jueves, 30 de abril de 2015

Papa con Cursillos de Cristiandad: Habéis crecido sin hacer proselitismo, es una virtud

Al ritmo de "De colores”, su canción característica. Así llegó el Papa al Aula Pablo VI donde mantuvo un encuentro con el Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

"Queremos que Su Santidad cuente con nosotros. Cuente con nuestro trabajo, con nuestro servicio, con nuestro compromiso en la tarea de evangelización y cuente, sobre todo, con nuestra oración. ¡De colores!”.

El Papa, con mucho humor, pidió disculpas a los cursillistas por el cambio de día y hora del encuentro. 

FRANCISCO
"También el Papa tiene sus defectos y sus defectos no tienen que ver con la infalibilidad. Y este Papa es poco ordenado e indisciplinado”.

Los miembros del movimiento de Cursillos de Cristiandad están en Roma celebrando un encuentro europeo. Francisco recordó los orígenes de este movimiento que nació en Mallorca, España y destacó que han sabido crecer sin hacer proselitismo.

FRANCISCO
"No habéis hecho proselitismo y es una virtud. La Iglesia no crece por el proselitismo sino por el testimonio”. 

El Papa volvió a hacer una de sus "comprometedoras” preguntas. Quiso saber si los cursillistas conocían las obras de misericordia corporales y espirituales. 

FRANCISCO
"Seamos valientes. ¡Que levante la mano quien no sea capaz!, ¡mirad! Es trabajo para vosotros, ¿eh? Obispos. Trabajo para vosotros”.

Francisco les explicó que, para crecer en la fe, es necesario acercarse a Dios, que quiere ser amigo y hermano de los hombres. Por eso, les pidió que nunca se cansen de transmitir la Buena Noticia.

DE COLORES
Ayudar a descubrir la belleza de la fe y de la vida de gracia que se puede vivir en la Iglesia, pidió Papa Francisco a los “Cursillistas”

