lunes, 30 de junio de 2014

Paula estaba considerando hacerse carmelita cuando un loco la apuñaló: «El diablo lo mandó», dijo él

Dicen quienes la conocieron que María Paula Giglio llevaba su sonrisa a todos lados. Esa misma sonrisa lucía el miércoles a la mañana, cuando ingresó a la apacible Comuna sancarlina [en Argentina] con el fin de cobrar una pauta publicitaria para el programa que producía en la FM Red 101.

Estaba en el lugar y el momento equivocados. Pero nada podría haberla hecho sospecharlo. Mientras aguardaba su cheque quizás pensando en terminar el trámite y regresar en su auto a Ciudad, apareció en escena un joven con un brote psicótico y un cuchillo en mano y allí mismo terminó con la vida de la joven comunicadora.

La única respuesta que tuvieron a mano varios de los sorprendidos empleados municipales fue que ese era su destino.

Pero María Paula Giglio, con apenas 33 años, ya había hecho mucho para dar con ese mentado destino, tanto que hasta soñaba con hacer de su casa un hogar de ancianos y transitar el camino para llegar a ser monja.

Periodista... con otros proyectos
Hasta el miércoles María Paula tenía muchos proyectos en sus manos. Producía y se encargaba de conseguir la publicidad para el programa Reglas de Juego, que conduce el periodista José Luis Toso. "Era una defensora de la independencia periodística. Prefería visitar a decenas de empresarios y comunas y que cada uno pusiera una publicidad ínfima a que pagaran más y eso nos hiciera depender editorialmente de ese auspiciante", recordó Sandra de Toso, esposa de José Luis y también productora del programa.

Además Paula colaboraba activamente con el convento de carmelitas descalzas, al que pretendía ingresar.

Trabajaba para reacondicionar una casa que había comprado recientemente, después de vender la vivienda familiar en donde no quería vivir sola luego de que su familia se disgregara.



"Ella nunca quiso vivir en su casa paterna porque le traía muchos recuerdos, pensá que provenía de una familia muy tradicional y después de que sus padres se separaron ella se quedó sola. Sus dos hermanos ya estaban en España, su madre se fue a Mar del Plata y su otra hermana a Buenos Aires. Además como su padre quedó mal con la separación, ella lo apuntaló y lo convenció para que se fuera a España. En ese tiempo sentía que se le había derrumbado todo. No podía con eso, si hasta regaló los muebles y los perros", recordó Silvana Toso, hija del periodista, con quien Paula compartió el grupo Movimiento Juvenil Peregrinos y a quien adoptó como hermana menor.

Pensando en los ancianos solos
Sin embargo, la compra de esa casa la tenía angustiada porque cuando quiso mudarse detectó varias fallas que hacían inhabitable el lugar: "Apenas la compró quiso cambiar los azulejos y se le cayó una pared completa", recordó Sandra de Toso, mamá de Silvana. El tema es que Paula pensaba ese hogar como el lugar en que adoptaría a varios ancianos que no tenían con quién vivir.

 "No puedo dejar que esa gente viva sola, yo sé lo que es estar sola", solía decir cada vez que alguno de sus amigos le reprochaba que pasara sus fines de semana cuidando a una abuela que había adoptado como propia.

En esa casa había invertido todo lo que había obtenido de la venta de su vivienda familiar y por ende no le quedaba dinero para reacondicionarla.

Por si esto fuera poco, en los últimos días había recibido amenazas por haberse atrasado en el pago de la última cuota de esa casa, algo que un abogado cercano a su familia le había aconsejado que no hiciera hasta que los anteriores dueños la dejaran en condiciones de ser habitada o le hicieran una rebaja por las condiciones en que se encontraba.

Una premonición
"Estaba angustiada. La noche del martes me llamó por teléfono y me dijo: me ha agarrado como un miedo a morirme... Pensá que tengo muchos proyectos, ¿y si me pasa algo y me muero mañana? Y yo la noté tan mal que le aconsejé que se tranquilizara y nos pusimos a rezar juntas", relata Silvana, y el sólo recuerdo de aquella fatal intuición de Paula les humedece los ojos a ella y a varios de los amigos de la comunicadora que se reunieron para recordarla.

Es más, apenas 20 minutos antes de ser atacada mortalmente, mientras esperaba en la fila para cobrar el cheque y regresar a Mendoza, llamó a Sandra para decirle que tenía miedo de perder la casa. "Y yo le contesté que se tranquilizara. Le dije: ´Mirá Paula, si el diablo quiere la casa que se la lleve", repasó Sandra.

El asesino y el diablo
Pocos minutos después las cámaras de la Comuna registraron a Yamil Ezequiel Palleres que ingresaba con las manos en los bolsillos de su campera. Caminó hasta la fila, la miró a la cara y le asestó una puñalada en el cuello.

Luego diría a la policía: "El diablo me ordenó que matara a una mujer".

"Para mí siempre fue un ejemplo de mujer, que nunca supo lo que era el rencor y siempre perdonó mucho", dice a través del teléfono Juan Giglio, su hermano menor, que desde hace años vive en España con otra de sus hermanas y su padre. Juanito, como Paula lo llamaba, era su debilidad y a la vez su cómplice, aunque estuviera lejos.

En el 2006 ella viajó a Europa para ver a sus hermanos y de hecho se quedó casi un año allá. "Fue un viaje como para buscarse a sí misma. Ella no elegía irse a vivir allá, y tampoco que se fueran ellos. Sólo quería encontrarle un sentido a su vida", repasó Sandra de Toso, en cuya casa vivió Paula alternativamente.

Recuerdos de generosidad
En el verano pasado Juan vino a visitar a su hermana porque no la había escuchado muy bien por el teléfono y quiso verla. "Cuando vino nos trajo un celular súper tecnológico a cada una y ella estaba feliz con el suyo, pero unos días después a mí me robaron el mío y ella se desesperó y buscaba solucionarlo. Quería vender el suyo y comprar dos de menor valor para las dos. Era de esas personas que se posponen todo el tiempo para que el otro esté bien", repasa Silvana Toso.

Esa anécdota dispara varios comentarios de sus amigos que se reunieron en la casa de la familia Toso para recordarla.

"Hace tiempo a mi madre la operaron de cáncer y el médico le recomendó que hiciera reposo durante varios días. El tema es que ella tenía un colchón viejo que ya no servía. A mí se me ocurrió contarle eso y ella no dudó en prestarme su colchón, que era el único que tenía, y se pasó 30 días durmiendo en el piso [en el suelo]. Así era", cuenta Enrique, y se le ahoga la garganta.

De sus hermanos Juan fue el primero en saber de la trágica muerte de su hermana: "Ese hombre (por el asesino) me ha quitado la mitad de mi vida", dice el joven desde el teléfono y asume que aún no logra despedirse de ella, no porque no pudo venir a sus exequias, sino porque "siento que está acá conmigo siempre".

Diario de un misionero en Tanzania: Siempre con mucha alegría, algo que se repite…

Ushetu, 2 de junio de 2014.

Ayer domingo pude hacer la visita a una aldea que no había ido nunca. En realidad es uno de los seis centros de la misión, es decir una aldea de la que dependen otras, en este caso otras dos. La aldea de Ilomelo, queda bastante lejos, pero no es la más alejada. En auto nos demoramos una hora en llegar.

ninios_misa

Luego de la misa en el centro parroquial, nos preparamos y salimos con los monaguillos, que me servirían también de guía, porque sabían el camino por haber ido alguna vez. Pasamos por varios lugares conocidos, Mbika, Namba moja, Namba nane, Ulowa, y de allí nos desviamos a la derecha y empezamos a andar por un camino desconocido para mi. Es muy lindo poder conocer lugares, aunque los paisajes se parezcan, nunca son iguales. Pasamos por varios pequeños grupos de casas, muchas de ellas como se suele decir muy “pintorescas”, pero que se sabe que al ser pintorescas son a la vez muy pobres. Es decir, las clásicas casas de adobe, con techos de paja, y dos ambientes muy pequeños… afuera un patio que es la “sala de estar” de la familia … donde se ven herramientas de trabajo, el fogoncito, ropa colgada por diversas partes, cosas de cocina, y siempre niños jugando en alguna sombra. El paisaje de sequía también impacta un poco… todo muy amarillo, muy seco, mucho polvo.

casas_africa

Llegamos a la aldea de Ilomelo a las 11:20 am, y había mucha gente. Una iglesia grande, de ladrillos y cemento, con techo de chapas… y muy bien cuidada. La gente salió a recibirnos, y estaban muy contentos, porque la mayoría de ellos no me conocía. Yo sólo me había encontrado varias veces con el catequista y los líderes en los encuentros acá en la parroquia. Esperaban confesarse, así que allí pusimos una silla debajo de una sombra espectacular de un árbol de mangos, y una bolsa de arpillera para que se arrodillen los penitentes… y empezamos. Confesé hasta la 1:00 de la tarde… y la gente mientras tanto rezó, cantó, tuvieron avisos, salían un rato afuera. Es impresionante la paciencia que tienen. Ellos saben que el padre no puede ir muchas veces, y por eso cuando va, no hay problema por la demora, sino que quieren confesarse.

misa_tanzania

Tuvimos la misa de la Ascensión del Señor, sin muchas cosas para contar, sino que el coro estuvo muy bien, y todos los bancos llenos de gente. Al final de la misa me hicieron presentar, y ya nos pudimos conocer. Muy contentos y alegres… sobre todo cuando les di las buenas noticias sobre la salud del P. Johntin.

