sales. Estableció luego las bases de la Congregación de los sacerdotes de San Francisco de Sales, o salesianos (1851), aprobada en 1860, y de su rama femenina, el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Tales instituciones, dedicadas a la enseñanza de los niños pobres (a los que se formaba en diversos oficios y en la vida cristiana), se desarrollaron con rapidez gracias al impulso de uno de los grandes pedagogos del siglo XIX.

La orden salesiana alcanza hoy en día 17.000 centros en 105 países, con 1.300 colegios y 300 parroquias, mientras que el instituto femenino de María Auxiliadora (las Hermanas Salesianas) posee 16.000 centros en 75 países, dedicados a la educación de la juventud pobre. Ya en vida de Don Bosco las instituciones por él fundadas llegaron a reunir más de cien mil niños pobres bajo su protección.

Además de su labor educadora y fundadora, San Juan Bosco publicó más de una cuarentena de libros teológicos y pedagógicos, entre los cuales cabe destacar El joven instruido, del que se llegaron a publicar más de cincuenta ediciones y un millón de ejemplares sólo en el siglo XIX. El propio santo se encargó también de compilar y editar los llamados Sueños de Don Bosco, un total de 159 sueños en ocasiones premonitorios que tuvo a lo largo de su vida, el primero de ellos a los nueve años de edad.

San Juan Bosco murió la madrugada del 31 de enero de 1888 en Turín. Durante tres días, la ciudad piamontesa desfiló ante su capilla ardiente, a cuyo entierro acudieron más de trescientos mil fieles. Fue beatificado en 1929 y canonizado en 1934; para su canonización se presentaron 650 milagros obrados por él. Su festividad se conmemora el día de su fallecimiento, el 31 de enero.


jueves, 30 de enero de 2014

Francisco: "Es una dicotomía absurda amar a Cristo sin la Iglesia"


“No se entiende a un cristiano sin Iglesia". Lo constató el Papa Francisco esta mañana en la misa celebrada en la Casa de Santa Marta. El Santo Padre indicó los tres pilares del sentido de pertenencia eclesial: la humildad, la fidelidad y la oración por la Iglesia.

La homilía de hoy partió de la figura del rey David, como es presentada en las lecturas del día: un hombre que habla con el Señor como un hijo que habla con el padre y también si recibe un "no" a sus peticiones, lo acepta con alegría. David - observó el Pontífice – tenía "un fuerte sentimiento de pertenencia al pueblo de Dios". Y esto -puntualizó - nos hace preguntarnos cuál es nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia, nuestro sentir con la Iglesia y en la Iglesia:

"El cristiano no es un bautizado que recibe el bautismo y luego va adelante por su camino. El primer fruto del bautismo es hacerte pertenecer a la Iglesia, al pueblo de Dios. No se entiende a un cristiano sin Iglesia. Y por esto el gran Pablo VI decía que es una dicotomía absurda amar a Cristo sin la Iglesia; escuchar a Cristo pero no a la Iglesia: estar con Cristo al margen de la Iglesia. No se puede. Es una dicotomía absurda. Nosotros recibimos el mensaje evangélico en la Iglesia y hacemos nuestra santidad en la Iglesia, nuestro camino en la Iglesia. Lo demás es una fantasía o, como él decía, una dicotomía absurda".

El "sensus ecclesiae" es precisamente - dijo Francisco- el sentir, pensar, querer, dentro de la Iglesia. Hay tres pilares de esta pertenencia , de este sentir de la Iglesia. El primero es la humildad, en la conciencia de estar dentro de una comunidad como una gracia grande: 

"Una persona que no es humilde, no puede sentir con la Iglesia, sentirá lo que a ella le gusta, lo que a él le gusta. Y esta humildad que se ve en David. '¿Quién soy yo, Señor Dios, y qué cosa es mi casa?' Con esa conciencia de que la historia de salvación no comenzó conmigo y no terminará cuando yo muera. No, es toda una historia de salvación: yo vengo, el Señor te toma, te hace ir adelante y después te llama y la historia continúa. La historia de la Iglesia comenzó antes de nosotros y seguirá después de nosotros. Humildad: somos una pequeña parte de un gran pueblo, que va por el camino del Señor".

El segundo pilar es la fidelidad, "que va unida a la obediencia".

"Fidelidad a la Iglesia, fidelidad a su enseñanza, fidelidad al Credo, fidelidad a la doctrina, mantener esta doctrina. Humildad y fidelidad. También Pablo VI nos recordaba que nosotros recibimos el mensaje del Evangelio como un don y debemos transmitirlo como un don, pero no como una cosa nuestra: es un don recibido que damos. Y en esta transmisión ser fieles. Porque nosotros hemos recibido y debemos dar un Evangelio que no es nuestro, que es de Jesús, y no debemos - decía él - convertirnos en propietarios del Evangelio, propietarios de la doctrina recibida, para utilizarla a nuestro gusto".

El tercer pilar es un servicio particular, finalizó el Obispo de Roma 'rezar por la Iglesia'. "¿Cómo va nuestra oración por la Iglesia?" "¿Rezamos por la Iglesia? ¿En la misa todos los días, pero en nuestra casa, no? ¿Cuándo hacemos nuestras oraciones?". Rezar por toda la iglesia, en todas partes del mundo. Que "el Señor nos ayude a ir por este camino para profundizar nuestra pertenencia a la Iglesia y nuestro sentir con la Iglesia”. (RC-RV)

miércoles, 29 de enero de 2014

Siete testimonios sobre cómo sobrevivir sin techo

Mucho se habla de los “Sin Techo”, de las situaciones personales que pueden llevar a alguien a la calle, a perderlo todo, a quedarse sin casa y sin familia, en la más absoluta soledad. Son muchas las organizaciones que dan voz a los que no tienen voz y muestran esta realidad, pero pocas veces son ellos mismos, las personas, las que cuentan sus inquietudes, sus miedos y sus peligros.
 