(RADIO VATICANA).- “Hoy también ustedes quieren anunciar la Buena Nueva del amor de Dios, acercándose a los amigos,  a los conocidos, a los compañeros de estudio y trabajo para que ellos también puedan vivir una experiencia personal del amor infinito de Cristo que libera y transforma la vida. ¡Qué necesario es salir, sin cansarse, para encontrar a los lejanos!”, dijo el Obispo de Roma en el Aula Pablo VI colmada por los miembros del Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
“Este es para ustedes un verdadero encuentro entre amigos, un encuentro fraterno de oración, de fiesta y del compartir de su experiencia de vida cristiana”, expresó, después de escuchar a los que manifestaron los propósitos, las problemáticas y las perspectivas del Movimiento y antes de ofrecerles algunas sugerencias útiles para el crecimiento espiritual y su misión en la Iglesia y en el mundo.
“Ustedes están llamados a hacer que dé fruto el carisma que el Señor les ha confiado y que está en el origen de los Cursillos de Cristiandad…”. Para ayudar a otros a crecer en la fe “se debe experimentar en primera persona la bondad y la ternura de Dios. De hecho, nosotros somos movidos por el deseo de ofrecer misericordia cuando experimentamos el amor misericordioso del Padre por nosotros mismos” citando Evangelii Gaudium, 24. Dijo también que “el Señor quiere encontrarnos, habitar con nosotros,  ser nuestro amigo y hermano, nuestro maestro que nos revela el camino a seguir para llegar a la felicidad. Él no pide nada a cambio, pide sólo recibirlo, porque el amor de Dios es gratuidad, puro don. El encuentro con Cristo y con la misericordia del Padre que Él nos dona, es posible sobre todo en los Sacramentos…”,  “Otra camino es la meditación de la Palabra de Dios… Por último, encontramos el amor de Cristo en la Iglesia… Todo en la comunidad eclesial tiene como finalidad hacer tocar con la mano a las personas la infinita misericordia divina”.
El Vicario de Cristo concluyó su exhortación animando a que “las reuniones de pequeño grupo es importante acompañarlas  con momentos que favorezcan la apertura a una dimensión social y eclesial más grande, involucrando también a los que entran en contacto con su carisma, pero que no suelen participar habitualmente en un grupo. La Iglesia, de hecho, es una «madre de corazón abierto» que nos invita a veces a «detener el paso», a «dejar de lado la ansiedad para mirar a los ojos y escuchar»,  a «renunciar a las urgencias para acompañar al que se quedó al costado del camino» (Exhort. Ap. Evangelii Gaudium, 46). Es bello ayudar a todos, también a aquellos a quienes les cuesta más vivir su propia fe, a permanecer en contacto con esta madre, siempre cercanos a esta gran familia acogedora que es la Iglesia”. Servicio de Jesuita Guillermo Ortiz de RADIO VATICANA
Traducción del italiano del texto leido por el Papa sin los agregados
Queridos hermanos y hermanas,
Saludo a todos ustedes, miembros del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en Europa, junto con los obispos y sacerdotes que los acompañan. Ustedes han venido a Roma para su Ultreya, nombre que retoma el antiguo saludo de los peregrinos de Santiago de Compostela, que se animaban los unos a los otros a ir “más allá”, “siempre más allá”. Este es para ustedes un verdadero encuentro entre amigos, un encuentro fraterno de oración, de fiesta y del compartir de su experiencia de vida cristiana. Doy las gracias a sus representantes que han manifestado los propósitos, las problemáticas y las perspectivas de su Movimiento. Por mi parte, quisiera ofrecerles algunas sugerencias útiles para su crecimiento espiritual y su misión en la Iglesia y en el mundo.
Ustedes están llamados a hacer que dé fruto el carisma que el Señor les ha confiado y que está en el origen de los Cursillos de Cristiandad, en cuyo grupo de iniciadores se destacan Eduardo Bonnin Aguiló y el entonces obispo de Mallorca, Juan Hervás y Benet, quien supo acompañar el crecimiento del Movimiento con paternal cuidado. En los años cuarenta del siglo pasado ellos, junto con otros jóvenes laicos, se dieron cuenta de la necesidad de llegar a sus coetáneos vislumbrando el deseo de verdad y amor presente en sus corazones. Estos pioneros de su Movimiento fueron auténticos misioneros: no dudaron en tomar la iniciativa y con valentía se acercaron a las personas, involucrándolos con simpatía y acompañándolos en el camino de la fe con respeto y amor. Siguiendo su ejemplo, hoy también ustedes quieren anunciar la Buena Nueva del amor de Dios, acercándose a los amigos,  a los conocidos, a los compañeros de estudio y trabajo para que ellos también puedan vivir una experiencia personal del amor infinito de Cristo que libera y transforma la vida. ¡Qué necesario es salir, sin cansarse, para encontrar a los lejanos!