Después de la misa aproveché a repartir caramelos a los chicos… como para romper el hielo con ellos, que siempre se asustan un poco al ver a un blanco. Después de darles uno a cada uno (miles de niños…), aprovecho a hacer lo que es alegría de niños y grandes: tirar los caramelos para arriba… y se arma el desparramo. Todos se matan de risa, y ya es increíble como saludan los niños después a la vera del camino.

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Luego de comer con los líderes y catequistas, emprendimos el regreso, porque ya eran las 15:30, y teníamos que llegar al oratorio en Ushetu. Así que salimos, bajo el solazo de la siesta… con más de 35º, y esos caminos que no tienen piedad. Pero siempre con mucha alegría, algo que se repite… eso que hace que no sea para nada pesado.

Entre las actividades, viajes, monaguillos, confesiones, misa, niños, comidas… pensaba en porqué nuestras miserias no nos abaten a los misioneros. Pensaba en lo del bautismo del viernes y en todo este día domingo, y la respuesta me parece que está en que Dios se encarga de hacernos ver en estas cosas, como en el bautismo de las otras noches, caminando con el catequista en la oscuridad y llegando a una pobre casa donde vive una familia con siete u ocho hijos; o que veamos luego de viajar una hora por esos caminos, la fe de esta gente que es capaz de estar en la iglesia hasta las tres de la tarde y vivirlo como una fiesta, que quedan muy de lado todas nuestras miserias. Vemos nuestra debilidad, pero a la vez vemos lo que Dios quiere hacer en las almas por medio de sus misioneros… y esa es nuestra fuerza. Es decir, podrían estar aquí miles de misioneros más dotados, y con más virtudes… pero estamos nosotros, Dios quiso que seamos nosotros, para que se vea mejor que es “Su obra”, como dice San Pablo.???????????????????????????????

Un abrazo grande y a rezar siempre por toda ésta gente… que día a día se van sumando nuevas almas a mis pedidos de oraciones, en éste caso la gente de la capilla San Bernardo, de Ilomelo.

¡Firmes en la brecha!

P. Diego.

domingo, 29 de junio de 2014

MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS POR EL 204 ANIVERSARIO DE PREFECTURA

El jueves 26 de junio tuvo lugar en la Parroquia Nuestra Señora de la Esperanza, en Puerto Madero, la celebración de una Santa Misa en conmemoración del 204 Aniversario de la Prefectura Naval Argentina

La Santa Misa fue presidida por Monseñor Pedro Candia, y concelebraron los señores Capellanes Mayores de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

Estuvieron presentes el Prefecto Nacional Naval, Prefecto General Luis Alberto Heiler; el Subprefecto Nacional Naval, Prefecto General Gerardo Horacio Crespo, junto a altas autoridades de la fuerza.


HOMILÍA DE MONSEÑOR CANDIA POR EL 204 ANIVERSARIO DE Prefectura Naval Argentina

“Esta Misa es en acción de gracias y al mismo tiempo en sufragio de las almas de los camaradas muertos en cumplimiento del deber.

La conmemoración nos permite constatar y es la confirmación de que el valor y la lealtad de muchos que nos precedieron han dado sus frutos.
Institución centenaria, la Prefectura ha cambiado mucho desde su creación, pero el corazón del hombre, su capacidad de ser fiel y valiente (acriter et fidelite), se ha mantenido igual.

El servicio de ustedes. es un auténtico testimonio de dedicación para una tarea importante y difícil.

En este momento de la historia del país y de la Institución, también están ustedes cada uno con su historia personal

Con su peculiar servicio, están llamados a dar un testimonio del ejercicio de la autoridad pacífico y alegre

Vivan intensamente su vocación” Sean fuertes en la fe y generosos en la caridad con la gente que encuentran y deben y tratar en razón de su oficio, y en este día, quiero invitar a todos ustedes en representación de los prefecturianos esparcidos por todo el país: a que sientan ante todo, el sano orgullo de lo que son.

Ante Dios den gracias por su vocación de servicio en el amor a la Patria, sientan la alegría de quien ama y de quien da respuesta a las necesidades de los ciudadanos. El orgullo de esta vocación tiene que hacer salir del corazón de cada uno de ustedes una acción de gracias a Dios.

Gracias Señor, que me has llamado a servir, a ser útil a los demás, a ser gestor de bienestar, de tranquilidad y de armonía entre mis hermanos. Pero también el orgullo de la vocación debe hoy actualizar la responsabilidad que cada uno tiene en la respuesta a su vocación.

Tú que me has llamado Señor a ser miembro de la Prefectura, tienes que ayudarme a ser prefecturiano de verdad, a ser bueno, generoso y con corazón grande, a no quedarme en la perspectiva de asalariado, sino a ser generoso hasta la entrega de la propia vida en defensa del bienestar y de la seguridad de mis hermanos.

El prefecto debe ser ciudadano ejemplar, miembro ejemplar de su familia, cristiano ejemplar en su iglesia, vecino ejemplar en su barrio.

No nos puede pasar a nosotros lo que dice el refrán popular: “luz en la calle oscuridad en su casa”.

Es el agente de seguridad que transmite su autoridad no por el poder de un bastón o de un arma sino por su propia persona.

Llévense en su corazón este mensaje queridos amigos de la PNA, Uds tienen una profesión que presenta una dimensión docente.

Deben ser maestros de humanidad, maestros que se preocupan por formar en las nuevas generaciones de nuestra Institución, corazones sanos, corazones rectos, corazones que provienen de conciencias formadas, corazones que los llevan a ser solidarios en el dolor de sus hermanos, corazones que demuestran que vale la pena vivir en el bien y que vale la pena tener la alegría y la paz de una conciencia que lleva a actuar con rectitud.

El uniforme que los identifica: recuerda la dedicación, la fiabilidad y la seguridad. Identifican un servicio único y un pasado glorioso”.
“Pero recuerden que no es el uniforme, sino aquel que lo viste el que debe impresionar a los demás por sus valores, por la gentileza, por el espíritu de acogida, y la actitud de servicio hacia todos”.

Caridad y camaradería también entre ustedes, “dando importancia a su vida en comunidad, al compartir los momentos felices y los más difíciles… “
Estando cerca de los que se encuentran en dificultad y a veces necesitan una sonrisa y un gesto de aliento y amistad; evitando una distancia negativa que los separa de los demás y de la vida del resto de las personas.

Estamos en vísperas de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Quiero mencionarlo porque también debajo de cada uniforme hay un corazón.

Una persona con corazón es una persona profunda y a la vez cercana; entrañable y comprensiva, capaz de sentir emociones y a la vez capaz de ir al fondo de las cosas y de los acontecimientos.

El corazón simboliza el centro de la persona, donde reside la unidad y se fusiona la múltiple complejidad de sus facultades, dimensiones, niveles: lo espiritual y lo material, lo afectivo y lo racional, lo instintivo y lo intelectual.

Una persona con corazón es no la dominada por el sentimentalismo sino la que ha alcanzado una unidad y una coherencia, un equilibrio de madurez que le permite ser objetivo y cordial, lúcido y apasionado, instintivo y racional; la que nunca es fría sino siempre cordial, nunca ciega sino siempre realista.

Tener corazón equivalía para el hombre antiguo a ser una personalidad integrada.

En fin, el corazón es el símbolo de la profundidad y de la hondura. Sólo quien ha llegado a una armonía consciente con el fondo de su ser, consigue alcanzar la unidad y la madurez personales.

Jesús tiene corazón.

Cuando hablamos del Corazón de Jesús, significa el amor en el máximo grado, significa el amor hecho obras, significa impulso generoso que lo lleva la donación de sí mismo hasta la muerte.