“A la calle me llevó la falta de trabajo, problemas personales”, explica uno de los siete protagonistas del corto “Invisibles”, que desarrollado por Caritas Diocesana de Cadiz y Ceuta, muestra la realidad de siete personas en situación de sin hogar. “Muchos factores influyen en la vida de una persona que se ve abocado en la calle y no sabes hasta que no estás en el momento qué ha podido pasarte para llegar hasta aquí”, destacan al comienzo del vídeo.
 
Son muchas las razones para terminar en la calle: “Cuando yo perdía a mi madre lo perdí todo”, muestra uno de los protagonistas. Otro de ellos confiesa: “Una de las cosas que me llevó a la calle fue mi adicción a las drogas. Mi familia estaba un poco harta de mí, porque yo siempre estaba engañando y mintiendo, robando y vendiendo droga”.
 
Estos siete protagonistas, cuyo rostro aparece en el vídeo, aunque no ofrecen sus nombres y apellidos, explican lo dura que es la calle: “Cuando te ves en la calle te sientes muy derrotado, muy hundido y cuesta trabajo volver a motivarte”. Se enfrentan diariamente a muchos peligros: “En la calle eres un bulto, eres un saco, no eres nada, porque si tienes que moverte con todas las cosas no llegas muy lejos” y expresan la soledad que sienten: “Hay gente que te ignora, que pasa a tu lado y no te quiere ver”.
 
Son muchas cosas las que echan de menos en ese momento, cosas cotidianas: “Lo que tenía antes y ahora no tengo. Una cama caliente y limpia, poder sentarte tranquilamente a ver la tele. Poder leer tranquilamente sin matar el tiempo. Leer a gusto” 
 
No obstante, muchos de ellos y gracias al trabajo de promoción y acompañamiento impulsado por Cáritas a través de sus voluntarios y profesionales están empezando a ver “la luz tras el túnel”: “La mayor ilusión es conseguir mi casa y una familia”, expresa uno de ellos, “tengo una pareja, quiero vivir con ella, tener un trabajo”. Para otro, el objetivo es “currarme la paciencia, llevar el día a día, vivir que es lo que deseo”. “Antes no me daba cuenta de lo que estaba viviendo, estaba en la penumbra, era un cadáver viviente”.
 
Por eso y aún después de pasar por la adversidad muestran un mensaje de esperanza: “Nunca me he encontrado tan bien como estoy ahora. Es posible salir de la calle. Con la verdad se llega a todos lados”, explican: “No hay que rendirse nunca y no hay que dejarse llevar”. “Es más fácil caer en la bebida y la droga si te dejas llevar", argumentan durante el corto: “Si luchas al final sales de la calle”.
 
Los 11 minutos de reportaje explican la trayectoria personal de los protagonistas y cómo encajan el futuro, pero también el trabajo que se realiza en los centros de Caritas en la Bahía, como son el Centro Social “Luz y Sal” de Cádiz, el Servicio de Atención Social para Personas sin Hogar de San Fernando y el Centro Social “Padre Francisco Almandoz” de Chiclana de la Frontera.
 

Catequesis del Papa: La confirmación es obra de Dios, que se preocupa de que nuestra vida sea plasmada a imagen de su Hijo


(RV).- (Audio) RealAudioMP3 La audiencia general de este miércoles estuvo dedicada al Sacramento de la Confirmación. El Papa Francisco recordó que este sacramento ratifica la gracia bautismal, nos une más firmemente a Cristo: afianza nuestra relación con la Iglesia y nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para defender la fe y confesar el nombre de Cristo sin avergonzarnos de su Cruz.
“La Confirmación es obra de Dios, que se preocupa de que nuestra vida sea plasmada a imagen de su Hijo, de hacernos capaces de amar como él, infundiéndonos su Espíritu Santo. Este Espíritu no cesa de actuar con su fuerza en nosotros, en toda la persona y durante toda la vida”, precisó el Obispo de Roma. 
(RC-RV) 

Palabras del Papa Francisco y saludo en nuestro idioma:
Queridos hermanos y hermanas 
Hoy nos centraremos en el Sacramento de la Confirmación. Junto con el Bautismo y la Eucaristía, forma parte un proceso único de iniciación cristiana, a través del cual somos insertados gradualmente en Cristo, muerto y resucitado y recibimos una vida nueva, haciéndonos miembros de la Iglesia. El término Confirmación indica que este sacramento ratifica la gracia bautismal, nos une más firmemente a Cristo: afianza nuestra relación con la Iglesia y nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para defender la fe y confesar el nombre de Cristo sin avergonzarnos de su Cruz. Como todo sacramento, la Confirmación es obra de Dios, que se preocupa de que nuestra vida sea plasmada a imagen de su Hijo, de hacernos capaces de amar como él, infundiéndonos su Espíritu Santo. Este Espíritu no cesa de actuar con su fuerza en nosotros, en toda la persona y durante toda la vida. Cuando lo acogemos en nuestro corazón, Cristo mismo se hace presente y toma forma en nuestra vida: es él quien reza, perdona, infunde esperanza, sirve a los hermanos más necesitados, crea comunión y siembra la paz. Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, venidos de España, Argentina, Chile, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a recordar que hemos recibido la Confirmación, a dar gracias a Dios por él y a pedirle que nos ayude a vivir como verdaderos cristianos y a caminar siempre con alegría, según el Espíritu Santo que hemos recibido. 
Muchas gracias. 