Para ayudar a otros a crecer en la fe, cumpliendo un recorrido de acercamiento al Señor, se debe experimentar en primera persona la bondad y la ternura de Dios. De hecho, nosotros somos movidos por el deseo de ofrecer misericordia cuando experimentamos el amor misericordioso del Padre por nosotros mismos (cf. ib. Evangelii Gaudium, 24). El Señor quiere encontrarnos, habitar con nosotros,  ser nuestro amigo y hermano, nuestro maestro que nos revela el camino a seguir para llegar a la felicidad. Él no pide nada a cambio, pide sólo recibirlo, porque el amor de Dios es gratuidad, puro don. El encuentro con Cristo y con la misericordia del Padre que Él nos dona, es posible sobre todo en los Sacramentos, especialmente en la Eucaristía y en la Reconciliación. En la Santa Misa celebramos el memorial de su sacrificio: todavía hoy Él realmente dona su cuerpo por nosotros y derrama su sangre para redimir a la humanidad. En la Penitencia, Jesús nos recibe con todas nuestras limitaciones y pecados, para donarnos un corazón nuevo capaz de amar como Él, que amó hasta el extremo (cf. Jn 13,1). Otra vía es la meditación de la Palabra de Dios, especialmente la lectio divina, a través de la cual podemos escuchar al Señor, que nos muestra el camino a seguir y nos anima ante las incertidumbres y las dificultades que la vida presenta. Por último, encontramos el amor de Cristo en la Iglesia, que testimonia en las diversas actividades, la caridad de Dios. Todo en la comunidad eclesial tiene como finalidad hacer tocar con la mano a las personas la infinita misericordia divina.
El método de evangelización de los Cursillos nació precisamente de este ardiente deseo de amistad con Dios, del cual brota la amistad con los hermanos. Desde el principio se entendió que sólo al interno de relaciones de amistad genuinas era posible preparar y acompañar a las personas en su camino, un camino que parte de la conversión, pasa a través del descubrimiento de la belleza de una vida vivida en la gracia de Dios, y llega hasta la alegría de convertirse en apóstoles en la vida cotidiana. Y así, desde entonces, miles de personas en todo el mundo han sido ayudadas a crecer en la vida de fe. En el contexto actual de anonimato y aislamiento típico de nuestras ciudades, cuán importante es la dimensión acogedora, familiar, a escala humana, que ustedes ofrecen en los encuentros de grupo. Que siempre puedan mantener el clima de amistad y de fraternidad en el cual rezar y compartir cada semana las experiencias, éxitos y fracasos apostólicos.
A estas reuniones de pequeño grupo es importante acompañarlas con momentos que favorezcan la apertura a una dimensión social y eclesial más grande, involucrando también a los que entran en contacto con su carisma, pero que no suelen participar habitualmente en un grupo. La Iglesia, de hecho, es una «madre de corazón abierto» que nos invita a veces a «detener el paso», a «dejar de lado la ansiedad para mirar a los ojos y escuchar»,  a «renunciar a las urgencias para acompañar al que se quedó al costado del camino» (Exhort. Ap. Evangelii Gaudium, 46). Es bello ayudar a todos, también a aquellos a quienes les cuesta más vivir su propia fe, a permanecer en contacto con esta madre, siempre cercanos a esta gran familia acogedora que es la Iglesia.
¡Los animo a ir “siempre más allá”, fieles a su carisma! A mantener vivo el celo, el fuego del Espíritu que siempre impulsa a los discípulos de Cristo a alcanzar a los lejanos, a «salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio» (ibíd., 20). ¡Qué bello es anunciar a todos el amor de Dios que salva y da sentido a nuestra vida! ¡Ayudar a los hombres y mujeres de hoy a descubrir la belleza de la fe y de la vida de gracia que se puede vivir en la Iglesia, nuestra madre! Y lo harán si son dóciles, en actitud de humildad y confianza a la guía de esta santa madre, que siempre busca el bien de todos sus hijos; si están en sintonía con sus Pastores y unidos a ellos en la misión de llevar a todos la alegría del Evangelio.
Que los ayude en su camino y en su apostolado la Virgen María, Madre de la divina Gracia. De corazón les doy mi bendición, y les pido que por favor recen por mí.
AUDIO: http://es.radiovaticana.va/news/2015/04/30/ayudar_a_descubrir_la_belleza_de_la_fe_y_la_vida_de_gracia/1140946