Nuestra Señora Stella Maris, ruega por nosotros..”
Foto: HOMILÍA DE MONSEÑOR CANDIA POR EL 204 ANIVERSARIO DE Prefectura Naval Argentina

“Esta Misa es en acción de gracias y al mismo tiempo en sufragio de las almas de los camaradas muertos en cumplimiento del deber.

La conmemoración nos permite constatar y es la confirmación de que el valor y la lealtad de muchos que nos precedieron han dado sus frutos.
Institución centenaria, la Prefectura ha cambiado mucho desde su creación, pero el corazón del hombre, su capacidad de ser fiel y valiente (acriter et fidelite), se ha mantenido igual.

El  servicio de ustedes. es un auténtico testimonio de dedicación para una tarea importante y difícil.

En este momento de la historia del país y de la Institución, también están ustedes cada uno con su historia personal

Con su peculiar servicio, están llamados a dar un testimonio del ejercicio de la autoridad pacífico y alegre

Vivan intensamente su vocación” Sean fuertes en la fe y generosos en la caridad con la gente que encuentran y deben y tratar en razón de su oficio, y en este día, quiero invitar a todos ustedes en representación de los prefecturianos esparcidos por todo el país: a que sientan ante todo, el sano orgullo de lo que son.

 Ante Dios den gracias por su vocación de servicio en el amor a la Patria, sientan  la alegría de quien ama y de quien da respuesta a las necesidades de los ciudadanos. El orgullo de esta vocación  tiene que hacer salir del corazón de cada uno de ustedes  una acción de gracias a Dios.

Gracias Señor,  que me has llamado a servir, a ser útil a los demás, a ser gestor de bienestar, de tranquilidad y de armonía entre mis hermanos.  Pero también el orgullo de la vocación  debe hoy actualizar la responsabilidad que cada uno tiene en la respuesta a su vocación.

Tú que me has llamado Señor a ser miembro de la Prefectura, tienes que ayudarme a ser prefecturiano de verdad, a ser bueno, generoso y con corazón grande, a no quedarme en la perspectiva de asalariado, sino a ser generoso hasta la entrega de la propia vida en defensa del bienestar y de la seguridad de mis hermanos.

 El prefecto debe ser ciudadano ejemplar, miembro ejemplar de su familia, cristiano ejemplar en su iglesia, vecino ejemplar en su barrio.

 No nos puede pasar a nosotros lo que dice el refrán popular: “luz en la calle oscuridad en su casa”.

 Es el agente de seguridad que transmite su autoridad no por el poder de un bastón o de un arma sino por su propia persona.

Llévense en su corazón este mensaje queridos amigos de la PNA, Uds tienen una profesión que presenta una dimensión docente.

Deben ser maestros de humanidad, maestros que se preocupan por formar en las nuevas generaciones de nuestra Institución, corazones sanos, corazones rectos, corazones que provienen de conciencias formadas, corazones que los llevan  a ser solidarios en el dolor de sus hermanos, corazones que demuestran que vale la pena vivir en el bien y que vale la pena tener la alegría y la paz de una conciencia que lleva a actuar con rectitud.

El uniforme que los identifica:   recuerda la dedicación, la fiabilidad y la seguridad. Identifican un servicio único y un pasado glorioso”.
“Pero recuerden que no es el uniforme, sino aquel que lo viste el que debe impresionar a los demás por sus valores, por la gentileza, por el espíritu de acogida, y la actitud de servicio hacia todos”.

Caridad y camaradería  también entre ustedes, “dando importancia a su vida en comunidad, al compartir los momentos felices y los más difíciles… “
Estando cerca de los que se encuentran en dificultad y a veces necesitan una sonrisa y un gesto de aliento y amistad; evitando una distancia negativa que los separa de los demás y de la vida del resto de las personas.

Estamos en vísperas de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Quiero mencionarlo porque también debajo de cada uniforme hay un corazón.

Una persona con corazón es una persona profunda y a la vez cercana; entrañable y comprensiva, capaz de sentir emociones y a la vez capaz  de ir al fondo de las cosas y de los acontecimientos.

El corazón  simboliza el centro de la persona, donde reside la  unidad y se fusiona la múltiple complejidad de sus facultades, dimensiones, niveles: lo espiritual  y lo material, lo afectivo y lo racional, lo instintivo y lo intelectual.

 Una persona con corazón es no la dominada por el sentimentalismo sino la que ha alcanzado una unidad y una coherencia, un equilibrio de madurez que le permite ser objetivo y cordial, lúcido y apasionado, instintivo y racional; la que nunca es fría sino siempre cordial, nunca ciega sino siempre realista.

Tener corazón equivalía para el hombre antiguo a ser una personalidad integrada.

En fin, el corazón es el símbolo de la profundidad y de la hondura. Sólo quien ha llegado a una armonía consciente con el fondo de su ser, consigue alcanzar la unidad y la madurez personales.

Jesús tiene corazón.

Cuando hablamos del Corazón de Jesús, significa el amor en el máximo grado, significa el amor hecho obras, significa impulso generoso que lo lleva  la donación de sí mismo hasta la muerte.

Nuestra Señora Stella Maris, ruega por nosotros..”

“Que a nadie le falte la Palabra de Vida, que libera de todo miedo y exclavitud y da confianza en la fidelidad de Dios”

(RV).- (audio) RealAudioMP3 “Sígueme en el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los últimos, para que a nadie le falte la Palabra de vida, que libera de todo miedo y da confianza en la fidelidad de Dios. ¡Tú sígueme!”, lo dijo el Papa Francisco durante su homilía celebrada en la Basílica Vaticana en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, durante la cual impuso el palio a 24 nuevos arzobispos metropolitanos.

Homilía completa del Santo Padre:
En la solemnidad de los apóstoles san Pedro y san Pablo, patronos principales de Roma, acogemos con gozo y reconocimiento a la Delegación enviada por el Patriarca Ecuménico, el venerado y querido hermano Bartolomé, encabezada por el metropolita Ioannis. Roguemos al Señor para que también esta visita refuerce nuestros lazos de fraternidad en el camino hacia la plena comunión, que tanto deseamos, entre las dos Iglesias hermanas.
«El Señor ha enviado su ángel para librarme de las manos de Herodes» (Hch 12,11). En los comienzos del servicio de Pedro en la comunidad cristiana de Jerusalén, había aún un gran temor a causa de la persecución de Herodes contra algunos miembros de la Iglesia. Habían matado a Santiago, y ahora encarcelado a Pedro, para complacer a la gente. Mientras estaba en la cárcel y encadenado, oye la voz del ángel que le dice: «Date prisa, levántate... Ponte el cinturón y las sandalias... Envuélvete en el manto y sígueme» (Hch 12,7-8). Las cadenas cayeron y la puerta de la prisión se abrió sola. Pedro se da cuenta de que el Señor lo «ha librado de las manos de Herodes»; se da cuenta de que Dios lo ha liberado del temor y de las cadenas. Sí, el Señor nos libera de todo miedo y de todas las cadenas, de manera que podamos ser verdaderamente libres. La celebración litúrgica expresa bien esta realidad con las palabras del estribillo del Salmo responsorial: «El Señor me libró de todos mis temores».
Aquí está el problema para nosotros, el del miedo y de los refugios pastorales. Nosotros -me pregunto-, queridos hermanos obispos, ¿tenemos miedo?, ¿de qué tenemos miedo? Y si lo tenemos, ¿qué refugios buscamos en nuestra vida pastoral para estar seguros? ¿Buscamos tal vez el apoyo de los que tienen poder en este mundo? ¿O nos dejamos engañar por el orgullo que busca gratificaciones y reconocimientos, y allí nos parece estar a salvo? Queridos hermanos obispos ¿Dónde ponemos nuestra seguridad?
El testimonio del apóstol Pedro nos recuerda que nuestro verdadero refugio es la confianza en Dios: ella disipa todo temor y nos hace libres de toda esclavitud y de toda tentación mundana. Hoy, el Obispo de Roma y los demás obispos, especialmente los Metropolitanos que han recibido el palio, nos sentimos interpelados por el ejemplo de san Pedro a verificar nuestra confianza en el Señor.
Pedro recobró su confianza cuando Jesús le dijo por tres veces: «Apacienta mis ovejas» (Jn 21,15.16.17). Y, al mismo tiempo él, Simón, confesó por tres veces su amor por Jesús, reparando así su triple negación durante la pasión. Pedro siente todavía dentro de sí el resquemor de la herida de aquella decepción causada a su Señor en la noche de la traición. Ahora que él pregunta: «¿Me amas?», Pedro no confía en sí mismo y en sus propias fuerzas, sino en Jesús y en su divina misericordia: «Señor, tú conoces todo; tú sabes que te quiero» (Jn 21,17). Y aquí desaparece el miedo, la inseguridad, la pusilanimidad.
Pedro ha experimentado que la fidelidad de Dios es más grande que nuestras infidelidades y más fuerte que nuestras negaciones. Se da cuenta de que la fidelidad del Señor aparta nuestros temores y supera toda imaginación humana. También hoy, a nosotros, Jesús nos pregunta: «¿Me amas?». Lo hace precisamente porque conoce nuestros miedos y fatigas. Pedro nos muestra el camino: fiarse de él, que «sabe todo» de nosotros, no confiando en nuestra capacidad de serle fieles a él, sino en su fidelidad inquebrantable. Jesús nunca nos abandona, porque no puede negarse a sí mismo (cf. 2 Tm 2,13).Es fiel. La fidelidad que Dios nos confirma incesantemente a nosotros, los Pastores, es la fuente de nuestra confianza y nuestra paz, más allá de nuestros méritos. La fidelidad del Señor para con nosotros mantiene encendido nuestro deseo de servirle y de servir a los hermanos en la caridad.
El amor de Jesús debe ser suficiente para Pedro. Él no debe ceder a la tentación de la curiosidad, de la envidia, como cuando, al ver a Juan cerca de allí, preguntó a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?» (Jn 21,21). Pero Jesús, a estas tentaciones, le respondió: «¿A ti qué? Tú, sígueme» (Jn 21,22).  