En su cordial bienvenida y saludos también a los fieles de lengua italiana, el Papa se dirigió en especial a los voluntarios de las fundaciones contra la usura, encabezados por el Arzobispo de Bari, y expresó su anhelo de que «las instituciones puedan intensificar su compromiso al lado de las víctimas de la usura, dramática plaga social que hiere la dignidad inviolable de la persona humana». Y como es tradicional, al final de la Audiencia General, el Santo Padre dirigió un saludo especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados. 
Recordando la proximidad de la celebración de la memoria de San Juan Bosco, deseó a los queridos jóvenes que la figura de padre y de maestro de este santo los acompañe a lo largo de sus años de estudio y de formación. 
Después de animar a los queridos enfermos a no perder la esperanza aun en los momentos más duros del sufrimiento, Francisco exhortó a los queridos recién casados a inspirarse en el modelo salesiano del amor preventivo en la educación integral de sus hijos.
(CdM - RV)


Traducción del texto completo de la catequesis del Papa en italiano
EL SACRAMENTO DE LA CONFIRMACIÓN

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En esta tercera catequesis sobre los sacramentos, nos centramos en la confirmación, que debe ser entendida en continuidad con el Bautismo, al que está vinculada de manera inseparable. Estos dos sacramentos, junto con la Eucaristía, constituyen un único evento salvador que se llama: la "iniciación cristiana", en el que somos insertados en Cristo Jesús muerto y resucitado, y nos convertimos en nuevas criaturas y miembros de la Iglesia. Es por ello que en su origen estos tres sacramentos se celebraban en un solo momento, al final del camino catecumenal, que era por lo general en la Vigilia de Pascua. Así venía sellado el camino de formación y de progresiva inserción en la comunidad cristiana que podía durar unos cuantos años. Se hacía paso a paso, ¿no?, para llegar al Bautismo, después a la Confirmación y a la Eucaristía.

Comúnmente hablamos del sacramento de la "Confirmación", una palabra que significa " unción". Y, de hecho, a través del óleo, llamado "sagrado crisma" venimos formados, en la potencia del Espíritu, a Jesucristo, que es el único verdadero "ungido ", el " Mesías", el Santo de Dios. Hemos escuchado en el Evangelio como Jesús lee aquello de Isaías, lo vemos más adelante, es el ungido: "yo soy enviado y ungido para esta misión."

El término "Confirmación" nos recuerda que este Sacramento confiere un crecimiento de la gracia bautismal: nos une más firmemente a Cristo; completa nuestro vínculo con la Iglesia; nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe, para confesar el nombre de Cristo y para no sentir jamás vergüenza de su cruz (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1303). Y por esta razón es importante tener cuidado de que nuestros niños, nuestros muchachos tengan este sacramento. Todos nos preocupamos de que estén bautizados y esto es bueno, ¿eh? Pero tal vez no tengamos tanto cuidado de que reciban la Confirmación: quedan a mitad de camino y no reciben el Espíritu Santo, ¡eh!, ¡que es muy importante en la vida cristiana, porque nos da la fuerza para seguir adelante! Pensemos un poco, cada uno de nosotros: ¿estamos, de verdad, preocupados de que nuestros niños y muchachos reciban la Confirmación? Es importante esto: es importante. Y si ustedes tienen niños o muchachos en casa que todavía no la han recibido y tienen la edad suficiente para recibirla, hagan todo lo posible para acabar esta iniciación cristiana para que ellos reciban la fuerza del Espíritu Santo. ¡Es importante!

Por supuesto, es importante ofrecer a los que reciben la Confirmación una buena preparación, que debe tener como objetivo conducirlos a una adhesión personal a la fe en Cristo y despertar en ellos el sentido de pertenencia a la Iglesia.

La Confirmación, como todo Sacramento, no es obra de los hombres, sino de Dios, que cuida de nuestras vidas para moldearnos a la imagen de su Hijo, para que podamos amar como Él. Y hace esto infundiendo en nosotros su Espíritu Santo, cuya acción impregna a toda la persona y durante toda la vida, como se refleja en los siete dones que la Tradición, a la luz de la Sagrada Escritura, siempre ha evidenciado. De estos siete dones… no quiero preguntarles si se acuerdan de los siete dones, no. Tal vez muchos lo dirán, pero no es necesario, no. Todos dirán es éste, ése, este otro... pero no lo hagan. Yo los digo en su nombre, ¿eh? ¿Cuáles son los dones? La Sabiduría, el Intelecto, el Consejo, la Fortaleza, la Ciencia, la Piedad y Temor de Dios. Y estos dones se nos han dado precisamente con el Espíritu Santo en el Sacramento de la Confirmación. A estos dones tengo la intención de dedicar las catequesis que seguirán a las de los Sacramentos. 

Cuando acogemos al Espíritu Santo en nuestros corazones, y lo dejamos actuar, Cristo se hace presente en nosotros y toma forma en nuestra vida; a través de nosotros, será Él -oigan bien esto, ¿eh?, a través de nosotros será el mismo Cristo quien orará, perdonará, infundirá esperanza y consuelo, servirá a los hermanos, estará cerca de los necesitados y de los últimos, creará comunión y sembrará la paz. ¡Piensen en lo importante que es esto: que es a través del Espíritu Santo, que viene Cristo para hacer todo esto en medio de nosotros y para nosotros! Por esta razón, es importante que los niños y jóvenes reciban este Sacramento.