Terremoto en Nepal: Rescatan bebé de cuatro meses bajo escombros

KATHMANDU, 29 Abr. 15 / 12:25 pm (ACI).- Sonit Awal tiene cuatro meses de nacido y se ha convertido en un símbolo de esperanza en medio de la destrucción del terremoto de 7.9 grados que el sábado 25 de abril devastó Nepal. El bebé fue encontrado 22 horas después del sismo bajo los escombros de su casa.
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Los militares de un equipo de rescate buscaban sobrevivientes entre los restos, cuando escucharon un leve llanto de bebé pero no creyeron que podrían encontrar a alguien vivo entre las viviendas destruidas y se alejaron de la zona.
Cuando regresaron varias horas después volvieron a oír los gemidos y decidieron  seguir la pista del llanto, excavaron entre las ruinas de la vivienda y encontraron al bebé cubierto de polvo.
Un soldado emocionado lo levantó en brazos para mostrar a la gente el hallazgo en medio de la tragedia y ante la emoción de sus padres que lo creían muerto.
Las imágenes fueron difundidas por el sitio web KathmanduToday.com y según la prensa local, el bebé se encuentra en condición estable, sin heridas internas.
La historia de este niño se suma al rescate de un joven que permaneció 82 horas bajo los escombros de un edificio en las afueras de Kathmandu. Un equipo francés fue el que localizó al joven identificado como Rishi Khanal de 28 años.
A ellos se suma una mujer parapléjica de 32 años que fue rescatada tras permanecer durante tres días bajo los escombros de su casa. Sus familiares indicaron que ella estaba sola en el edificio donde vivía con su familia cuando empezó el sismo.

Trishna Grajeu, su cuñada, dijo que luego del terremoto ella y su esposo habían intentado buscarla pero no tuvieron éxito porque las réplicas hicieron muy complicada la tarea.
El terremoto del sábado en Nepal, dejó 5 mil muertos y 11 mil heridos. Las continuas réplicas dificultan las labores de rescate y la situación de pobreza dificulta la respuesta del país ante el desastre.

La fe es historia de pecado y de gracia, recordó el Papa en su homilía

(RV).- El cristiano está colocado en una historia de pecado y de gracia, puesto siempre ante la alternativa de servir o de servirse de los hermanos. Es uno de los conceptos que expresó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Hombre y mujer de historia es el cristiano
“La historia y el servicio”. En su homilía, el Papa Bergoglio se detuvo sobre estos “dos rasgos de la identidad del cristiano”. Y, ante todo, de la historia.San Pablo, San Pedro y los primeros discípulos “no anunciaban a un Jesús sin historia: ellos anunciaban a Jesús en la historia del pueblo, un pueblo que Dios ha hecho caminar durante siglos para llegar” a la madurez, “a la plenitud de los tiempos”. Dios entra en la historia y camina con su pueblo:
“El cristiano es un hombre y una mujer de historia, porque no pertenece a sí mismo, está integrado en un pueblo, un pueblo que camina. No se puede pensar en un egoísmo cristiano, no, esto no va. El cristiano no es un hombre, una mujer espiritual de laboratorio, es un hombre, es una mujer espiritual colocado en un pueblo, que tiene una historia larga y sigue caminando hasta que el Señor vuelva”.
Historia de gracia y de pecado
Es una “historia de gracia, pero también una historia de pecado”:
“Cuántos pecadores, cuántos crímenes. También hoy Pablo menciona al Rey David, santo, pero antes de llegar a ser santo fue un gran pecador. Un gran pecador. Nuestra historia debe asumir a santos y pecadores. Y mi historia personal, de cada uno, debe asumir nuestro pecado, el propio pecado y la gracia del Señor que está con nosotros, acompañándonos en el pecado para perdonar y acompañándonos en la gracia. No hay identidad cristiana sin historia”.
Servir, no servirse
El segundo rasgo de la identidad cristiana es el servicio: “Jesús lava los pies a los discípulos invitándonos a hacer como él, es decir servir:
“La identidad cristiana es el servicio, no el egoísmo. ‘Pero padre, todos somos egoístas’. ¿Ah sí? Es un pecado, es un hábito del que debemos desprendernos. Pedir perdón, que el Señor nos convierta. Estamos llamados al servicio. Ser cristiano no es una apariencia o incluso una conducta social, no es un poco maquillarse el alma, para que sea un poco más bella. Ser cristiano es hacer lo que ha hecho Jesús: servir”.
El Papa concluyó su homilía invitando a plantearnos la siguiente pregunta: “¿En mi corazón qué es lo que más hago? ¿Me hago servir por los demás, me sirvo de los demás, de la comunidad, de la parroquia, de mi familia, de mis amigos, o sirvo, estoy al servicio de…?”.

miércoles, 29 de abril de 2015

Santa Catalina de Siena

Testimoniar la belleza del matrimonio, alienta el Papa

Mostrar al mundo de hoy la belleza y la bondad del matrimonio es el testimonio de vida de los mismos esposos y de la familia.