Esta experiencia de Pedro es un mensaje importante también para nosotros, queridos hermanos arzobispos. El Señor repite hoy, a mí, a ustedes y a todos los Pastores: «Sígueme». No pierdas tiempo en preguntas o chismes inútiles; no te entretengas en lo secundario, sino mira a lo esencial y sígueme. Sígueme a pesar de las dificultades. Sígueme en la predicación del Evangelio. 
Sígueme en el testimonio de una vida que corresponda al don de la gracia del Bautismo y la Ordenación. Sígueme en el hablar de mí a aquellos con los que vives, día tras día, en el esfuerzo del trabajo, del diálogo y de la amistad. Sígueme en el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los últimos, para que a nadie le falte la Palabra de vida, que libera de todo miedo y da confianza en la fidelidad de Dios. ¡Tú sígueme!

 

Abramos el corazón para que Jesús lo transforme como hizo con San Pedro y San Pablo, el Papa en el Ángelus



(RV).- (Actualizado con audios) En la Solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo el Papa Francisco rezó el ángelus dominical con varios miles de fieles y peregrinos procedentes de Italia y de diversos países que se dieron cita en la Plaza de San Pedro para escuchar sus palabras y recibir su bendición apostólica.

En esta ocasión el Obispo de Roma se centró en los corazones de “dos hombres pecadores”, dijo el Papa, San Pedro y San Pablo, diferentes entre sí, pero unidos por la fe en hermandad y “transformados” en una sola cosa “por el amor de Cristo”.

Francisco destacó que el encuentro con la Palabra de Cristo es capaz de transformar completamente nuestros corazones y nuestras vidas, por lo que, recibiéndola a corazón abierto, “no nos es posible quedarnos bloqueados en las propias costumbres”, sino que su Palabra nos “empuja” a vencer el egoísmo y a seguir a Jesús, que dio la vida por los amigos.

De ahí la invitación del Santo Padre a que esta fiesta inspire en nosotros alegría, porque Dios quiere donar su gracia también a nosotros, como lo hizo con Pedro y Pablo, e, invocando la ayuda de la Virgen para que acojamos esta gracia con el corazón abierto nos exhortó a no recibirla en vano.


(GM –RV)

Palabras del Santo Padre a la ora del Ángelus dominical: RealAudioMP3

Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!:

Desde la antigüedad, la Iglesia de Roma celebra a los apóstoles Pedro y Pablo en una única fiesta en el mismo día, 29 de junio. La fe en Jesucristo los hizo hermanos y el martirio los convirtió en una sola cosa. San Pedro y San Pablo, tan diferentes uno del otro a nivel humano, fueron elegidos personalmente por el Señor Jesús y respondieron a su llamada, ofreciendo toda su vida. En ambos la gracia de Cristo hizo grandes cosas, los transformó: ¡y cómo los transformó! Simón había negado a Jesús en el momento dramático de la pasión; Saulo había perseguido a los cristianos con dureza. Pero ambos recibieron el amor de Dios y se dejaron transformar por su misericordia; así se convirtieron en amigos y apóstoles de Cristo. Por eso ellos continúan hablando a la Iglesia y aún hoy, nos muestran el camino de la salvación. También nosotros, si por caso cayéramos en los pecados más graves y en la noche más oscura, Dios siempre es capaz de transformarnos, así como transformó a Pedro y Pablo; transformarnos el corazón y perdonarnos todo, transformando así nuestra oscuridad del pecado, en un alba de luz. Dios es así: nos transforma, nos perdona siempre, como lo hizo con Pedro y como lo hizo con Pablo.

El libro de los Hechos de los Apóstoles muestra muchos aspectos de su testimonio. Pedro, por ejemplo, nos enseña a mirar a los pobres con los ojos de la fe y a donarles lo más precioso que tenemos: el poder del nombre de Jesús. Esto hizo con aquel paralítico, le dio todo lo que él tenía: Jesús.

De Pablo, se cuenta tres veces el episodio de la llamada en el camino de Damasco, que señala el punto de inflexión en su vida, marcando claramente un antes y un después. Antes, Pablo era un enemigo acérrimo de la Iglesia. Después, pone toda su existencia al servicio del Evangelio. También para nosotros, el encuentro con la Palabra de Cristo es capaz de transformar completamente nuestras vidas. No es posible oír esta Palabra y permanecer en el propio lugar, quedarse bloqueados en las propias costumbres. Ella nos empuja a vencer el egoísmo que tenemos en el corazón para seguir con decisión aquel Maestro que ha dado la vida por sus amigos. Pero es Él que con su palabra nos cambia; es Él el que nos transforma; es Él el que nos perdona todo, si nosotros abrimos el corazón y pedimos el perdón.

Queridos hermanos y hermanas, que esta fiesta inspire en nosotros una gran alegría, porque nos pone de frente a la obra de la misericordia de Dios en los corazones de dos hombres. Es la obra de la misericordia de Dios en estos dos hombres, que eran grandes pecadores. Y Dios quiere llenar con su gracia también a nosotros, como lo hizo con Pedro y Pablo. Que la Virgen María nos ayude a acogerla como ellos, con el corazón abierto, ¡a no recibirla en vano! Y nos sostenga en los momentos de prueba, para dar testimonio de Jesucristo y de su Evangelio. Hoy le pedimos en particular por los arzobispos metropolitanos nombrados el último año, que esta mañana han celebrado conmigo la Eucaristía en San Pedro. Los saludamos con afecto junto con sus fieles y familiares, y rezamos por ellos.

Palabras del Papa después del Ángelus: RealAudioMP3

Tras el rezo a la Madre de Dios, el Papa Francisco se refirió a las noticias llegadas de Irak, en donde miles de familias tuvieron que abandonar sus hogares para escapar a los recientes ataques contra pueblos cristianos, uniéndose al llamado al diálogo de los obispos del país para que pueda preservarse la unidad nacional evitándose la guerra:


Queridos hermanos y hermanas:

las noticias que nos llegan de Irak son lamentablemente muy dolorosas. Me uno a los obispos del país en apelar a los gobernantes para que, a través del diálogo, se pueda preservar la unidad nacional y evitar la guerra. Estoy cerca de los miles de familias, especialmente cristianas, que tuvieron que abandonar sus hogares y que se encuentran en grave peligro. La violencia genera otra violencia; el diálogo es el único camino hacia la paz. Oremos a la Virgen, para que custodie al pueblo del Irak:

Ave Maria…

El Papa dirigió un saludo particular a los romanos, en la fiesta de sus santos Patronos, a los arzobispos que recibieron esta mañana el palio y a los diversos grupos de peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, deseando a todos un feliz domingo y un buen almuerzo:


Saludo a todos ustedes, especialmente a los fieles de Roma, en la fiesta de los santos Patronos; así como a los familiares de los arzobispos metropolitanos, que esta mañana recibieron el palio y a las delegaciones que los han acompañado.
Saludo a los artistas de tantas partes del mundo que han realizado un gran despliegue floral, y doy gracias al Pro Loco de Roma por haberlo promovido. Qué bien estos artistas, ¿eh? ¡Felicitaciones!
Saludo cordialmente a los fieles de San Fernando y de Ubrique (Cádiz), de Elche de la Sierra (Albacete), y de Parla, Madrid, así como a los numerosos alfombristas que han participado en la gran muestra floral.
Saludo a los peregrinos provenientes de Madagascar, a los estudiantes las escuelas católicas de los Estados Unidos de América y de Londres; los fieles de Messina, Nápoles, Neviano, Taranto, Rocca di Papa y Pezzoro, y a los que vinieron en bicicleta desde Cardito; el grupo “Amigos del Venerable Francesco Antonio Marcucci”.
Saludo al Foro de las Asociaciones Familiares del Lazio y les deseo todo bien para las actividades de los próximos días en el Instituto Pío XI en Roma.