¡Queridos hermanos y hermanas, recordemos que hemos recibido la Confirmación, todos nosotros! Recordémoslo ante todo para dar las gracias al Señor por este don y luego para pedirle que nos ayude a vivir como verdaderos cristianos, a caminar con alegría según el Espíritu Santo que nos fue dado. ¡Está visto, que estos últimos miércoles, a mitad de la audiencia, nos bendicen desde el Cielo: pero, ustedes son valientes, adelante!

martes, 28 de enero de 2014

Resumen de noticias 28 de Enero de 2014


¿Eres capaz de gritar cuando tu equipo hace un gol y no de cantar las alabanzas al Señor?


 La oración de alabanza nos hace fecundos. Lo afirmó el Papa Francisco en la Misa de esta mañana en la Casa de Santa Marta. El Papa, comentando la danza alegre de David para el Señor de la que habla la Primera Lectura, subrayó que, si nos cerramos en la formalidad, nuestra oración se vuelve fría y estéril. 

“David danzaba con todas las fuerzas ante el Señor”. El Santo Padre desarrolló su homilía partiendo de esta imagen alegre, relatada en el Segundo Libro de Samuel. Todo el Pueblo de Dios, recordó, estaba de fiesta porque el Arca de la Alianza regresaba a casa. La oración de alabanza de David, continuó, “lo llevó a dejar toda compostura y a danzar ante el Señor” con “todas las fuerzas”. Esta, comentó, “¡era precisamente la oración de alabanza!”. Leyendo este pasaje, dijo, “pienso inmediatamente” en Sara, después de haber dado a luz a Isaac: “¡El Señor me ha hecho bailar de alegría!”. Esta anciana. Como el joven David – resaltó el Papa – “bailó de alegría” ante el Señor. “A nosotros – observó luego – nos es fácil entender la oración para pedir una cosa al Señor, también para agradecer al Señor”. También entender la “oración de adoración”, aseguró, “no es tan difícil”. Pero la oración de alabanza “la dejamos de lado, no nos viene espontáneamente”:

“‘Pero, Padre, ¡esto es para aquellos de la Renovación en el Espíritu, no para todos los cristianos!’. No, la oración de alabanza es una oración cristiana ¡para todos nosotros! En la Misa, todos los días, cuando cantamos el Santo… Esta es una oración de alabanza: alabamos a Dios por su grandeza, ¡porque es grande! Y le decimos cosas hermosas, porque nos gusta que sea así. ‘Pero, Padre, yo no soy capaz… Yo debo…’. Pero ¿eres capaz de gritar cuando tu equipo de fútbol hace un gol y no eres capaz de cantar las alabanzas al Señor? ¿De salir un poco de tu contención para cantar esto? ¡Alabar a Dios es totalmente gratuito! ¡No pedimos, no agradecemos: alabamos!” 

Debemos rezar “con todo el corazón”, prosiguió: “Es también un acto de justicia, ¡porque Él es grande! ¡Es nuestro Dios!”. David, recordó luego, “era tan feliz, porque el arca regresaba, regresaba el Señor: con aquella danza también su cuerpo rezaba”: 

“Una buena pregunta que podemos hacernos hoy: ‘¿Cómo está mi oración de alabanza? ¿Yo sé alabar al Señor? Sé alabar al Señor, o cuando rezo el Gloria o rezo el Santo lo hago sólo con la boca y no con todo el corazón?’ ¿Qué me dice aquí David, danzando? ¿Y Sara, bailando de alegría? Cuando David entra a la ciudad comienza otra cosa: ¡una fiesta!”

“La alegría de la alabanza – recalcó el Obispo de Roma – nos lleva a la alegría de la fiesta. La fiesta de la familia”. El Papa recordó que cuando David entra al palacio, la hija del rey Saúl, Mical, lo reprende y le pregunta si no sentía vergüenza por haber bailado de aquella manera delante de todos, él que es el rey. Mical “despreció a David”: 

“Me pregunto ¿cuántas veces despreciamos en nuestro corazón a personas buenas, gente buena que alaba al Señor como le nace, así espontáneamente, porque no son cultos, no siguen las formalidades? ¡Desprecio! Y la Biblia dice que por este motivo Mical se quedó estéril ¡por toda la vida! ¿Qué cosa quiere decir aquí Palabra de Dios? ¡Que la alegría, que la oración de alabanza nos hace fecundos! Sara bailaba en un momento grande de su fecundidad, ¡con noventa años! La fecundidad que nos da la alabanza al Señor, la gratuidad de alabar al Señor. Aquel hombre o aquella mujer que alaba al Señor, que reza alabando al Señor, que cuando reza el Gloria se alegra de decirlo, cuando canta el Santo en la Misa se alegra de cantarlo, es un hombre o una mujer fecundo”. (RC-RV)

lunes, 27 de enero de 2014

Papa pide paz en Ucrania y reza por niño asesinado por la mafia



VATICANO, 26 Ene. 14 / 09:52 am (ACI/EWTN Noticias).- Luego del rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco se refirió a la historia de Nicola "Cocó" Campolongo, un niño de tres años de edad que fue quemado vivo hace unos días en el sur de Italia, mientras su madre permanecía en cárcel por un proceso de mafia; e hizo un llamado a sus asesinos para que se arrepientan.
"Quiero dirigir un pensamiento a Coco Campolongo, de tres años, que fue quemado en un auto en Cassano allo Jonio", expresó el Santo Padre ante los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
Francisco advirtió que "este ensañamiento sobre un niño tan pequeño parece no tener precedentes en la historia de la criminalidad. Rezamos con Cocó, que seguramente está en el cielo. Por las personas que cometieron este delito para que se arrepientan y se conviertan al señor".
Luego de esto, el Papa comenzó a orar, lo que fue seguido por los 70 mil fieles presentes, dejando la plaza en silencio por unos instantes.
La semana pasada el cuerpo Cocó apareció carbonizado junto al de su abuelo, Giuseppe Iannicelli, y el de su pareja marroquina, Ibtissan Touss. La madre del niño permanece detenida por la acusación de pertenecer a una asociación mafiosa.