(RV).- En su catequesis de la audiencia general, celebrada el último miércoles de abril en la Plaza de San Pedro y ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países, el Papa Francisco, en el ámbito de sus reflexiones sobre la familia, se refirió almatrimonio.
En efecto, el Obispo de Roma, tras haber considerado en la catequesis anterior las narraciones del libro del Génesis acerca del designio originario deDios sobre la pareja formada por un hombre y una mujer, se centró directamente en Jesús, quien con su presencia en las bodas de Caná nos revela de modo nuevo la bondad dignidad del matrimonio, ofreciéndonos un mensaje más actual que nunca, puesto que las separaciones van en aumento, mientras el número de matrimonios desciende.
De ahí la invitación de Francisco a reflexionar seriamente para comprender por qué los jóvenes de hoy no quieren casarse, a pesar de que casi todos desean una seguridad afectiva estable y un matrimonio sólido.
El Santo Padre indicó entre los factores que causan esta situación el temor a equivocarse y fracasar que impide confiar en la gracia que Cristo ha prometido a la unión conyugal. Y reafirmó que el matrimonio consagrado por Dios protege a los esposos, puesto que quienes se casan en el Señor, se transforman en un signo eficaz del amor del Creador en el mundo.
“Pidamos a la Virgen María – dijo el Papa Bergoglio al saludar a los fieles y peregrinos de nuestro idioma – que interceda por todos los esposos, especialmente por los que pasan por dificultades”. Y añadió que Jesús nos enseña que “la obra de arte de la sociedad es la familia, el hombre y la mujer que se aman”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
Texto completo de la catequesis del Papa traducida del italiano
La familia: el matrimonio (I)
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Nuestra reflexión sobre el designio originario de Dios sobre la pareja hombre-mujer, después de haber considerado las dos narraciones del Libro del Génesis, se dirige ahora directamente a Jesús.
El evangelista Juan, al comienzo de su Evangelio, narra el episodio de las bodas de Caná, en las cuales estaban presentes la Virgen María y Jesús, con sus primeros discípulos (cfr. Jn 2, 1-11). ¡Jesús no sólo participó en aquel matrimonio, sino que “salvó la fiesta” con el milagro del vino! Por lo tanto, el primero de sus signos prodigiosos, con el cual Él revela su gloria, lo cumplió en el contexto de un matrimonio y fue un gesto de gran simpatía por aquella familia naciente, solicitado por el apremio materno de María. Y esto nos hace recordar el libro del Génesis, cuando Dios terminó la obra de la creación y hace su obra maestra; la obra maestra es el hombre y la mujer. Y aquí precisamente Jesús comienza sus milagros, con esta obra maestra, en un matrimonio, en una fiesta de bodas: un hombre y una mujer. Así Jesús nos enseña que la obra maestra de la sociedad es la familia: ¡el hombre y la mujer que se aman! ¡Ésta es la obra maestra!
Desde los tiempos de las bodas de Caná, tantas cosas han cambiado, pero aquel “signo” de Cristo contiene un mensaje siempre válido.
Hoy, no parece fácil hablar del matrimonio como de una fiesta que se renueva en el tiempo, en las diversas estaciones de la entera vida de los cónyuges. Es un hecho que las personas que se desposan son siempre menos. Esto es un hecho: los jóvenes no quieren casarse. En muchos países en cambio aumenta el número de las separaciones, mientras disminuye el número de los hijos. La dificultad para quedarse juntos – ya sea como pareja que como familia – lleva siempre a romper los vínculos siempre con mayor frecuencia y rapidez, y precisamente los hijos son los primeros en pagar las consecuencias. Pero pensemos que las primeras víctimas, las víctimas más importantes, las víctimas que sufren más en una separación son los hijos. Si experimentas desde pequeño que el matrimonio es un vínculo “a tiempo determinado”, inconscientemente para ti será así. En efecto, muchos jóvenes son llevados a renunciar al proyecto mismo de un vínculo irrevocable y de una familia duradera. Creo que debemos reflexionar con gran seriedad sobre el porqué tantos jóvenes “no se sienten” de casarse. Existe esta cultura de lo provisorio…todo es provisorio, parece que no hay algo definitivo.
Ésta de los jóvenes que no quieren casarse es una de las preocupaciones que surgen en el día de hoy: ¿por qué los jóvenes no se casan? ¿Por qué a menudo prefieren una convivencia y tantas veces “a responsabilidad limitada”? ¿Por qué muchos – también entre los bautizados – tienen poca confianza en el matrimonio y en la familia? Es importante tratar de entender, si queremos que los jóvenes puedan encontrar el camino justo para recorrer. ¿Por qué no tienen confianza en la familia?
Las dificultades no son sólo de carácter económico, si bien estas son realmente serias. Muchos consideran que el cambio sucedido en estos últimos decenios haya sido puesto en marcha por la emancipación de la mujer. Pero ni siquiera este argumento es válido. ¡Pero ésta es también una injuria! ¡No, no es verdad! Es una forma de machismo, que siempre quiere dominar a la mujer. Hacemos el papelón que hizo Adán, cuando Dios le dijo: “¿Pero por qué has comido la fruta?” Y él: “Ella me la dio”. Es culpa de la mujer. ¡Pobre mujer! ¡Debemos defender a las mujeres, eh! En realidad, casi todos los hombres y las mujeres querrían una seguridad afectiva estable, un matrimonio sólido y una familia feliz. La familia está en la cima de todos los índices de agrado entre los jóvenes; pero, por miedo de equivocarse, muchos no quieren ni siquiera pensar en ella; no obstante son cristianos, no piensan al matrimonio sacramental, signo único e irrepetible de la alianza, que se transforma en testimonio de la fe. Quizás, precisamente este miedo de fracasar es el más grande obstáculo para acoger la palabra de Cristo, que promete su gracia a la unión conyugal y a la familia.
El testimonio más persuasivo de la bendición del matrimonio cristiano es la vida buena de los esposos cristianos y de la familia. ¡No hay modo mejor para decir la belleza del sacramento! El matrimonio consagrado por Dios custodia aquel vínculo entre el hombre y la mujer que Dios ha bendecido desde la creación del mundo; y es fuente de paz y de bien para la entera vida conyugal y familiar. Por ejemplo, en los primeros tiempos del Cristianismo, esta gran dignidad del vínculo entre el hombre y la mujer venció un abuso considerado entonces completamente normal, es decir, el derecho de los maridos de repudiar a las esposas, también con los motivos más falsos y humillantes. El Evangelio de la familia, el Evangelio que anuncia precisamente este sacramento ha vencido esta cultura de repudio habitual.
El germen cristiano de la radical igualdad entre los cónyuges hoy debe traer nuevos frutos. El testimonio de la dignidad social del matrimonio se hará persuasivo precisamente por este camino, el camino del testimonio que atrae, el camino de la reciprocidad entre ellos, de la complementariedad entre ellos.
Por esto, como cristianos, debemos hacernos más exigentes a este respecto. Por ejemplo: sostener con decisión el derecho a la igual retribución por igual trabajo ¿por qué se da por cierto que las mujeres deben ganar menos que los hombres? ¡No! ¡El mismo derecho! ¡La disparidad es un puro escándalo! Al mismo tiempo, reconocer como riqueza siempre válida la maternidad de las mujeres y la paternidad de los hombres, a beneficio sobre todo de los niños. Igualmente, la virtud de la hospitalidad de las familias cristianas reviste hoy una importancia crucial, especialmente en las situaciones de pobreza, de degrado, de violencia familiar.
Queridos hermanos y hermanas, ¡no tengamos miedo de invitar a Jesús a la fiesta de bodas! Y no tengamos miedo de invitar a Jesús a nuestra casa, para que esté con nosotros y custodie la familia. ¡Y también a su madre, María! Los cristianos, cuando se desposan “en el Señor” son transformados en un signo eficaz del amor de Dios. Los cristianos no se desposan sólo por sí mismos: se desposan en el Señor en favor de toda la comunidad, de la entera sociedad.
De esta bella vocación del matrimonio cristiano, hablaré en la próxima catequesis. Gracias.
AUDIO: http://es.radiovaticana.va/news/2015/04/29/testimoniar_la_belleza_del_matrimonio,_alienta_el_papa/1140472