Un augurio también para el tradicional espectáculo de fuegos artificiales que tendrá lugar esta noche en el Castillo de Sant’Angelo, cuya recaudación sostendrá una iniciativa para los jóvenes de la Tierra Santa.

A todos ustedes les deseo buen domingo, buena fiesta de los patronos y por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!

El 29 celebramos la Fiesta de San Pedro y San Pablo, las columnas de nuestra fe, las dos grandes columnas de la fe.

29 de Junio. San Pedro y San Pablo. Mensaje Mons. Oscar ojea

San Pablo, predicador que lleva la fe a los paganos. Pedro que es elegido por Jesús para sostener la unidad de la iglesia. Cada uno con su carisma, cada uno con su don, pero unidos entregan la vida por Jesús.
Este día celebramos también la Fiesta del sucesor de Pedro, del obispo de Roma.
Es el Día del Papa, el Día del pontífice.
El día en que vivimos aquello que nos pide tanto el Papa Francisco "recen por mí" "no se olviden de rezar por mí". Algo que nos lo dice continuamente. Este día lo hacemos carne de un modo especial. Recemos por nuestro Papa para que el Señor lo conserve muchos años, para que el Señor cuide su salud, para que el Señor haga que pueda descansar su corazón y su cuerpo también, de tanto esfuerzo, de tanto ajetreo. Sabemos cómo trabaja el Papa, cómo es la entrega concreta del santo padre. Tenemos el viaje a Tierra Santa donde encomendamos los frutos de este viaje. Lo que puede haber dejado el santo padre, acompañado por el rabino amigo y por el musulmán, dos amigos. Lo que pudo haber dejado en la tierra de Jesús el mensaje del santo padre para la construcción de la paz, que siempre es la meta de este pontificado. Recordamos la oración hecha por Siria, allí en San Pedro y nos vuelve a conmover el trabajo al servicio de la paz que puede realizar el santo padre como factor de unidad.
Él es el obispo de Roma, la garantía de la unidad de la iglesia, como lo fue Pedro en la primera iglesia. Su trabajo, es un trabajo para poner en comunión lo diferente. Es un reconocer la diferencia y al mismo tiempo es unirnos a todos en la fe de Jesucristo, llevarnos a la fe de Jesucristo, que no excluye, que atrae, que lleva a un encuentro profundo, que es garantía de la unidad de todo el género humano.
Así es la iglesia, sacramento de Jesús, así es la tarea y la labor del obispo de Roma, aquél que es la fuente y la garantía de la unidad de todas las iglesias y nosotros diríamos hoy, claramente, de todos los hombres.
Recen por mí nos dice Francisco. Recemos hoy más que nunca por el santo padre y pidámosle a San Pedro y a San Pablo, que son las columnas de nuestra fe, que lo protejan, que lo sostengan, que lo acompañen y que hagan que viva siempre fiel al Evangelio que ha querido predicar y al que ha querido servir.

sábado, 28 de junio de 2014

Luis Alfredo Díaz - Concierto FUEGO


Encuentro europeo de Foros de Laicos católicos en Roma



(RV).- (audio) RealAudioMP3 “Hacer sentir la voz de los laicos desde la perspectiva católica, en la vida pública”, es una de las misiones que tienen los Foros de Laicos, reunidos hasta el domingo en Roma en un encuentro europeo.
Para el micrófono de Radio Vaticana habla José Alberto Rugeles, miembro de la comisión permanente del Foro de Laicos de España, quien en diálogo con el jesuita Guillermo Ortiz, explica el fin de este encuentro y su actualidad.
Los Foros de Laicos están constituido por un número de asociaciones y movimientos de católicos de muy diversa índole e identidad. Constituyen un hecho en un ámbito de diálogo, reflexión, de formación y proyección social, ética y religiosa. Les invitamos a escuchar la entrevista.

VER MAS: http://forodelaicos.wordpress.com/

La unidad, don de Dios que podemos conseguir si nos miramos con los ojos de la fe...

2014-06-28 Radio Vaticana
(RV).- (Con audio)
En la mañana de este sábado, el Santo Padre Francisco recibió a la Delegación Ecuménica del Patriarcado de Constantinopla, presentes en Roma en ocasión del tradicional intercambio de delegaciones por las fiestas de los Santos Patronos, el 29 de junio en Roma, por la celebración de los santos apóstoles Pedro y Pablo y el 30 de noviembre en Estambul, por la celebración de San Andrés apóstol.Al recibirlos con una “calurosa bienvenida”, el Santo Padre expresó su agradecimiento al Patriarca Bartolomé I y al Santo Sínodo “por haberlos enviado para compartir la alegría esta fiesta”.
El Papa recordó los encuentros con “el amado hermano Bartolomé”, en ocasión de la común peregrinación a la Tierra de Jesús, donde tuvieron la gracia de revivir “el abrazo que tuvo lugar 50 años atrás en Jerusalén” entre sus predecesores Atenágoras y Pablo VI. “Un gesto – dijo Francisco – que dio un impulso decisivo a un camino que, gracias a Dios, no se ha más detenido”.“La alegría de este encuentro – continuó el Santo Padre - se ha renovado cuando idealmente concluimos juntos esa peregrinación, elevando en la tumba del apóstol Pedro una ferviente invocación a Dios por el don de la paz en Tierra Santa, junto a los presidentes israelí y palestino”.
El obispo de Roma subrayó que estas ocasiones de encuentro fraterno donadas por el Señor fueron una “posibilidad de manifestar el uno por el otro el amor en Cristo que nos une y de renovar la voluntad compartida de caminar juntos en el camino hacia la plena unidad”.“Sabemos bien, destacó el Papa, que esta unidad es un don de Dios, un don que el Altísimo nos da la gracia de conseguir desde ahora, cada vez que por la fuerza del Espíritu Santo, logramos mirarnos a los ojos los unos a los otros ‘con los ojos de la fe’, a reconocernos por lo que somos en el plan de Dios, en el designio de su eterna voluntad y no por lo que las consecuencias históricas de nuestros pecados nos han llevado a ser. Si aprenderemos a mirarnos siempre los unos a los otros en Dios, será todavía más veloz nuestro camino y más ágil la colaboración en tantos campos de la vida cotidiana que ya ahora, felizmente, nos une”.
El Santo padre subrayó que esta mirada teologal nutrida de fe, esperanza y amor, es capaz de generar una reflexión teológica auténtica que es, en realidad, una verdadera Scientia Dei: participación a la mirada que Dios tiene sobre sí mismo y sobre nosotros. Esta reflexión - constató - nos acercará los unos a los otros, en el camino de la unidad, aun si partimos desde perspectivas diversas. Por lo tanto, dijo, “confío y rezo, para que el trabajo de la Comisión mixta internacional pueda ser expresión de esta comprensión profunda, de esta teología hecha de rodillas”. La reflexión sobre conceptos de primado y de sinodalidad, sobre comunión en la Iglesia Universal, sobre el ministerio del Obispo de Roma - aseveró el Papa -no será, entonces, un ejercicio académico ni una simple disputa entre posiciones inconciliables.

INMACULADO CORAZON DE MARIA...EN SU DIA TE CANTAMOS....


viernes, 27 de junio de 2014

Dios, padre tierno que nos ama y nos tiene de la mano...

(RV).- (Con audio) RealAudioMP3

Para comunicar su tierno amor de Padre al hombre, Dios necesita que el hombre se haga pequeño. Es el pensamiento que Papa Francisco desarrolló en la homilía de la Misa matutina presidida en la Casa de Santa Marta, en el día en que la Iglesia celebra al Sagrado Corazón de Jesús.
No espera sino “da”, no habla sino “reacciona”. No hay sombra de pasividad en el modo en que el Creador entiende el amor por sus criaturas. Papa Francisco lo explica al comienzo de una homilía en la cual se centra en el Corazón de Jesús celebrado en la liturgia. Dios, afirmó, “nos da la gracia, la alegría de celebrar en el corazón de su Hijo las grandes obras de su amor. Podemos decir que hoy es la fiesta del amor de Dios en Jesucristo, el amor de Dios por nosotros, el amor de Dios en nosotros”:

“Hay dos aspectos de amor. En primer lugar, el amor está más en el dar que en el recibir. El segundo aspecto: el amor está más en las obras que en las palabras. Cuando decimos que está más en dar que en recibir, es que el amor se ‘comunica’: siempre comunica. Es recibido por la persona amada. Y cuando decimos que está más en los hechos que en las palabras: el amor siempre da vida, hace crecer”.