Tradición, rebeldía y pimentón

La vida de Carmen Jiménez está inseparablemente unida a Jaraíz de la Vera (Cáceres), un pueblo de 7.000 habitantes al que su familia lleva varias generaciones dedicado en cuerpo y alma. Allí es donde ha pasado los momentos más bellos, pero también los más duros de su vida.

Los Jiménez eran una familia respetada y emprendedora; Su abuelo puso en marcha una fábrica de pimentón –el producto típico de la zona–, y su padre, además de empresario, fue alcalde de la localidad. Por eso para Carmen, la pequeña del clan, supuso un auténtico mazazo la ruina económica de su familia y, más adelante, la enfermedad y muerte de su padre, cuando ella tenía 18 años. 

Dicen que el sabor de la Vera es intenso, y así, intensamente, pasaron aquellos años. Perdió la fe. El dolor ardía y se volvió reaccionaria, aferrándose a un modo de vida en el que iba la defensa del aborto, del divorcio, una vida bastante superficial, etc. Vivió en Salamanca, en Madrid pero la añoranza tiraba y volvió a su pueblo, a casa; empezó a trabajar en elMuseo del Pimentón, algo que ella ve como una manera de transmitir sus raíces a estudiantes, a turistas y a todos los que pasan por Jaraíz. Una forma de dar continuidad al amor de los suyos por su tierra pimentonera.

Opus Dei - Carmen fue con unos amigos a hacer el Camino de Santiago, por turismo, y se quedó tocada al ver el compañerismo sincero que se vivía entre los peregrinos.
Carmen fue con unos amigos a hacer el Camino de Santiago, por turismo, y se quedó tocada al ver el compañerismo sincero que se vivía entre los peregrinos.
¿Y la fe? Después de muchas vueltas y vaivenes, hace algo más de dos años, fue con unos amigos a hacer el Camino de Santiago, por turismo, y se quedó tocada al ver el compañerismo sincero que se vivía entre los peregrinos. Algo parecía cuestionarse en sus planteamientos. Ese mismo verano, las palabras de Benedicto XVI desde la Puerta de Alcalá: “No sucumbir a las tentaciones que conducen a una libertad sin Dios (…) Edificad vuestras vidas en los cimientos de Cristo y, entonces, seréis bienaventurados y contagiaréis la alegría de vivir” resquebrajaron a Carmen definitivamente. Su vida pedía a gritos pilares sólidos y Dios salía a su encuentro.

La cara de susto de los habituales en la Misa de su pueblo era comprensible, pero ella buscó su sitio discretamente, recomenzando tras muchos años.  Empezó a buscar su hueco dentro de la Iglesia, no veía donde: ¿la vida religiosa?, ¿alguna asociación de fieles? Probó muchas cosas pero nada le llenaba. Un día, de pronto, en el trabajo, navegando por internet le vino como una inspiración: el Opus Dei. Se puso de pie del susto, porque había oído cosas muy negativas y rezó: ¿Cómo puedes pedirme esto? Entró en la web “del Opus”, empezó a leer y, para su sorpresa, fue encontrando respuestas a todas sus preguntas. Leyó, vio un vídeo detrás de otro y finalmente se topó con la homilía de San Josemaría en el Campus de Navarra; que fue lo que realmente le enganchó y le movió a escribir un correo pidiendo información.Hoy Carmen es supernumeraria del Opus Dei y tiene mucho deseo de hacer partícipes a los demás de la felicidad que ella tiene. 

Hace más ruido un árbol que cae, que un bosque que crece.)

(RV).- (Audio y video) RealAudioMP3 La Iglesia no se puede entender como una simple organización humana, la diferencia la hace la unción que dona a los obispos y sacerdotes la fuerza del Espíritu para servir al pueblo de Dios: lo dijo el Papa Francisco en la Misa presidida esta mañana en la Casa de Santa Marta. El Pontífice agradeció a tantos sacerdotes santos que dan la vida en el anonimato de su servicio cotidiano.

Comentando la primera lectura del día, que habla de las tribus de Israel que ungen a David como su rey, el Papa explicó el significado espiritual de la unción. “Sin esta unción – afirmó - David habría sido el jefe” de “una empresa”, de una “sociedad política, que era el Reino de Israel”, habría sido un simple “organizador político”. En cambio, “después de la unción, el Espíritu del Señor” desciende sobre David y permanece con él. Y la Escritura dice: “Así David se iba engrandeciendo cada vez más, y el Señor, el Dios de los ejércitos, estaba con él”. “Esta – observó el Santo Padre - es precisamente la diferencia de la unción”. El ungido es una persona elegida por el Señor. Así ocurre en la Iglesia con los obispos y los sacerdotes.

“Los obispos no solo son elegidos para llevar adelante a una organización, que se llama Iglesia particular, son ungidos, tienen la unción y el Espíritu del Señor está con ellos. Pero todos los obispos, todos somos pecadores, ¡todos! Pero estamos ungidos. Todos queremos ser más santos cada día, más fieles a esta unción. Y aquello que precisamente hace a la Iglesia, aquello que da la unidad a la Iglesia, es la persona del obispo, en nombre de Jesucristo, porque está ungido, no porque haya sido elegido por la mayoría. Sino porque está ungido. Una Iglesia particular tiene su fuerza en esta unción. Y por participación también los sacerdotes son ungidos”.

