“Vías de unidad y de paz, voces de oración por los mártires de hoy y por el ecumenismo” concierto antes de un encuentro con Papa Francisco
Antes de la audiencia publica concedida por el Papa Francisco al Movimiento de Renovación en el Espíritu Santo, el tenor italiano Andrea Boccelli y la cantante israelí Noa cantaron ante 30.000 personas este viernes 3 de julio en la plaza de San Pedro.
Vías de unidad y de paz, voces de oración por los mártires de hoy y por el ecumenismo ha sido el lema del evento en el Vaticano. Una cita espiritual y de testimonio con la participación de diversos movimientos cristianos, líderes y fieles que esperaban con alegría las palabras del Pontífice y se reunieron para rezar por los "violentos" que apagan las voces de los mártires.
Salvador Martínez, presidente del Movimiento de Renovación, señaló que es “un cenáculo de oración con voces diferentes” por los cristianos perseguidos, maltratados y asesinados por su fe, un “ecumenismo espiritual”. “Santo Padre estamos aquí para unirnos a usted y darle y sentir apoyo”, comentó.
Una tarde de verano y un calor intenso en la plaza de San Pedro que no mermaron la alegría y la expectativa por escuchar la oración ecuménica del Pontífice y sus palabras por la unidad.
El cardenal Bergoglio había ya dirigido prédicas en Buenos Aires al Movimiento de Renovación en el Espíritu Santo. Cabe recordar que el 1 de junio de 2014, Francisco interpeló en varias ocasiones en el estadio Olímpico de Roma a los asistentes y preguntó una y otra vez: ¿Quién es el jefe de la renovación? “El Señor Jesús” contestaban los asistentes.
Vías de unidad y de paz, voces de oración por los mártires de hoy y por el ecumenismo ha sido el lema del evento en el Vaticano. Una cita espiritual y de testimonio con la participación de diversos movimientos cristianos, líderes y fieles que esperaban con alegría las palabras del Pontífice y se reunieron para rezar por los "violentos" que apagan las voces de los mártires.
Salvador Martínez, presidente del Movimiento de Renovación, señaló que es “un cenáculo de oración con voces diferentes” por los cristianos perseguidos, maltratados y asesinados por su fe, un “ecumenismo espiritual”. “Santo Padre estamos aquí para unirnos a usted y darle y sentir apoyo”, comentó.
Una tarde de verano y un calor intenso en la plaza de San Pedro que no mermaron la alegría y la expectativa por escuchar la oración ecuménica del Pontífice y sus palabras por la unidad.
El cardenal Bergoglio había ya dirigido prédicas en Buenos Aires al Movimiento de Renovación en el Espíritu Santo. Cabe recordar que el 1 de junio de 2014, Francisco interpeló en varias ocasiones en el estadio Olímpico de Roma a los asistentes y preguntó una y otra vez: ¿Quién es el jefe de la renovación? “El Señor Jesús” contestaban los asistentes.
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