Pero para “comprender el amor de Dios”, el hombre tiene necesidad de buscar una dimensión inversamente proporcional a la inmensidad: es la pequeñez, dice el Papa, “la pequeñez del corazón”. Moisés, recuerda, explica al pueblo judío que ha sido elegido por Dios porque era “el más pequeño de todos los pueblos”. Mientras Jesús en el Evangelio alaba al Padre “porque ha escondido las cosas divinas a los sabios y las ha revelado a los pequeños”. Así, observa Papa Francisco, lo que Dios busca en el hombre es una “relación de papá-hijo”, lo “acaricia”, le dice: “yo estoy contigo”:

“Esta es la ternura del Señor, en su amor; esto es aquello que Él nos comunica, y da fuerza a nuestra ternura. Pero si nosotros nos sentimos fuertes, no experimentaremos nunca la caricia del Señor, ‘las’ caricias del Señor, tan bellas ... tan hermosas. ‘No temas, Yo estoy contigo, te llevo de la mano’... Son todas palabras del Señor que nos hacen comprender ese misterioso amor que Él tiene por nosotros. Y cuando Jesús habla de sí mismo, dice: ‘Yo soy manso y humilde de corazón’. También Él, el Hijo de Dios, se abaja para recibir el amor del Padre”.

Otro signo particular del amor de Dios es que Él nos amó a nosotros “primero”. Él está siempre “primero que nosotros”, “Él está esperando por nosotros”, asegura Papa Francisco, que termina pidiendo a Dios la gracia “de entrar en este mundo tan misterioso, sorprendernos y tener paz con este amor que se comunica, que nos da alegría y nos lleva por el camino de la vida como a un niño, de la mano”:

“Cuando llegamos, Él está. Cuando lo buscamos, Él nos ha buscado antes. Él siempre está adelante nuestro, nos espera para recibirnos en su corazón, en su amor. Y estas dos cosas pueden ayudarnos a comprender este misterio de amor de Dios con nosotros. Para expresarse necesita de nuestra pequeñez, de nuestro abajamiento. Y, también, necesita nuestro asombro cuando lo buscamos y lo encontramos ahí, esperándonos”.
 


La visita del papa Francisco al Policlínico Gemelli de Roma y a la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Jesús debió cancelarse de forma imprevista debido a una ligera “indisposición” del pontífice. La noticia fue comunicada por el asistente eclesiástico general, monseñor Claudio Giuliodori. El obispo indicó que la misa prevista en el hospital será celebrada por el cardenal Ángelo Scola, arzobispo de Milán.
Fuentes vaticanas informaron a AICA que la afección "no es nada por la cual preocuparse".

El Santo Padre también debió cancelar algunas actividades de su programa el 9 y 10 de junio por otra "leve indisposición", según informaron entonces en la oficina de prensa de la Santa Sede. En tanto, a comienzos de marzo tuvo fiebre y debió cancelar una visita al seminario principal de Roma.

Francisco planeaba visitar el nosocomio romano en ocasión de la 90° Jornada de la Universidad Católica del Sagrado Corazón y los festejos por el cincuentenario del hospital Agostino Gemelli.
El programa comunicado por la Santa Sede incluía una visita a los enfermos internados y el saludo a los pacientes y personal reunidos en la plaza frente al centro científico y asistencial. También visitaría la iglesia del Sagrado Corazón, donde dejaría reliquias de san Juan XXIII y san Juan Pablo II, canonizados el pasado 27 de abril.
El obispo de Roma luego dirigiría una breve exhortación a los representantes de la familia universitaria y del Policlínico Gemelli. A las 17.30 horas estaba prevista una concelebración eucarística frente al Instituto Biológico por la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.+

jueves, 26 de junio de 2014

Gen Verde 2014 - Español


Coro "a la criolla" - Sopla


Jesús no era un moralista, un negociante o un guerrillero, Jesús es el Buen Pastor y por eso la gente lo sigue


(RV).- (audio) RealAudioMP3 La gente sigue a Jesús porque reconoce que es el Buen Pastor. Lo subrayó el Papa Francisco esta mañana en la homilía de la misa en la Casa de Santa Marta. El Papa advirtió del peligro de los que reducen la fe a moralismo, siguen una liberación política o buscan acuerdos con el poder.

¿Por qué la gente seguía a Jesús? Es la pregunta con la que el Papa Francisco desarrolló su homilía centrada en el pueblo y en la enseñanza del Señor. Jesús, señaló, fue seguido por la multitud porque “estaban admirados por su enseñanza”, “sus palabras maravillaban su corazón y se asombraban de encontrar algo tan bueno y grande”. Los otros en cambio “hablaban, pero no llegaban a la gente”. El Papa, enumeró cuatro grupos de personas que hablaban en la época de Jesús: en primer lugar, los fariseos. Estos, dijo, “hacían del culto de Dios, de la religión, una serie de mandamientos, y de los diez que había hacían más de trescientos”. Cargaban “este peso” sobre los hombros de la gente. Era, añadió el Papa, “una reducción de la fe en el Dios vivo a la ¡casuística!”. Y había también “contradicciones de la casuística más cruel”.

“Pero tienes que cumplir - por ejemplo - el cuarto mandamiento; "¡Sí, sí, sí '; “Hay que dar de comer a tu padre anciano, a tu anciana madre! '; “¡Sí, sí, sí”; "Pero como usted sabe, yo no puedo hacerlo, porque he dado mi dinero al templo!”; '¿Usted no lo hace? ¡Sus padres mueren de hambre! Es así: contradicciones de la casuística más cruel. ¡El pueblo los respetaba, porque la gente es respetuosa. Los respetaba, pero no los escuchaban! Se iban...”

Otro grupo, dijo, era aquel de los Saduceos. “Estos – observó – no tenían fe, ¡habían perdido la fe! Hacían su oficio religioso en el camino de los acuerdos con los poderes: los poderes políticos, los poderes económicos. “Eran hombres de poder”. Un tercer grupo, prosiguió, “era aquel de los revolucionarios”, o bien, los zelotas que “querían hacer la revolución para liberar al pueblo de Israel de la ocupación romana”. Pero el pueblo, notó Francisco, “tiene buen sentido y sabe distinguir cuando la fruta está madura y cuando ¡no hay!. ¡Y no los seguía!”. El cuarto grupo, afirmó pues, era de “gente buena: se llamaban los Esenios”. Eran monjes que consagraban su vida a Dios. Aun así, advirtió, “ellos estaban lejos del pueblo y el pueblo no podía seguirlos”.
Estas, afirmó el Pontífice, “eran las voces que llegaban al pueblo y ninguna de estas voces tenía la fuerza de enardecer el corazón del pueblo”. “¡Pero Jesús sí! Las multitudes -explicó el Papa- estaban asombradas: oían a Jesús y su corazón ardía; el mensaje de Jesús llegaba al corazón!”. Jesús, reiteró Francisco, “se acercaba al pueblo”, “sanaba el corazón del pueblo”, comprendía las dificultades. Jesús, dijo aún el Papa, “no tenía vergüenza de hablar con los pecadores, iba a encontrarlos”, Jesús “sentía gozo, le daba gusto ir con su pueblo”. Y esto porque Jesús es “el Buen Pastor”: las ovejas oyen su voz, y lo siguen.

“Es por esta razón que la gente seguía a Jesús, porque era el Buen Pastor. No era ni un fariseo casuístico moralista, ni un saduceo que hacía negocios sucios con los políticos y los poderosos, ni un guerrillero que buscase la liberación política de su pueblo, ni un contemplativo del monasterio. ¡Él era un pastor! Un pastor que hablaba la lengua de su pueblo, lo entendían, decía la verdad, las cosas de Dios: ¡no negociaba nunca las cosas de Dios! Sino que las decía de tal manera, que la gente amaba las cosas de Dios. Por esto lo seguían".

“Jesús - prosiguió Francisco - nunca se alejó de la gente y nunca se apartó de su Padre”. Jesús, afirmó el Papa, “estaba muy unido con el Padre: ¡Él era uno con el Padre!”, y por esto estaba “muy cercano a la gente”. Él “tenía esta autoridad y por esto el pueblo lo seguía”. El Papa ha invitado a contemplar a Jesús, el Buen Pastor porque Él nos hará pensar a quien nos gusta seguir.