martes, 28 de abril de 2015

La vida cristiana no es un museo de recuerdos, dijo el Papa en su homilía

(RV).- La Iglesia va adelante gracias a las sorpresas del Espíritu Santo. Es uno de los conceptos que expresó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.
Al reflexionar sobre la predicación del Evangelio a los paganos, que se lee en los Hechos de los Apóstoles, el Pontífice subrayó que también hoy es necesario tener “coraje apostólico” para no transformar “la vida cristiana en un museo de recuerdos”.
Inspirándose en la Primera Lectura, en que se lee que los discípulos de Jesús comenzaron a predicar en Antioquía, no sólo a los judíos, sino también a los griegos y a los paganos, logrando que muchos creyeran y se convirtieran al Señor, el Papa subrayó que en la vida de la Iglesia es fundamental abrirse a las novedades del Espíritu Santo. En efecto, Francisco explicó que en aquella época tenían la inquietud de oír el Evangelio predicado también a los que no eran judíos. De ahí que cuando Bernabé llega a Antioquía se siente feliz al ver que estas conversaciones de los paganos eran obra de Dios.
No tener miedo del Dios de las sorpresas
Además, el Santo Padre recordó que en las profecías estaba escrito que el Señor habría venido a salvar a todos los pueblos, tal como lo refiere el capítulo 60 de Isaías. Y sin embargo – dijo –  muchos no comprendían estas palabras:
“No entendían. No entendían que Dios es el Dios de las novedades: ‘Yo hago todo nuevo’, nos dice. Que el Espíritu Santo ha venido precisamente para esto, para renovarnos y continuamente hace este trabajo de renovarnos. Un poco da miedo, esto. En la Historia de la Iglesia podemos ver desde este momento hasta ahora cuántos miedos hacia las sorpresas del Espíritu Santo. Es el Dios de las sorpresas”.
“Pero ¡hay novedades y novedades!”, exclamó el Papa. Y admitió que de algunas novedades “se ve que son de Dios”, mientras otras no. Y se preguntó cómo hacer para distinguirlas. En realidad – dijo–  tanto de Bernabé como de Pedro se dice que son hombres llenos del Espíritu Santo. “En ambos casos – reafirmó – está el Espíritu Santo que hace ver la verdad. Porque nosotros solos no podemos. Con nuestra inteligencia no podemos”.
“Podemos estudiar toda la Historia de la Salvación, podemos estudiar toda la Teología – advirtió Francisco – pero sin el Espíritu no podemos entender. Es precisamente el Espíritu quien nos hace comprender la verdad o – usando las palabras de Jesús  – es el Espíritu quien nos hace conocer la voz de Jesús”: “Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco y ellas me siguen”.
La Iglesia va adelante con las novedades del Espíritu Santo
“El ir adelante de la Iglesia  – dijo también el Obispo de Roma  – es obra del Espíritu Santo”, que nos hace escuchar la voz del Señor. “¿Y cómo puedo hacer  – se preguntó el Papa – para tener la certeza de que aquella voz que siento es la voz de Jesús, que lo que siento que debo hacer es obra del Espíritu Santo?”. Rezar, fue su respuesta:
“Sin oración no hay lugar para el Espíritu. Pedir a Dios que nos envíe este don: ‘Señor, danos el Espíritu Santo para que podamos discernir en cada tiempo lo que debemos hacer’, que no es siempre lo mismo. El mensaje es el mismo: la Iglesia va adelante, la Iglesia va adelante con estas sorpresas, con estas novedades del Espíritu Santo. Es necesario discernirlas, y para discernirlas es necesario rezar, pedir esta gracia. Bernabé estaba lleno del Espíritu Santo y lo entendió inmediatamente; Pedro vio y dijo: ‘Pero ¿quién soy yo para negar aquí el Bautismo?’. Es Él quien hace que no nos equivoquemos. ‘Pero, Padre, ¿para qué meterse en tantos problemas? Hagamos las cosas como las hemos hecho siempre, que estamos más seguros…’”
Que la vida cristiana no sea un museo de recuerdos
Pero hacer como se ha hecho siempre – advirtió  – es una alternativa “de muerte”. Y exhortó a correr el riesgo, con la oración y con humildad, de aceptar lo que el Espíritu nos pide, es decir “cambiar”, porque “éste es el camino”.
“El Señor nos ha dicho que si comemos su Cuerpo y bebemos su Sangre, tendremos vida. Ahora continuamos esta celebración, con esta palabra: ‘Señor, Tú que estás aquí con nosotros en la Eucaristía, Tú que estarás dentro de nosotros, danos la gracia del Espíritu Santo. Danos la gracia de no tener miedo cuando el Espíritu, con seguridad, me dice que dé un paso hacia adelante’. Y en esta Misa, pidamos este coraje, este coraje apostólico de ser portadores de vida y no hacer de nuestra vida cristiana un museo de recuerdos”.

lunes, 27 de abril de 2015

Muerte con dignidad: Un amigo recuerda los últimos momentos de Juan Pablo II

ROMA , 27 Abr. 15 / 12:57 pm (ACI).- Ciertamente San Juan Pablo II es un testigo de lo que significa realmente la muerte con dignidad, lo afirma un amigo suyo que lo acompañó en sus últimos momentos hace diez años cuando partió a la Casa del Padre.
“Nos dio tranquilidad y paz incluso hasta el último de sus días”, señala a ACIPrensa el Cardenal Stanislaw Dziwisz, que estuvo presente al momento del fallecimiento del Papa peregrino. “Él devolvió la dignidad a la muerte”, añadió.
El Cardenal, actual Arzobispo de Cracovia (Polonia), recuerda que justo después del último aliento de Juan Pablo II, los presentes en el departamento pontificio cantaron juntos el Te Deum porque “estábamos convencidos de que había muerto como un hombre santo”.
“Un hombre se prepara toda la vida para este importante momento, el paso de una vida a la otra para el encuentro con Dios”, dijo el Purpurado.
Juan Pablo II murió a las 9:37 p.m. (hora de Roma) el 2 de abril de 2005, en la víspera del Domingo de la Misericordia, una fiesta establecida durante su pontificado, luego de una larga batalla con el Parkinson.
En su pontificado, el Papa peregrino habló en repetidas ocasiones sobre lo que él llamó “cultura de muerte” que promueve el aborto y la eutanasia; y fue siempre un gran defensor de la vida humana y su dignidad.
El Cardenal Dziwisz recordó las últimas palabras del Santo Padre antes de morir: “besé sus manos y me dijo ‘gracias’ y me dio su bendición”.
También narró a ACI Prensa cómo Juan Pablo II, en su lecho de muerte, le pedía a los que llegaban a verlo que le leyeran el Evangelio: “varios sacerdotes leyeron nueve capítulos del Evangelio de Juan sobre el amor de Dios y así se preparó para su encuentro”.
Tras comentar que el Pontífice tenía amigos de distintas religiones, el Cardenal resaltó que el centro de su vida fue la oración y su íntima relación con el Señor: “era un hombre muy disciplinado desde el punto de vista de la ética moral. Incluso en su trabajo nunca perdía el tiempo. Siempre tenía tiempo para rezar”.
Juan Pablo II nunca separó la oración del trabajo, contó el Cardenal para quien “él estaba inmerso en Dios y en todo lo que hacía. Él siempre anduvo con Dios y en oración”.
San Juan Pablo II. Foto Flickr Dennis Jarvis (CC-BY-SA-2.0)
Siempre mantuvo estaba íntima relación con Dios, de contemplación, de contacto con Dios y aquí estaba su fuerza: paz de mente. Dios existe, Dios ordena, Dios, a Él tenemos que seguirlo. Si se sigue a Dios, se tiene paz, incluso en tiempos difíciles de los cuales tuvo muchos como Papa”.
Juan Pablo II fue beatificado por Benedicto XVI un 1 de mayo, domingo de laDivina Misericordia; en una ceremonia con más de dos millones de personas en Roma. Fue canonizado el 27 de abril de 2014 en la Plaza de San Pedro por el Papa Francisco en la misma fiesta.
El Cardenal Dziwisz dijo para concluir que “la gente estaba convencida de su santidad, de que la autoridad suprema hubiera aprobado su camino de santidad porque estamos seguros que podemos imitar su santidad”.