La unción – continuó el Papa – acerca a los obispos y a los sacerdotes al Señor y les da la alegría y la fuerza “para llevar adelante a un pueblo, para ayudar a un pueblo, para vivir al servicio de un pueblo”. Dona la alegría de sentirse “elegidos por el Señor, mirados por el Señor, con aquel amor con el que el Señor nos mira, a todos nosotros”. Así, “cuando pensemos en los obispos y en los sacerdotes, debemos pensarlos así: ungidos”:

“De lo contrario no se entiende a la Iglesia, pero no solamente no se entiende, no se puede explicar cómo la Iglesia vaya adelante solamente con las fuerzas humanas. Esta diócesis va adelante porque tiene un pueblo santo, tantas cosas, y también un ungido que la conduce, que la ayuda a crecer. Esta parroquia va adelante porque tiene tantas organizaciones, tantas cosas, pero también tiene un sacerdote, un ungido que la lleva adelante. Y nosotros en la historia conocemos una mínima parte, pero cuántos obispos santos, cuántos sacerdotes, cuántos sacerdotes santos que han dejado su vida al servicio de la diócesis, de la parroquia; cuánta gente ha recibido la fuerza de la fe, la fuerza del amor, la esperanza de estos párrocos anónimos, que no conocemos. ¡Hay tantos!”.

Hay tantos – dijo Francisco – “los párrocos del campo o los párrocos de ciudad, que con su unción han dado fuerza al pueblo, han transmitido la doctrina, han dado los sacramentos, o sea la santidad”:
‘¡Pero, padre, he leído en el diario que un obispo ha hecho tal cosa o que un sacerdote ha hecho tal cosa!’. ‘Si, también yo lo he leído, pero, dime, ¿en los diarios están las noticias de aquello que hacen tantos sacerdotes, tantos curas en tantas parroquias de ciudad y del campo, la tanta caridad que hacen, tanto trabajo que hacen para llevar adelante a su pueblo?’. ¡Ah, no! Esa no es noticia. Eh, lo de siempre: hace más ruido un árbol que cae, que un bosque que crece. Hoy pensando en esta unción de David, nos hará bien pensar en nuestros obispos y en nuestros sacerdotes valientes, santos, buenos, fieles y rezar por ellos. ¡Gracias a ellos nosotros hoy estamos aquí!”. (RC-RV)

Apertura Cosquín 2014 y mensaje del Papa Francisco


27/01/2014 - La 54º edición del Festival de Folklore de Cosquín inició con mucha música y más emoción. En la apertura, el Padre Roberto "Chobi" Álvarez, párroco de Cosquín, hizo mención al Cura Brochero y su obra, a Ariel Ramírez que hace 50 años escribió "La misa criolla", y al Papa Francisco que hizo llegar una carta llamando a la "unidad" de los argentinos. Luego de pasar algunas imágenes, el Padre "Chobi" invitó a hacer un elocuente signo: todos los presentes en la repleta Plaza Próspero Molina, se tomaron las manos, y rezaron un Padrenuestro.
El Padre Roberto Álvarez fue el encargado de iniciar el tradicional Festival de Cosquín 2014. Hubo doble sorpresa: homenaje a Brochero y una carta del Papa Francisco.
Luego hubo lugar para el tradicional ballet y canción de apertura del festival. En diálogo con Radio María Argentina, el "Padre Chobi" nos cuenta cómo fue la viencia desde adentro.
 
 Carta del Papa Francisco por la apertura del Festival de Cosquón 2014
 
Vaticano 4/1/2014
Pienso que ya estarán preparando allí el Festival. Siempre lo he vivído como una referencia Nacional en la que todos nos identificamos. Es una de las cosas que, en los pueblos, logra la dimensión de la belleza. En el arte nos encontramos y expermentamos la gratitud de ser hermanos, dejando de lado esa desconfianza y descalificación facil que amaneza la fraternidad de un pueblo.
¡Cuánto ayuda Cosquín a ese deseo de hermanarnos en paz! ¡Cuanto ayuda a fomentar esa "cultura del encuentro" que buscamos todos!.
En ese remanso de arte nacido de nuestra gente, de nosotros mismos, nos resulta más facil y sereno mirarnos a los ojos, respetar las diferencias y ensayar un apretón de manos.
Los argentinos que hemos sido y somos capaces de crear y ejecutar tanta belleza, no podemos "arrugarnos" ante el desafío que hoy nos pide la Patria: encontrarnos como hermanos, encontrarnos respetando las diferencias, encontrarnos en paz...
A cincuenta años de la Misa Criolla me quedo en oración susurrando, acompañando por la genialidad de Ariel Ramírez, "Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, dános la paz".
Te pido por favor, hagas llegar mi saludo y mi bendición a todos los participantes del Festival. Les deseo lo mejor y por favor, les pido que recen por mí.
Fraternalmente,
Francisco 

Hollywood prepara «Tengo sed», una película sobre la vida de la Madre Teresa de Calcuta

Será a finales de 2014 cuando comiencen las grabaciones de una cinta para la gran pantalla sobre la vida de Madre Teresa de Calcuta. Lo ha revelado The Hollywood Reporter en una nota publicada en su web el 24 de enero. La producción llevará por nombre I Thirst [Tengo sed], palabras de Jesús en la cruz que se transformaron también en lo que fue la primera experiencia del llamado de Madre Teresa para servir a Dios entre los más pobres de los pobres.

El guión ya está asignado: Keir Pearson se encargará de realizarlo. Para esto ya tiene previstos viajes de investigación a Calcuta, India y Tijuana. De ir con lo previsto, a finales de febrero de 2014 podría comenzar a redactar el guión. Y es que Pearson no es nuevo en este menester: ya en 2004 fue candidato al Óscar por el guión de Hotel Rwanda. La producción correrá a cargo de Tony Krantz. «No podemos estar más entusiasmados de hacer esta película sobre una mujer que luchó por el compromiso absoluto, la fe, la caridad y el amor», dijo Krantz en informaciones recogidas por la agencia Efe.