“¿A mí, a quién me gusta seguir? ¿A los que me hablan de cosas abstractas o de casuísticas morales; aquellos que se hacen llamar del pueblo de Dios, pero no tienen fe y lo negocian todo con los poderes políticos y económicos; aquellos que siempre quieren hacer cosas extrañas, cosas destructivas, las llamadas guerras de liberación, pero que al final no son los caminos del Señor; o un contemplativo apartado? ¿A mí, a quién me gusta seguir?”

“Que esta pregunta - concluyó el Papa - nos haga llegar a la oración y pedir a Dios, al Padre, que nos acerque a Jesús para seguir a Jesús, para ser sorprendidos por lo que Jesús nos dice”.


miércoles, 25 de junio de 2014

El español, idioma de moda gracias al Papa

Boko Haram secuestra a otras 60 jóvenes en Nigeria


El grupo terrorista Boko Haram secuestró a 60 mujeres y niñas en una aldea al norte de Nigeria. En el ataque podrían haberse llevado también a 30 hombres jóvenes y asesinado a varias personas.

En la Iglesia no existe el “hazlo solo” o los “jugadores libres”. Si el nombre es “cristiano”, el apellido es “pertenezco a la Iglesia”

(RV).- (actualizado con audios) RealAudioMP3 “La importancia de pertenecer a la Iglesia”. Éste fue el tema elegido por el Santo Padre en la audiencia de hoy, quien continuando con la temática del miércoles anterior, resaltó que la base de la identidad cristiana consiste en formar parte de este Pueblo.

Insistió en que a la Iglesia no llegamos solos, “no sólo somos cristianos gracias a otros, sino que únicamente podemos serlo junto con otros. En la Iglesia nadie va ‘por libre’”, dijo. 

Palabras del Santo Padre:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy hay otro grupo de peregrinos conectados con nosotros en el Aula Pablo VI. Son peregrinos enfermos. Porque con este tiempo, entre el calor y la posibilidad de lluvia, era más prudente que ellos permanecieran allí. Pero ellos están conectados con nosotros a través de una pantalla gigante. Y así, estamos unidos en la misma Audiencia. Y todos nosotros hoy rezaremos especialmente por ellos, por sus enfermedades. Gracias.


En la primera catequesis sobre la Iglesia, el miércoles pasado, comenzamos por la iniciativa de Dios que quiere formar un Pueblo que lleve su bendición a todos los pueblos de la tierra. Empieza con Abraham y luego, con mucha paciencia – y Dios tiene, tiene tanta- con tanta paciencia prepara este Pueblo en la Antigua Alianza hasta que, en Jesucristo, lo constituye como signo e instrumento de la unión de los hombres con Dios y entre nosotros (cf. Concilio Ecuménico Vaticano II, Lumen gentium, 1). Hoy vamos hacer hincapié en la importancia que tiene para el cristiano pertenecer a este Pueblo. Hablaremos de la pertenencia a la Iglesia.

1. Nosotros no estamos aislados y no somos cristianos a título individual, cada uno por su lado, no: ¡nuestra identidad cristiana es pertenencia! Somos cristianos porque nosotros pertenecemos a la Iglesia. Es como un apellido: si el nombre es "Yo soy cristiano", el apellido es: "Yo pertenezco a la Iglesia." Es muy bello ver que esta pertenencia se expresa también con el nombre que Dios se da a sí mismo. Respondiendo a Moisés, en el maravilloso episodio de la "zarza ardiente" (cf. Ex 3,15), de hecho, se define como el Dios de tus padres, no dice yo soy el Omnipotente, no: yo soy el Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. De este modo, Él se manifiesta como el Dios que ha establecido una alianza con nuestros padres y se mantiene siempre fiel a su pacto, y nos llama a que entremos en esta relación que nos precede. Esta relación de Dios con su Pueblo nos precede a todos nosotros, viene de aquel tiempo.

2. En este sentido, el pensamiento va primero, con gratitud, a aquellos que nos han precedido y que nos han acogido en la Iglesia. ¡Nadie llega a ser cristiano por sí mismo! ¿Es claro esto? Nadie se hace cristiano por sí mismo. No se hacen cristianos en laboratorio. El cristiano es parte de un Pueblo que viene de lejos. El cristiano pertenece a un Pueblo que se llama Iglesia y esta Iglesia lo hace cristiano el día del Bautismo, se entiende, y luego en el recorrido de la catequesis y tantas cosas. Pero nadie, nadie, se hace cristiano por sí mismo. Si creemos, si sabemos orar, si conocemos al Señor y podemos escuchar su Palabra, si nos sentimos cerca y lo reconocemos en nuestros hermanos, es porque otros, antes que nosotros, han vivido la fe y luego nos la han transmitido, la fe la hemos recibido de nuestros padres, de nuestros antepasados y ellos nos la han enseñado. Si lo pensamos bien, ¿quién sabe cuántos rostros queridos nos pasan ante los ojos, en este momento? Puede ser el rostro de nuestros padres que han pedido el bautismo para nosotros; el de nuestros abuelos o de algún familiar que nos enseñaron a hacer la señal de la cruz y a recitar las primeras oraciones. Yo recuerdo siempre tanto el rostro de la religiosa que me ha enseñado el catecismo y siempre me viene a la mente - está en el cielo seguro, porque es una santa mujer - pero yo la recuerdo siempre y doy gracias a Dios por esta religiosa - o el rostro del párroco, un sacerdote o una religiosa, un catequista, que nos ha transmitido el contenido de la fe y nos ha hecho crecer como cristianos. Pues bien, ésta es la Iglesia: es una gran familia, en la que se nos recibe y se aprende a vivir como creyentes y discípulos del Señor Jesús.


3. Este camino lo podemos vivir no solamente gracias a otras personas, sino junto a otras personas. En la Iglesia no existe el “hazlo tú solo”, no existen “jugadores libres”. ¡Cuántas veces el Papa Benedicto ha descrito la Iglesia como un “nosotros” eclesial! A veces sucede que escuchamos a alguien decir: “yo creo en Dios, creo en Jesús, pero la Iglesia no me interesa”. ¿Cuántas veces hemos escuchado esto? Y esto no está bien. Existe quién considera que puede tener una relación personal directa, inmediata con Jesucristo fuera de la comunión y de la mediación de la Iglesia. Son tentaciones peligrosas y dañinas. Son, como decía Pablo VI, dicotomías absurdas. Es verdad que caminar juntos es difícil y a veces puede resultar fatigoso: puede suceder que algún hermano o alguna hermana nos haga problema o nos de escándalo. Pero el Señor ha confiado su mensaje de salvación a personas humanas, a todos nosotros, a testigos; y es en nuestros hermanos y en nuestras hermanas, con sus virtudes y sus límites, que viene a nosotros y se hace reconocer. Y esto significa pertenecer a la Iglesia. Recuérdenlo bien: ser cristianos significa pertenencia a la Iglesia. El nombre es “cristiano”, el apellido es “pertenencia a la Iglesia”.

Queridos amigos, pidamos al Señor, por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, la gracia de no caer jamás en la tentación de pensar que se puede prescindir de los otros, de poder prescindir de la Iglesia, de podernos salvar solos, de ser cristianos de laboratorio. Al contrario, no se puede amar a Dios sin amar a los hermanos; no se puede amar a Dios fuera de la Iglesia; no se puede estar en comunión con Dios sin estar en comunión con la Iglesia; y no podemos ser buenos cristianos sino junto a todos los que tratan de seguir al Señor Jesús, como un único Pueblo, un único cuerpo y esto es la Iglesia. Gracias.

(Traducción Cecilia Mutual y Eduardo Rubió, de Radio Vaticano)


Saludo del Papa a los enfermos antes de la Audiencia
(audio) RealAudioMP3 
Y como ya viene siendo habitual el Papa Francisco saludó, antes de dirigirse a la Plaza de San Pedro, al grupo de enfermos y discapacitados que se encontraban en el Aula Pablo VI para seguir la audiencia más cómodamente bajo cubierto. Abrazos, caricias, besos, y mucha ternura. El obispo de Roma saludó uno a todas las personas que allí se encontraban. Con algunos se hizo fotos, con otros habló más tiempo… Uno de los momentos más especiales fue cuando tomó en brazos a un niño acompañado por su madre quien rompió a llorar de la emoción. Palabras que les dirigió al final del encuentro:
Ahora les daré la bendición, luego iré a la plaza a la audiencia, pero hace mucho calor para los enfermos, para ustedes, y hay peligro de lluvia, y para ustedes es más cómodo seguir la audiencia en las pantallas, ¿está bien? ¿Es mejor así? Ahora recemos a la Virgen. Nos bendiga Dios omnipotente. ¡Recen por mí! ¡No lo olviden! Muchas gracias
Después, ya en la Plaza de San Pedro, explicó a los fieles que había estado antes saludando a un grupo de enfermos que se encontraban en dicha aula, y que “estaban todos unido en la misma audiencia”, pidió rezar por ellos y por sus enfermedades. 