domingo, 26 de abril de 2015

Alegres por Él, con Él y en Él

Apuñalan a sacerdote en Misa y la casulla lo “salva” de morir

MEDELLÍN, 27 Abr. 15 / 12:21 pm (ACI).- El domingo 26 de abril un joven apuñaló a un sacerdote que celebraba una Misa en la diócesis de Santa Rosa de Osos en el departamento de Antioquia en Colombia. El presbítero se salvó de morir gracias a la casulla con la que estaba revestido.
Al Padre Gregorio lo salvó la casulla con la que celebraba porque es ancha y el cuchillo se enredó en él”, dijo el inspector de Santa Rosa de Osos, Fernando Guzmán, sobre el hecho, según informa el diario El Colombiano.
El ataque contra el P. Gregorio Rodríguez Abello, Párroco de la catedral del municipio, fue realizado por un joven de 22 años de edad que estaba ebrio y bajo el efecto de las drogas que ya ha sido capturado por la policía.
El sujeto estuvo involucrado en el año 2009 en el ataque a otro sacerdote, el P. Emiro de Jesús Jaramillo Cárdenas, que era jefe del archivo histórico de la diócesis de Santa Rosa de Osos.
El P. Rodríguez fue atendido en el Hospital San Juan de Dios, adonde llegó con heridas en las muñecas y el pecho. Luego fue dado de alta.
Sobre estos hechos, el Obispo de Santa Rosa de Osos, Mons. Jorge Alberto Ossa Soto, dio a conocer un comunicado en el que afirma que “todo atentado contra la vida de las personas, resquebraja más los fundamentos de la convivencia humana, de la sana democracia y de la verdadera paz”.
“El Señor Obispo y los Sacerdotes de la Diócesis de Santa Rosa de Osos,lamentan y rechazan enérgicamente el atentado contra la vida del Señor Cura Párroco de la Catedral de Santa Rosa de Osos, Sr. Pbro. José Gregorio Rodríguez Abello y acompañan y se solidarizan con el Padre José Gregorio”.
El Prelado afirma luego que “perdonamos al agresor, de todo corazón, y pedimos a la comunidad Santarrosana, serenidad y confianza en la justicia”.
“En el marco de la celebración litúrgica del Buen Pastor, reiteramos nuestro compromiso con la Vida y la búsqueda de caminos de hermandad y conversión que garanticen el don anhelado de la paz”, concluye el texto.
Foto referencial Flickr Jean Louis Zimmermann (CC-BY-2.0)

“Sean ministros de la unidad, sigan al Buen Pastor”. El Papa ordenó a 19 nuevos sacerdotes