En este proyecto cinematográfico también estarán involucradas las Misioneras de la Caridad, la congregación religiosa femenina fundada por Madre Teresa y que hoy es de las más florecientes en la Iglesia. La participación será a través del Centro Madre Teresa de Calcuta, organización que administra legalmente la imagen de Madre Teresa. 

Madre Teresa nació en Albania un 26 de agosto de 1910 (aunque hoy la ciudad es parte de la actual república de Macedonia). Murió el 5 de septiembre de 1997 a los 87 años. En 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz y fue beatificada por Juan Pablo II en 2003. Se espera que para la primavera de 2015 estén los primeros resultados del trabajo. Según han dejado entender, tanto el guionista como el productor quieren transmitir también por medio del filme la experiencia espiritual de vacío interior que experimentó por tantos años Madre Teresa (recogidas como libro y que llevó por título Ven, sé mi luz. Las cartas privadas de la santa de Calcuta).

domingo, 26 de enero de 2014

Los admirables testimonios de los mártires del Camino Neocatecumenal en el genocidio de Ruanda

Este año 2014 se cumplen 20 años de unos de los sucesos más horribles de la historia reciente. En Ruanda se producía un auténtico genocidio en el quecerca de un millón de personas fueron asesinadas brutalmente en apenas tres mesesen el intento de exterminio de los tutsi por parte de los hutus. Se cree que en este corto periodo de tiempo consiguieron aniquilar al 85% de los tutsis de este país.
 
Este terrible suceso causó un sufrimiento extra a la Iglesia Católica, pues Ruanda era considerado uno de los países más cristianos de toda África. El genocidio en el que participó una parte de la sociedad civil dejó en evidencia los escasos cimientos de la fe de un país en el que algunos sacerdotes y religiosas fueron incluso condenados por participar en las masacres. El mismo Juan Pablo II reconocía esta triste realidad en 1996 cuando decía que “todos los miembros de la Iglesia que pecaron durante el genocidio” tenían que “tener la valentía de aceptar las consecuencias de los hechos que cometieron contra Dios y contra su prójimo”.

La sangre de los mártires de la Iglesia
Sin embargo, también hubo un comportamiento heroico de la Iglesia y ahora Ruanda está bañada por la sangre de los mártires. Su fidelidad al Evangelio hizo que hasta tres obispos, un centenar de sacerdotes y hasta 117 religiosos y religiosas fueran asesinados.
 
Además, miles de laicos fueron asesinados de las maneras más horribles por ser cristiano y negarse a actuar en contra de la voluntad de Dios. Es el caso de los mártires del Camino Neocatecumenal. Cientos de hermanos de esta realidad eclesial fueron asesinados por negarse a matar a otros, por proteger a tutsis y por formar parte de comunidades en las que los tutsis, los hutus y los twa se amaban y convivían.

Un relato sobre las muertes de los hermanos
La revista Communio recogía en 1995 el testimonio de estos mártires. Enrico Zabeo, un sacerdote italiano responsable del Camino Neocatecumenal en Ruanda, relataba en una carta enviada en 1994 a su parroquia en Roma su experiencia durante esas semanas y el firme testimonio de fe de los hermanos ruandeses y cómo muchos habían muerto rezando por sus verdugos.
 
El padre Zabeo consiguió escapar a las colinas junto al español Ignacio Moreno y la francesa Jeanne Watrelot, responsables de esta realidad en Ruanda, y así salvar la vida aunque algún tiempo después volvieron a las ciudades para buscar a los hermanos de las comunidades y a los sacerdotes.
 
En la carta enviada a su parroquia de Roma decía que los hermanos “han sido marcados por la presencia del Señor a su lado”  y explicaba que “en las comunidades neocatecumenales del sur hay muchísimos hermanos muertos; en Kigali las cosas han ido un poco mejor”.

"Murió rezando por los asesinos" 
Pero a pesar de las enormes dificultades y el miedo los supervivientes  inmediatamente se buscaron unos a otros para reunirse en las celebraciones de la Eucaristía y de la Palabra.  Contaba este sacerdote “dicen haber experimentado la Resurrección: haber pasado de muerte anunciada en muerte anunciada, viendo como la Pascua se hacía realidad, es decir, viendo la intervención de Dios que les libraba de la muerte allí donde humanamente tendrían que haber sido matados”.
 
El padre Zabeo resumía en su carta algunos de los testimonios que habían podido recabar tras encontrarse con los supervivientes. “Dos chicas, en situaciones diferentes, por dos veces fueron arrojadas al agujero con otros cadáveres, llenas de heridas y garrotazos, y por dos veces lograron salir de él encontrando la salvación. Otra chica (…) murió rezando por los asesinos que la hicieron pedazos.(…) En Butare supimos de un muchacho del Camino al que asesinaron por no haber aceptado matar, de otro dispuesto a morir por haber escondido a dos hermanas buscadas por los asesinos”.
 
“Escuchar los testimonios de los hermanos ha sido para mí un gran consuelo. Ver la iluminación de algunos hermanos y hermanas ha sido una catequesis inigualable: hecha de acontecimientos de vida, no de palabras vacías”, decía en su carta el catequista itinerante de Ruanda.
 
En Ruanda el Camino Neocatecumenal llevaba presente desde 1989 y en el momento del genocidio había un total de 19 comunidades, en 8 parroquias repartidas por cinco diócesis.