No se hacen cristianos en el laboratorio, el cristiano se hace en un pueblo que viene de lejos, dijo el Obispo de Roma



(RV).- (con audios) No podemos ser buenos cristianos sino junto a todos los que buscan al Señor Jesús, como un único pueblo y un único cuerpo. No estamos aislados, nos somos cristianos a título individual. Si el nombre es: “cristiano”, el apellido es: “pertenezco a la Iglesia”, explicó el Papa en la catequesis. “Nuestra identidad es pertenencia al pueblo que lleva la bendición de Dios; a la Iglesia”.
En su segunda catequesis sobre la Iglesia el Obispo de Roma habló de la importancia del cristiano de pertenecer a este pueblo. Dios mismo se define como el Dios de sus padres; Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob –expresó Francisco-. Con nuestros padres Dios ha constituido una Alianza y permanece siempre fiel a su pacto y nos llama a entrar en esta relación que nos precede.

El pensamiento va primero, con gratitud a los que nos han precedido y recibido en la Iglesia. “Otros antes que nosotros han vivido la fe, nos la han transmitido y enseñado. Cuantos rostros queridos nos pasan delante de los ojos: padres, abuelos, familiares, que nos enseñaron la señal de la cruz y a rezar las primeras oraciones”. La Iglesia es una gran familia en la cual se viene recibido y se aprende a vivir como creyentes y como discípulos del Señor Jesús.

Este camino no solamente lo podemos vivir gracias a otras personas, sino junto a otras personas. En la Iglesia no existe el “hacélo solo” o los “jugadores libres”. La Iglesia es un “nosotros”. Hay quien entiende que puede tener una relación personal directa, inmediata con Jesucristo, fuera de la comunión y de la mediación de la Iglesia. “Yo creo en Dios, creo en Jesús pero la Iglesia no me interesa…”. Es una tentación peligrosa y dañosa, una dicotomía absurda –afirmó el Sucesor de Pedro-. “Caminar juntos es difícil pero es en nuestros hermanos y hermanas con sus dones y sus límites que Jesús viene a nuestro encuentro y se hace reconocer”.

El Vicario de Cristo concluyó la catequesis afirmando que “no se puede amar a Dios sin amar a los hermanos; no se puede estar en comunión con Dios sin estarlo con la Iglesia y no podemos ser buenos cristianos sino junto a todos los que buscan al Señor Jesús, como un único pueblo y un único cuerpo”.

Jesuita Guillermo Ortiz – RV

(Audio) RealAudioMP3 


Texto y audio completo de la síntesis de la catequesis del Papa en lengua española
(audio) RealAudioMP3 
Queridos hermanos y hermanas
Dios ha querido formar un pueblo que lleve su bendición a todos los pueblos de la Tierra. En Jesucristo, lo establece como signo e instrumento de unión de los hombres con Dios y entre ellos. De ahí la importancia de pertenecer a este pueblo.
Nosotros no somos cristianos a título individual, cada uno por su cuenta. Nuestra identidad es pertenencia. Decir «soy cristiano» equivale a decir: «Pertenezco a la Iglesia». Soy de ese pueblo con el que Dios estableció desde antiguo una alianza, a la que siempre es fiel. De aquí nuestra gratitud a los que nos han precedido y acogido en la Iglesia, quienes nos enseñaron a rezar y pidieron para nosotros el Bautismo. Nadie se hace cristiano por sí mismo. La Iglesia es una gran familia, que nos acoge y nos enseña a vivir como creyentes y discípulos del Señor. Y no sólo somos cristianos gracias a otros, sino que únicamente podemos serlo junto con otros. En la Iglesia nadie va «por libre». Quien dice creer en Dios pero no en la Iglesia, quien dice tener una relación directa con Dios, con Cristo pero fuera de la Iglesia, cae en una dicotomía absurda. Dios ha confiado su mensaje salvador a personas humanas, a testigos, y se nos da a conocer en nuestros hermanos y hermanas.



Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los peregrinos de la Archidiócesis de Madrid y de La Escuela Franciscana, de San Pedro Sula, así como a los demás grupos provenientes de España, México, Honduras, Colombia, Chile, Argentina y otros países latinoamericanos. Recuerden que, como cristianos, no podemos prescindir de los demás, de la Iglesia; no podemos salvarnos por nosotros solos. Ninguno juega por libre. Somos un pueblo que camina. Muchas gracias.

martes, 24 de junio de 2014

“Un cristiano sabe abajarse para anunciar al Señor”...

(RV).- (audio) RealAudioMP3 Un cristiano no se anuncia a sí mismo, sino al Señor. Lo subrayó Papa Francisco en la Misa matutina en la Casa de Santa Marta, en la solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista. El Papa habló de las vocaciones del “más grande entre los profetas”: preparar, discernir, disminuir.

Preparar la venida del Señor, discernir quién sea el Señor, disminuirse para que el Señor crezca. Papa Francisco ha indicado en estos tres verbos las vocaciones de Juan el Bautista, modelo siempre actual para un cristiano. Juan, dijo el Papa, preparaba el camino a Jesús “sin tomar nada para sí mismo”. Él era un hombre importante, “la gente lo buscaba, lo seguía porque las palabras de Juan eran fuertes”.

Sus palabras, prosiguió Francisco, “llegaban al corazón”. Y allí, observó, tuvo tal vez “la tentación de creer que era importante, pero no cayó”. Cuando, de hecho, se acercaron los doctores para preguntarle si él era el Mesías, Juan respondió: “Son voces: solamente voces”, yo sólo “he venido a preparar el camino del Señor”. “Aquí está la primera vocación de Juan el Bautista”, dijo el Papa: “Preparar al pueblo, preparar los corazones de la gente para el encuentro con el Señor”. Pero, ¿quién es el Señor?:


"Y esta es la segunda vocación de Juan: discernir, entre tanta gente buena, quien era el Señor. Y el Espíritu Santo le reveló esto y él tuvo el valor de decir: 'Es éste. Éste es el Cordero de Dios que quita los pecados del mundo’. Los discípulos miraron a este hombre que pasaba y lo dejaron que se marchara. Al día siguiente, sucedió lo mismo: '¡Es aquel! Él es más digno de mí’… Y los discípulos fueron detrás de Él. En la preparación, Juan decía: "Detrás de mí viene uno... "Pero en el discernimiento, que sabe discernir e indicar al Señor, dice: "¡Delante de mí... está Éste!'".
La tercera vocación de Juan, prosiguió el Papa, es disminuir. Desde aquel momento, “su vida comenzó a abajarse, a disminuirse para que creciera el Señor, hasta eliminarse a sí mismo”: “Él debe crecer, yo, en cambio, disminuir”, “detrás de mí, delante mío, lejos de mí”:

"Y esta fue la etapa más difícil de Juan, porque el Señor tenía un estilo que él no había imaginado, hasta el punto de que en la cárcel -porque Juan estaba en la cárcel en ese momento - sufrió no sólo la oscuridad de la celda, sino también la oscuridad en su corazón: " “¿Pero será Él? ¿No me habré equivocado? Porque el Mesías tiene un estilo tan accesible y normal... que no entiendo...” Y como que era un hombre de Dios, pidió a sus discípulos que fueran a preguntárselo a Él: "¿Pero, es usted realmente, o debemos esperar a otro?”.
“La humillación de Juan - constató el Papa – es doble: la humillación de su muerte como precio de un capricho”, pero también la humillación “de la oscuridad del alma”. Juan que ha sabido “esperar” a Jesús, que ha sabido “discernir”, “ahora ve a Jesús lejano”. “Aquella promesa – reiteró el Papa – se ha alejado. Y termina solo. En la oscuridad, en la humillación”. Se queda solo “porque se anuló tanto para que el Señor creciera”. Juan, repite Francisco, ve al Señor que está “lejos” y él, “humillado, pero con el corazón en paz”:

"Tres vocaciones en un hombre: preparar, discernir, y dejar crecer al Señor disminuyéndose a sí mismo. También es hermoso pensar la vocación cristiana así. Un cristiano no se anuncia a sí mismo, anuncia a otro, prepara el camino para otro: al Señor. Un cristiano debe aprender a discernir, debe saber discernir la verdad de lo que parece verdad y no lo es: un hombre de discernimiento. Y un cristiano debe ser también un hombre que sabe cómo abajarse para que el Señor crezca, en el corazón y en el alma de los demás".