(RV).- La mañana de este domingo, IV domingo de Pascua, en la 52 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco presidió la Santa Misa con el rito de ordenación presbiteral en la Basílica de San Pedro. Con la imposición de manos, la unción del crisma y el abrazo de la paz, el Santo Padre ordenó 19 nuevos sacerdotes de la Diócesis de Roma.
Para esta ocasión el Pontífice recordó que a la raíz de toda vocación cristiana se encuentra la experiencia fundamental del éxodo, la experiencia de salir del propio yo para centrar nuestra vida en Jesús. De esta manera podremos escuchar y seguir la voz de Cristo Buen Pastor, dejándonos atraer y conducir por Él y consagrando a Él la propia vida.
En su homilía el Obispo de Roma señaló a los nuevos sacerdotes que “ejercitando el ministerio sacerdotal serán participes de la misión de Cristo, único Maestro”. Serán quienes continúen con la obra santificadora de Cristo, mediante su ministerio el sacrificio espiritual de los fieles se hará perfecto unido al de Cristo.
Asimismo el Papa les pidió “en nombre de Cristo y de la Iglesia: por favor, no se cansen de ser misericordiosos. Ustedes están para perdonar y no para condenar. Con el óleo santo darán alivio a los enfermos, y también a los ancianos: no sientan vergüenza de mostrar ternura con los ancianos”.
Finalmente, les exhortó “a participar en la misión de Cristo, Cabeza y Pastor, permaneciendo unidos a sus Obispo, esfuércense por reunir a los fieles en una sola familia para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Tengan siempre presente el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir, y buscar y salvar lo que estaba perdido”.
(RM – RV)
Homilía completa del Papa Francisco
Queridos hermanos y hermanas
Ahora que estos hijos han sido llamados al orden del presbiterado. Nos hará bien reflexionar un poco a qué ministerio acceden en la Iglesia.
Como ustedes saben el Señor Jesús es el único Sumo Sacerdote del Nuevo Testamento, también en Él todo el pueblo santo de Dios ha sido constituido pueblo sacerdotal. ¡Todos nosotros! No obstante, el Señor Jesús quiso elegir entre sus discípulos a algunos en particular, para que, ejerciendo públicamente en la Iglesia en su nombre el oficio sacerdotal en favor de todos los hombres, continuaran su misión personal de maestro, sacerdote y pastor.
Él mismo, enviado por el Padre, envió a su vez a los Apóstoles por el mundo, para continuar sin interrupción su obra de Maestro, Sacerdote y Pastor por medio de ellos y de los Obispos, sus sucesores. Y los presbíteros son colaboradores de los Obispos, con quienes en unidad de sacerdocio, son llamados al servicio del Pueblo de Dios.
Ellos han reflexionado sobre esta vocación que tienen y que ahora vienen para recibir el orden de los presbíteros y el obispo arriesga - ¡arriesga! – y escoge a ellos, como el Padre ha arriesgado por cada uno de nosotros.
Ellos serán configurados con Cristo, sumo y eterno Sacerdote, y unirlos al sacerdocio de los Obispos, la Ordenación los convertirá en verdaderos sacerdotes del Nuevo Testamento para anunciar el Evangelio, apacentar al Pueblo de Dios y celebrar el culto divino, principalmente en el sacrificio del Señor.
A ustedes, que van a ser ordenados presbíteros, les incumbe, en la parte que les corresponde, la función de enseñar en nombre de Cristo, el Maestro. Transmitir a todos la palabra de Dios que han recibido con alegría. Recuerden a sus madres, a sus abuelas, a sus catequistas, que les han dado la Palabra de Dios, la fe... ¡el don de la fe! Les han trasmitido este don de la fe. Y al leer y meditar asiduamente la Ley del Señor, procuren creer lo que lean, enseñar lo que crean y practicar lo que enseñan.
Y que esto sea el alimento del Pueblo de Dios; que sus homilías no sean aburridas, que sus homilías lleguen al corazón de la gente porque salen de su corazón, porque lo que digan a ellos es lo que ustedes tienen en el corazón. Así se da la Palabra de Dios y así su doctrina será gozo y ayuda a los fieles de Cristo, el perfume de sus vidas será el testimonio, porque el ejemplo edifica, pero las palabras sin el ejemplo son palabras vacías, son ideas y no llegan jamás al corazón y es más hacen mal: ¡no hacen bien! Ustedes continuaran la obra santificadora de Cristo. Por medio de su ministerio alcanzará su plenitud el sacrificio espiritual de los fieles, que por sus manos, junto con ellos, será ofrecido sobre el altar, unido al sacrificio de Cristo, en celebración incruenta. Tengan presente lo que hacen e imiten lo que conmemoran, de tal manera que, al celebrar el misterio de la muerte y resurrección del Señor, se esfuercen por hacer morir en ustedes el mal y procuren caminar con Él en una vida nueva.
Introducirán a los hombres en el Pueblo de Dios por el Bautismo. Perdonaran los pecados en nombre de Cristo y de la Iglesia por el sacramento de la Penitencia. Y hoy les pido en nombre de Cristo y de la Iglesia: Por favor, no se cansen de ser misericordiosos. A los enfermos les darán el alivio del óleo santo, y también a los ancianos: no sientan vergüenza de mostrar ternura con los ancianos. Al celebrar los ritos sagrados, al ofrecer durante el día la oración de alabanza y de súplica, serán voz del Pueblo de Dios y de toda la humanidad.
Conscientes de haber sido escogidos entre los hombres y puestos al servicio de ellos en las cosas de Dios, ejerzan con alegría perenne, llenos de verdadera caridad, el ministerio de Cristo Sacerdote, no buscando el propio interés, sino el de Jesucristo. Es malo un sacerdote que vive por complacer a si mismo… ¡como hacen los pavos!
Finalmente, al participar en la misión de Cristo, Cabeza y Pastor, permaneciendo unidos a sus Obispo, esfuércense por reunir a los fieles en una sola familia – sean ministros de la unidad en la Iglesia, en la familia – para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Y tengan siempre presente el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir: no para permanecer en la comodidad, sino para salir y buscar y salvar lo que estaba perdido.
AUDIO:http://es.radiovaticana.va/news/2015/04/26/%E2%80%9Csean_ministros_de_la_unidad,_sigan_al_buen_pastor%E2%80%9D_el_papa/1139705