Rezando el Rosario durante el martirio 
Unos de estos mártires fueron Jean Baptiste y Bernardette, matrimonio responsable de la primera comunidad de Nyanza.  Cuenta Enrico Zabeo en la carta recogida por Communio que “les hicieron salir de casa y les molieron a palos. Mientras les golpeaban Jean Baptiste gritaba: ‘¿por qué me hacéis esto?, ¿qué mal he hecho?’. Recuerda la Pasión. Bernardette en cambio callaba y a cada golpe hacía correr una cuenta del Rosario.” A ambos les llevaron al matadero y allí les mataron a machetazos arrojándolos en la fosa común. “Hago notar –agregaba- que al matadero fueron conducidos también muchos otros hermanos de Nyanza”.  Además, resaltaba “el ensañamiento contra los hermanos de las comunidades acusados de reunirse de noche (¡las celebraciones!) para tramar contra el régimen”, utilizando esto como pretexto.
 
“Un joven hermano, Innocent Habyarimana, superviviente de las masacres junto a su mujer Eugénie y su niña, nos contaba que durante su fuga había oído a los milicianos, también ellos fugitivos de Nyanza, contar admirados el modo en el que los hermanos de las comunidades habían muerto. A los milicianos les había chocado la dignidad y serenidad con que los hermanos afrontaban la muerte: de manera totalmente distinta a los demás. Los hermanos, de hecho, se entregaban sin resistencia, sin desesperarse, sin insultar y sin odiar”, recordaba.

También los niños respondían con heroicidad 
En su carta, afirmaba que esta actitud, “que ciertamente no significaba la ausencia de miedo, era propia también de los hijos pequeños de los hermanos”.  A estos niños, los milicianos les gritaban burlándose de ellos: “os han enseñado bien en vuestras reuniones nocturnas la disciplina para afrontar la muerte”.
 
Una muerte brutal tuvo también la hermana Françoise, religiosa y catequista del Camino Neocatecumenal. Fue víctima de múltiples machetazos y dada por muerta por lo que fue arrojada a un profundo agujero junto con otra hermana. “Durante tres días se oyeron sus lamentos y en vano las monjas supervivientes, ancianas y miedosas, trataron de sacarla fuera lanzándola una cuerda, también por culpa de las fracturas y heridas de los brazos. Las hermanas recurrieron entonces a la gendarmería que, en vez de enviar a los socorristas, envió a los milicianos, quienes lanzaron piedras al agujero, acabando con la hermana Françoise y cerrando la fosa con tierra”.
 
También la joven Grace Uwera, de tan sólo 25 años, tuvo una muerte admirable. “El relato tan simple y bonito, es digno de los mártires de la primitiva Iglesia, a los que no tiene nada que envidiar, y convergen –según cuenta el padre Zabeo- en unpunto: Grace murió pidiendo a Dios por sus asesinos”.

Abrió la Biblia y rezó por sus asesinos 
Cuando llegaron los asesinos a por ella, logró huir con su Biblia pero una vez “atrapada por los milicianos Grace fue llevada a un puesto de control en el que se hacían las ejecuciones y donde estaba la fosa común. Antes de ser asesinada pidió un tiempo para rezar. Dijo a sus asesinos:mundekere akanya, nisabire nkabasabira: ‘dejadme un momento para rezar por mí y también por vosotros’. Cogiendo su Biblia la abrió, leyó, rezó y después se dirigió a los asesinos diciendo: ‘ahora haced lo que queráis´. Y ofreció la cabeza”. Primero fue golpeada con una azada y después la mataron a machetazos.
 
Estos son solo algunos de los testimonios de los hermanos de Nyanza. Hubo hermanos hutus que se jugaron la vida escondiendo a tutsis de la comunidad al igual que hicieron los twa (pigmeos). Y es que el sacerdote italiano afirmaba que “cuando reunimos de nuevo a los hermanos supervivientes de Nyanza, contamos 51 entre las seis comunidades”. Una auténtica masacre.

"Aún no teniendo nada, lo tenían todo"
También lograron encontrar a otros miembros de las comunidades del resto de Ruanda. En un campamento de refugiados pudieron estar con diez jóvenes que habiendo estado escondidas en las colinas seguían llevando a cabo la celebración de la Palabra. Contaba admirado el padre Enrico Zabeo que era “impresionante constatar que no proferían palabra alguna de tristeza, de rabia, lamento o murmuración. Y sin embargo, desde hacía ya 6 meses no tenían nada y comían granos de maíz con judías cocidas, ¡y sólo eso! La Palabra les saciaba. Nos impresionó verdaderamente su alegría”. Emocionado, este sacerdote italiano añadía que “aún no teniendo nada, ¡lo tenían todo! “.
 
Un día después hallaron a otro hermano, Vedaste, que arriesgó su vida en varias ocasiones “bajo las amenazas de los milicianos porque iba a visitar a las hermanas tutsis al campamento, siendo el hutu”.
 
También heroico fue el comportamiento de Faustin, el responsable de la comunidad. “Nos contó que los milicianos fueron a buscarlo para obligarlo a unirse a las milicias en las masacres. Faustin, llamando a la mujer y a los hijos, hizo pública profesión de fe diciendo: ‘deseamos ser cristianos y no queremos hacer nada contra la ley de Dios; no queremos hacer daño a nadie, ni yo, ni mi mujer, ni mis hijos. Aquí estamos todos. Haced de nosotros lo que queráis, pero ninguno de nuestra familia haremos algo que esté mal”. El soldado le marcó la cara con una bayoneta y le golpeó pero no les mató. Lo que hizo fue abrir una enorme fosa común debajo de su casa para que viese todas las ejecuciones.
 
“Tenemos en esencia un batallón innumerable de hermanos que rezan por nosotros. TE MARTYRUM CANDIDATUS LAUDAT EXERCITUS" (el blanco ejército de los mártires), concluía Enrico Zabeo.